“Busca al SEÑOR mientras se le
puede encontrar, invocadle mientras está cerca”
Estando
Triste…..JUAN 14
No se turbe vuestro corazón, Creéis en Dios, creed en mí.
El Señor, refugio
seguro al que anhela entrar.
El Señor es mi luz y mi salvación:
¿a quién temeré?
El Señor es el refugio de mi vida:
¿de quién tendré miedo?
Cuando se me acercan malhechores
para devorar mi carne, mis opresores y enemigos, ellos tropiezan y caen.
Aunque acampe contra mí un
ejército, mi corazón no teme.
Aunque se levante contra mí la
guerra, me siento seguro.
Una cosa pido al Señor ésta sólo
busco: habitar en la Casa del Señor todos los días de mi vida, para gozar de
las delicias del Señor y contemplar su Templo.
El me ocultará en su tienda en los
días aciagos; me esconderá en lo secreto de su morada, me subirá a lo alto de
una roca.
Entonces será exaltada mi cabeza
sobre los enemigos que me cercan; ofreceré en su morada sacrificios jubilosos,
cantaré y entonaré salmos al Señor.
De ti piensa mi corazón:
Tu rostro, Señor, buscaré.
No me escondas tu rostro.
No rechaces con ira a tu siervo.
Tú eres mi auxilio:
No me rechaces, no me abandones,
Dios de mi salvación
Aunque mi padre y mi madre me
abandonen,
El Señor me recogerá.
Indícame, Señor, tu camino, guíame
por el sendero recto a causa de los que me persiguen.
No me entregues al capricho de mis
adversarios, pues se levantan contra mí falsos testigos, que respiran
violencia.
Seguro estoy de ver la bondad del Señor en la tierra de los vivos.
Espera en el Señor, sé recio, que se reanime tu corazón.
¡Espera en el Señor!
Estas
nervioso…..SALMO 51
Súplica
de purificación del pecado y de renovación del corazón.
Ten misericordia de mí, Dios mío,
según tu bondad; según tu inmensa compasión borra mi delito.
Lávame por completo de mi culpa, y
purifícame de mi pecado.
Pues yo reconozco mi delito, y mi
pecado está de continuo ante mí.
Contra Ti, contra ti sólo he
pecado, y he hecho lo que es malo a tus ojos.
Por eso has sido justo en tu
sentencia, has tenido razón en tu juicio.
¡Mira! En culpa nací, y en pecado
me concibió mi madre.
Pero Tú amas la verdad más íntima,
y, en lo oculto, me enseñas sabiduría.
Rocíame con hisopo y quedaré
limpio, lávame y quedaré más blanco que la nieve.
Hazme sentir gozo y alegría, que
exulten los huesos que has quebrado.
Aparta tu rostro de mis pecados y
borra todas mis culpas.
Crea en mí, Dios mío, un corazón
puro, y renueva en mi interior un espíritu firme.
No me arrojes de tu presencia, ni
me retires tu santo Espíritu.
Devuélveme el gozo de tu salvación
y afírmame con un espíritu noble.
Enseñaré a los malvados tus caminos, y se convertirán a Ti los pecadores.
Líbrame de la sangre, Dios mío,
Dios de mi salvación; mi lengua anunciará tu justicia.
Señor, abre mis labios y mi boca
proclamará tu alabanza.
No te complaces en los sacrificios,
y si te ofreciera un holocausto, no te agradaría.
El sacrificio grato a Dios es un
espíritu contrito: un corazón contrito y humillado.
Dios mío, no lo desprecias.
Por tu benevolencia, favorece a
Sión, reconstruye los muros de Jerusalén.
Entonces te complacerán los
sacrificios legítimos, holocaustos y oblaciones; entonces, sobre tu altar, se
ofrecerán novillos.
Estas
preocupado…. .MATEO 6:19,14
Confianza
en la Providencia paternal de Dios.
No amontonéis tesoros en la tierra,
donde la polilla y la herrumbre los corroen y donde los ladrones socavan y los
roban. Amontonad en cambio tesoros en el cielo, donde ni la polilla, ni la
herrumbre corroen, y donde los ladrones no socavan ni roban. Porque donde está
tu tesoro allí estará tu corazón.
