Escucha: *
Mas Dios muestra
su amor para con nosotros, en que, siendo aún pecadores, Cristo murió por
nosotros. (Romanos 5:8)
*Piensa: *
Las Sagradas
Escrituras nos dicen que el amor es la esencia misma de lo que es Dios (1 Jn
4.7). Así que, si usted no cree que Él le ama incondicionalmente, nunca lo
conocerá en realidad ni tendrá paz genuina en su relación con Él.
¿Cómo definir el
amor? Es Jesús llegando generosamente a la humanidad, dándose a nosotros y
trayendo el bien a nuestra vida, ya sea que le aceptemos a Él o no. Romanos 5.8
nos dice que su amor y su preocupación por nosotros son tan inmensos, que dio
su vida por nosotros cuando éramos todavía sus enemigos. La Biblia dice que Él
comenzó a expresarnos su amor aun antes de la fundación del mundo (Ef 1.3-5).
¡Esto significa que nuestras acciones no tenían absolutamente nada que ver con
el amor que Él nos tiene!
El interés de Dios
por nosotros no tiene ninguna condición o restricción, y no se basa en que le
reciproquemos su amor. Ni tampoco tiene Él más amor por las personas “buenas”
que pudieran parecernos más dignas. Él nos ama aun estando en pecado, aunque no
nos hayamos arrepentido. ¿Nos da esto licencia para desobedecer? No, nos da
poder para vivir en santidad, andar en obediencia al Señor, y aprender a amarlo
de la manera que Él merece. Obedecerle es recibir el amor que Dios ha estado
ofreciendo desde el principio.
Pero, para
experimentar ese amor maravilloso y absoluto que Dios nos tiene, usted debe
aceptarlo. Dígale sí a este regalo extraordinario que Él quiere derramar sobre
usted. Deléitese y permita que éste se derrame sobre quienes están a su
alrededor.
*Ora: *
Señor, permíteme
glorificarte en cada una de mis acciones y palabras para ser digno del amor
incondicional que brindas a cada uno de los que te siguen. Dame la sabiduría
para tomar los caminos que sean agradables a Tu voluntad. *Amén*