viernes, 27 de marzo de 2015

UFFF... NO TUVE TIEMPO



Uufff!!!.Que mensaje más bonito. 

Un día como hoy me invitaron a conocer a Dios pero no tuve tiempo,
siempre tenía cosas que hacer en la casa.

El trabajo, los estudios, los amigos.
 En fin.

Nunca tuve tiempo, hasta que llego el tiempo de morir y cuando estuve ante Dios ,
me presente y él tenía en sus manos un libro. Era el libro de la vida.

Dios busco en su libro y dijo: "tu nombre no lo puedo encontrar, una vez estuve a punto de anotarlo, NO TUVE TIEMPO.

Y yo recordé aquel día que no tuve tiempo para él, volvió, lo mire a los ojos muy triste y sonrió diciéndome: "No te preocupes hijo Mío siempre Tendré Tiempo para TI".

Pero iras a la tierra nuevamente a enseñar esta lección de vida que es:

 NUNCA DECIR QUE NO TIENES TIEMPO PARA DIOS!!!

miércoles, 25 de marzo de 2015

HOY QUIERO RECORDAR



Recordar que han pasado 57 años de mi vida y he hecho cientos de cosas de distintos tipos: estudiar, jugar, leer, casarme, tener una hija, pero también le he fallado a DIOS, a la Iglesia, a mis Padres y Familia en muchas formas.
Pecado, porque no me he ocupado del todo de aquel prójimo que pude ayudar en algun momento, así como de utilizar todos los talentos recibidos de Dios para ofrecerlos a los demás, me he sentido superior; en una palabra me comporte mal como católico en distintos tramos de mí vida, pero después de todo esto y haber perdido mi trabajo, busque a DIOS y ahí estaba esperándome después de tantos años y me esta ayudando a recuperarme.
Me perdí la experiencia más importante y extraordinaria de mi vida, la que ha sido la de ir encontrando a DIOS, CRISTO y ESPIRITU SANTO, hasta estos dos años y no termino de admirar, asombrarme y quedarme con la boca abierta de su inmensa misericordia y perdón.
Digo tarde porque pude haber comprendido muchas cosas con anterioridad y ser mejor de lo que he podido ser.
A lo largo de estos años he perdido muchos familiares, amigos, compañeros de viaje que con gran compromiso me orientaron y apoyaron; cada uno de ellos a ser un mejor ser humano; muy seguramente enviados por DIOS a realizar esta labor de encaminarme por un camino digno para el SEÑOR, donde gracias a ellos no perdí la compostura frente a vicios, no cometí grandes faltas y si tome lo mejor que pude mis responsabilidades y de la mejor manera que las entendí, a pesar de mis faltas ya mencionadas; pero que gracias a ellos no llegaron a ser más que lo bueno en mí.
Hoy que quiero recordar, lo hago frente a una nueva prueba que DIOS me pone en mi camino y que sabía que llegaría pero no con la premura y de la forma que ha llegado. Es un nuevo momento de decisión en mi vida.
De esos momentos que he pasado varios y que pareciera que con todo respeto al SEÑOR, me toca ser quien decide el destino de un ser querido.
Llevo años haciéndolo ya debería de haber aprendido, pero dejarme decirles que esto no se aprende porque por más que uno lo haga, en cada evento se va un pedazo de mi vida y de mi corazón, a pesar de que supusiéramos distanciamiento, cansancio, dureza de carácter o cualquier otro calificativo, para mitigar importancia, pero no es así; esta persona no deja de ser importante en mi gran libro de buenos, malos recuerdos y hechos, que llamo MI VIDA el día que se vaya con DIOS (Mi hermana, que tiene una enfermedad terminal. Pero desde nos lleva a mi otra hermana y a mí a DIOS todos los días, al compartir con ella la Liturgia y el Evangelio).
Ha sido una carrera de 30 y tantos años que les aseguro que hay que vivirla para sentirla y saber la responsabilidad que conlleva cuidar de tus seres queridos de todo a todo, pero lo más difícil de  esta responsabilidad se va acabando cuando todos se van antes que yo al SEÑOR, quedandome el anímo de que estarán con DIOS por el misterio de la resurección.
Así estoy en este momento, después de tantos que me han dejado espero que mi Fe en DIOS, que todos hallan resucitado y estén con EL, esperándome el día que tenga a bien llamarme de este mundo.
Pero sé que no he podido hacer mi parte para con mi prójimo, me queda tiempo y muchas ganas, si DIOS quiere, me perdona e ilumina.
De ahí viene este gran compromiso de querer recordar hoy, donde si he estado atento a todos aquellos seres queridos cercanos a mí de muchas formas, pero ciego en buscar en los demás al hermano que debí haber hecho el intento de hacer algo por él.
Y aquí me confieso ante DIOS todopoderoso y ante vosotros hermanos que mucho he pecado de pensamiento, palabra obra y omisión, por mi culpa, por mi culpa por mi gran culpa.
Y ruego a la María siempre Virgen, a los Ángeles, a los Santos y a ustedes hermanos que intercedan por mí ante DIOS, nuestro SEÑOR.