La lámpara del cuerpo es el ojo.
Por eso, si tu ojo es sencillo, todo tu cuerpo estará iluminado. Pero sí tu ojo
es malicioso, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Y si la luz que hay en ti es
tinieblas, ¡qué grande será la oscuridad!
Nadie puede servir a dos señores,
porque o tendrá odio a uno y amor al otro, o prestará su adhesión al primero y
menospreciara al segundo: no podéis servir a Dios y a las riquezas.
Por eso os digo: no estéis
preocupados por vuestra vida: qué vais a comer; o por vuestro cuerpo: con que
os vais a vestir. ¿es que no vale más la vida que el alimento, y el cuerpo más
que el vestido? Mirad las aves del cielo: no siembran, ni siegan, ni almacenan
en graneros, y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿es que no valéis vosotros
mucho más que ellas? ¿quién de vosotros,
por mucho que cavile, puede añadir un solo codo a su estatura? Y sobre el vestir, ¿por qué os
preocupáis? Fijaos en los lirios del
campo cómo crecen; no se fatigan ni hilan, y yo os digo que ni Salomón en toda
su gloria pudo vestirse como uno de ellos.
Y si la hierba del campo, que hoy es y mañana se echa al horno, Dios la
viste así, ¿cuánto más a vosotros hombres de poca fe? Así pues, no andéis preocupados diciendo:
¿qué vamos a comer, qué vamos a beber, con que nos vamos a vestir? Por todas esas cosas se afanan los paganos.
Bien sabe vuestro
Padre celestial que de todo eso estáis necesitados. Buscad primero el Reino de
Dios y su justicia, y todas estas cosas se os añadirán. Por tanto, no os preocupéis por el mañana,
porque el mañana traerá su propia preocupación.
A cada día le basta su contrariedad.
Estas en
peligro…..SALMO 91
Quien
está con el Señor no tiene por qué temer ningún mal.
El que habita al amparo del
Altísimo morará a la sombra del Omnipotente.
Dice el Señor: “Refugio mío, fortaleza mía, Dios mío en quien confío”
Él te librará de la red del
cazador, de la peste destructora. Te cubrirá con sus plumas, bajo sus alas
encontrarás refugio: su
No tendrás miedo del terror en la
noche, ni de la flecha que vuela de día; ni de la peste que se propaga en las
tinieblas, ni del azote que devasta a pleno día. Caerán mil a tu lado, diez mil a tu derecha;
pero a ti no te alcanzará.
Con sólo mirar con tus ojos verás
la retribución de los impíos. Porque tú
has elegido al Señor como refugio; has puesto al Altísimo como asilo. A ti no te alcanzará ningún mal, ni la plaga
se acercará a tu tienda, porque ha dado órdenes a sus ángeles que te guarden en
todos tus caminos. Te llevarán en sus
palmas para que no tropiece tu pie en piedra alguna. Caminarás sobre serpientes y víboras;
pisotearás al león y al dragón.
Porque se ha unido a Mí, lo
libraré, porque reconoce mi Nombre, lo engrandeceré. Me invocará y Yo le
escucharé; con él estaré en la tribulación, lo libraré y lo glorificaré. Lo saciaré de muchos días y le haré ver mi
salvación.
Anhelo
de encuentro con Dios, que manifiesta su poder y su bondad en el Templo.
Oh Dios, Tú eres mi Dios, al alba
te busco, mi alma tiene sed de Ti, por Ti mi carne desfallece, en tierra
desierta y seca, sin agua. Por eso
contemplo en el Santuario, para ver tu poder y tu gloria. Tu misericordia vale más que la vida, mis
labios te alabarán. Así te bendeciré
toda mi vida, a tu Nombre alzaré mis manos.
Como enjundia y de grosura se saciará mi alma, y con labios jubilosos te
alabará mi boca.
En el lecho me acuerdo de Ti, en
las vigilias de la noche medito en Ti; porque Tú eres mi socorro, canto gozoso
a la sombra de tus alas. A ti se aferra
mi alma, tu diestra me sostiene.
Los que atentan contra mi alma irán
a las profundidades de la tierra, entregados al poder de la espada, serán pasto
de chacales. Pero el rey se alegrará en
Dios; cuantos juran por Él se gloriarán, porque será tapada la boca de los que
dicen embustes.
La FE
necesita ser Activada…..HEBREO 11
La fe
es fundamento de las cosas que se esperan, prueba de las que no se ven. Por ella los antepasados han recibido un
testimonio. Por la fe, sabemos que el
universo fue formado por la palabra de Dios, de modo que las cosas visibles
llegaron a la existencia a partir de lo invisible.
Por la fe, Abel ofreció a Dios un
sacrificio mejor que el de Caín; por ella fue declarado justo al aceptar Dios su
ofrenda, y por la fe, aún después de muerto, todavía habla.
Por la fe, Henoc fue arrebatado
para que no viera la muerte, y no se le encontró, porque Dios se lo había
llevado; antes de tránsito recibió el testimonio de haber agradado a Dios. Sin fe, en efecto, es imposible agradarle,
porque el que se acerca a Dios debe creer que existe y que premia a quienes le
buscan.
Por la fe, Noé, prevenido por Dios
acerca de lo que aún no se veía, construyó con religioso temor un arca para la
salvación de su familia, y por esta fe condenó al mundo y llego a ser heredero
de la justicia según la fe.
Por la fe, Abrahán obedeció al ser
llamado para ir al lugar que iba a recibir su herencia, y salió sin saber
adónde marchaba, Por la fe, peregrinó
por la tierra prometida como en tierra extraña, y habitó tiendas, igual que
harían Isaac y Jacob, coherederos de las mismas promesas; porque esperaba la
ciudad fundada sobre cimientos, cuyo arquitecto y constructor es Dios. Por la fe, también Sara, que era estéril,
recibió vigor para concebir, aún superada ya la edad oportuna, porque creyó que
era digno de fe el que se lo había prometido.
De modo que de uno solo, y ya decrépito, nacieron hijos tan numerosos
como las estrellas del cielo e incontables como las arenas del mar.
En la fe, murieron todos ellos, sin
haber conseguido las promesas, sino viéndolas y saludándolas desde lejos, y
reconociendo que eran peregrinos y forasteros en la tierra. Los que hablaban así manifestaban que iban en
busca de una patria. Pues si hubieran
añorado la tierra de la que habían salido, habrían tenido ocasión de volver a
ella. Pero aspiraban a una patria mejor,
es decir, a la celestial. Por eso, Dios no se avergüenza de ser llamado Dios
suyo, porque les ha preparado una ciudad.
Por la fe, Abrahán, puesto a
prueba, ofreció a Isaac, y el que había recibido las promesas se dispuso a
ofrecer a su único hijo de quien se le había dicho: En Isaac tendrás
descendencia. Pensaba en efecto, que
Dios es poderoso incluso para resucitar de entre los muertos. Por eso lo recobró y fue como un símbolo.
Por la fe, Isaac dio la bendición
de los bienes futuros a Jacob y Esaú.
Por la fe, Jacob al morir, bendijo
a cada uno de los hijos de José y le adoró apoyado sobre el extremo de su
bastón.
Por la fe, José, a punto de morir,
recordó el éxodo de los hijos de Israel y dio disposiciones sobre sus restos
mortales.
La fe de Moisés, de los Jueces y de
los Profetas.
Por la fe, Moisés, recién nacido,
fue ocultado durante tres meses por sus padres, porque vieron que el niño era
hermoso y no temieron el edicto del rey.
Por la fe, Moisés, ya adulto, se
negó a ser llamado hijo de la hija preferida del Faraón, y prefirió verse
maltratado con el pueblo de Dios que disfrutar el goce pasajero del pecado,
estimando que el oprobio de Cristo era riqueza mayor que los tesoros de Egipto,
porque tenía la mirada puesta en la recompensa,
Por la fe, salió de Egipto sin
temer cólera del rey, y se mantuvo firme como quien ve al invisible.
Por la fe, celebró la Pascua y la
aspersión de la sangre, para que el exterminador no tocara a sus primogénitos.
Por la fe, cruzaron el Mar Rojo
como si fuera tierra seca, mientras que los egipcios que lo intentaron fueron
tragados por las aguas.
Por la fe, se derrumbaron los muros
de Jericó después de dar vueltas alrededor de ellos durante siete días.
Por la fe, Rahab, la meretriz, no
pereció con los incrédulos, por haber acogido en son de paz a los exploradores.
¿Qué más diré? Me faltaría tiempo
si tuviera que hablar de Gedeón, Barac, Sansón, Jefte, David, Samuel y los
Profetas, que por la fe sometieron reinos, ejercieron la justicia, alcanzaron
las promesas, cerraron bocas de leones, apagaron la violencia del fuego,
escaparon del filo de la espada, se curaron de enfermedades, fueron valientes
en la guerra y abatieron ejércitos extranjeros.
Hubo mujeres que recuperaron resucitados a sus muertos. Algunos fueron torturados, porque rehusaron
la liberación para lograr una resurrección mejor. Otros soportaron escarnios y azotes, e
incluso cadenas y cárcel. Fueron
apedreados, aserrados, muertos a espada, anduvieron errantes cubiertos con
pieles de oveja y de cabra, necesitados, atribulados y maltratados ¿el mundo no era digno de ellos!, perdidos por desiertos y montes, por cuevas
y cavernas de la tierra.
Y aunque todos recibieron alabanzas
por su fe, no obtuvieron sin embargo la promesa. Dios había previsto algo mejor para nosotros,
de forma que ellos no llegarán a la perfección sin nosotros.
Gozosa
confianza en Dios, pastor solícito.
El Señor es mi pastor, nada me falta.
En
verdes prados me hace reposar; hacía aguas tranquilas me guía; reconforta mi
alma, me conduce por sendas rectas por honor de su Nombre.
Aunque
camine por valles oscuros, no temo ningún mal, porque Tú estás conmigo; tu vara
y tu cayado me sosiegan.
Preparas
una mesa para mí frente a mis adversarios.
Unges
con óleo mi cabeza, mi copa rebosa.
Tu
bondad y misericordia me acompañan todos los días de mi vida; y habitaré en la
Casa del Señor por dilatados días.
Áspero y
critico…..1 CORINTIOS 13
Aunque
hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo caridad, sería
como el bronce que resuena o un golpear de platillos.
Y aunque tuviera el don de profecía
y conociera todos los misterios y toda la ciencia, y aunque tuviera tanta fe
como para trasladar montañas, si no tengo caridad, no sería nada.
Y aunque repartiera todos mis
bienes, y entregara mi cuerpo para dejarme quemar, si no tengo caridad, de nada
me aprovecharía.
La caridad es paciente, la caridad
es amable; no es envidiosa, no obra con soberbia, no se jacta, no es ambiciosa,
no búscalo suyo, no se irrita, no toma en cuenta el mal, no se alegra por la
injusticia, se complace en la verdad; todo lo aguanta, todo lo cree, todo lo
espera, todo lo soporta.
La caridad nunca acaba. Las profecías desaparecerán, las lenguas
cesarán, la ciencia quedará anulada. Porque ahora nuestro conocimiento es
imperfecto, e imperfecta nuestra profecía.
Pero cuando venga lo perfecto, desaparecerá lo imperfecto. Cuando yo era niño, hablaba como niño, sentía
como niño, razonaba como niño. Cuando he
llegado a ser hombre, me he desprendido de las cosas de niño. Porque ahora vemos como en un espejo,
borrosamente, entonces vemos cara a cara.
Ahora conozco de modo imperfecto, entonces conoceré como soy conocido.
Ahora permanecen la fe, la
esperanza, la caridad: las tres virtudes.
Pero de ellas la más grande es la caridad
Secreto
de la felicidad.....COLOSENSES 3:12-17
El
progreso de la vida interior.
Por tanto, como elegidos de Dios,
santos y amados, revestíos de entrañas de misericordia, de bondad, de humildad,
de mansedumbre, de paciencia.
Sobrellevaos mutuamente y perdonaos
cuando alguno tenga queja contra otro; como el Señor os ha perdonado, hacedlo
así vosotros. Sobre todo, revestíos con
la caridad, que es el vínculo de la perfección.
Y que la paz de Cristo se adueñe de vuestros corazones: a ella habéis
sido llamados en un solo cuerpo. Y sed
agradecidos.
Que la palabra de Cristo habite en
vosotros abundantemente. Enseñaos con la
verdadera sabiduría, animaos unos a otros con salmos, himnos y cánticos
espirituales, cantando agradecidos en vuestros corazones. Y todo cuanto hagáis de palabra o de obra,
hacedlo todo en nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de
él.
La
confianza en Dios.
¿Qué diremos a esto? Si Dios está con nosotros, ¿quién contra
nosotros?
El que no perdonó a su propio Hijo,
sino que lo entrego por todos nosotros, ¿cómo no nos dará con él todas las
cosas? ¿Quién presentará acusación
contra los elegidos de Dios? ¿Dios el
que justifica? ¿Quién condenará? ¿Cristo Jesús, el que murió, más aún, el que
fue resucitado, el que además está a la derecha de Dios, el que está
intercediendo por nosotros? ¿Quién nos
apartará del amor de Cristo? ¿La
tribulación, o la angustia, o la desnudez, o el peligro, o la espada? Como dice la escritura:
Por tu
causa somos llevados a la muerte todo el día, somos considerados como ovejas
destinadas al matadero.
Pero
en todas estas cosas vencemos con creces gracias a aquel que nos amó. Porque estoy convencido de que ni la muerte,
ni la vida, ni los ángeles, ni los principados, ni las cosas presentes, ni las
futuras, ni las potestades, ni la altura, ni la profundidad, ni cualquier otra
criatura podrá separarnos del amor de Dios, que está en Cristo Jesús, Señor
nuestro.
Paz y
descanso…..MATEO 11:25-30
Acción
de gracias de Jesús
En aquella ocasión Jesús declaró:
Yo te alabo, Padre, Señor del cielo
y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios y prudentes y las
has revelado a los pequeños. Si Padre,
porque así te ha parecido bien. Todo me
lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo sino el Padre, ni nadie conoce
al Padre sino el Hijo y aquel a quien el hijo quiera revelarlo.
Venid a mí todos los fatigados y
agobiados, y yo os aliviaré. Llevad mi
yugo sobre vosotros y aprended de mí que soy manso y humilde de corazón, y
encontraréis descanso para vuestras almas: porque mi yugo es suave y mi carga
ligera.
Cuando
el mundo parece mayor que Dios…..SALMO 90
Súplica
al Señor, santo, eterno, ante la brevedad de la vida y sus penalidades.
Señor Tú has sido nuestro refugio
de generación en generación.
Antes de que fueran engendrados los
montes y la tierra y el orbe fuesen formados, desde siempre y para siempre Tú
eres Dios.
Al polvo haces volver al hombre,
diciendo: Volved, hijos de Adán.
Pues mil años a tus ojos son como
un día de ayer, que pasó, como una vigilia de la noche.
Tú los arrastras, son un sueño al
amanecer, como hierba que brota: por la mañana florece y crece, por la tarde es
segada, y se seca.
Pues tu ira nos ha consumido, tu
furor nos ha turbado.
Has puesto nuestras culpas delante
de Ti, nuestros pecados ocultos, a la luz de tu rostro.
Todos nuestros días pasan bajo tu
indignación, hemos consumido nuestros años como un suspiro.
Los años de nuestra vida son
setenta, u ochenta para los más fuertes; pero la mayor parte de ellos son
trabajo y afanes, pues pasan presto, y emprendemos vuelo.
¿Quién entiende la fuerza de tu ira
y tu indignación según el temor que se te debe?
Enséñanos a llevar buena cuenta de
nuestros días, para que logremos un corazón sabio.
¡Vuélvete, Señor! ¿Hasta cuándo…?
Ten piedad de tus siervos.
Sácianos de mañana con tu
misericordia, exultaremos y nos alegraremos todos nuestros días.
Haznos gozar por los días en que
nos afligiste, por los años en que vimos la desgracia.
Que se muestre a tus siervos tu
obra, y a tus hijos tu majestad.
El esplendor del Señor, nuestro
Dios, esté con nosotros.
Haz prósperas las obras de nuestras
manos, las obras de nuestras manos hazlas prósperas.
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