PARA TI CON MUCHO AMOR

En la soledad de mi habitación permití que entrará DIOS, mientras conversamos le entregué todas mis preocupaciones, angustias, enfermedades, dolencias, malestares y temores.

Le pedí que cuidara siempre de mí y de mi familia. Él que debemos amarnos unos a otros como Él nos ha amado.

Le dije que tú lo necesitabas también y se fue rumbo a tu casa para darte bendiciones , salud y amor. Cuando llegue a tu dulce hogar, entrégale todo lo que no te deja ser feliz, pídele que te bendiga a tí, a los tuyos y encamínal a otro hogar.

Por favor no dejes morir este mensaje, el propósito es llevar el mensaje del amor de DIOS al mundo entero.

Te deseo un mundo de bendiciones y alegrías!

Recuerda que quién regala bendiciones recibe bendiciones dobles.

Jesús eres mi fuerza, te amo, te necesito, sáname y sana a mi familia!

jueves, 12 de marzo de 2015

LA ORACION

La oración es una ofrenda espiritual que ha eliminado los antiguos sacrificios. ¿Qué me importa - dice - el número de vuestros sacrificios? Estoy harto de olocaustos de carneros, de grasas de becerros; la sangre de toros, corderos y chivos no me agrada. ¿Quién pide algo de vuestras manos?

El Evangelio nos enseña qué ess lo que pide el SEÑOR: Llegada la hora - dice - en que los verdaderos adoradoresadorarán al Padre en espíritu y en verdad. Porque DIOS es espíritu y, por esto, tales son los adoradores que busca. Nosotros somos los verdaderos adoradores y verdaderos sacerdotes, ya que, orando en espíritu, ofrecemos el sacrificio espiritual de la oración, la ofrenda adecuada y agradable a Dios, la que el pedía, la que el preveía.

Esta ofrenda, ofrecida de corazón, alimentada con la fe, cuidada con la verdad, integra por la inocencia, limpia por la castidad, coronada con el amor, es la que debemos llevar al altar de DIOS, con el acompañamiento solemne de las buenas obras, en medio de salmos e himnos, seguros de que con ella alcanzaremos de DIOS cualquier cosa que le pidamos.

¿Qué podrá negar DIOS, en efecto, a una oración que procede del espíritu y de la verdad, si es EL quien la exige? Hemos leído, oído y creído los argumentos que demuestran su gran eficacia.

En tiempos pasados, la oración liberaba del fuego, de las bestias, de la falta de alimento, y sin embargo no había recibido aún de CRISTO su forma propia.

¡Cuanta más eficacia no tendrá, pues, la oración cristiana! Ciertamente, no hace venir el rocío angélico en medio del fuego, ni cierra la boca de los leones, ni transporta a los hambrientos la comida de los segadores (como en aquellos casos del antiguo Testamento); no impide milagrosamente el sufrimiento, sino que, sin evitarles el dolor a los que sufren, los fortalece con la resignación, con su fuerza les aumenta la gracia para que vean, con los ojos de la fe, el premio reservado a los que sufren por el nombre de DIOS.

En el pasado, la oración hacía venir calamidades, aniquilaba los ejércitos enemigos, impedía la necesaria. Ahora, por el contrario, la oración del justo aparta la ira de DIOS, vela en favor de los enemigos, suplica por los perseguidores. ¿Qué tiene de extraño que haga caer el agua del cielo, si pudoimpetrar que de allí bajara fuego?  La oración es lo único que tiene poder sobre DIOS; pero CRISTO no quiso que sirviera para operar mal alguno, sino que toda la eficacia que EL le ha dado ha de servir para el bien.

Por esto, su finalidad es servir se sufragio a las almas de los difuntos, robustecer a los débiles, curar a los enfermos, liberar a los posesos, abrir las puertas de las cárceles, deshacer las ataduras de los inocentes.

La oración sirve también para perdonar los pecados, para apartar las tentaciones, para hacer que cesen las persecuciones, para consolar a los abatidos, para deleitar a los magnánimos, para guiar a los peregrinos, para mitigar las tempestades, para impedir su actuación a los ladrones, para alimentar a los pobres, para llevar por buen camino a los ricos, para levantar a los caídos, para sostener a los que van a caer, para hacer que resistan los que están de pie.

Oran los mismos ángeles, ora toda la creación, oran los animales domésticos y los salvajes, y doblan las rodillas y, cuando salen de sus establos o guaridas, levantan la vista hacia el cielo y con la boca, a su manera, hacen vibrar el aire. También las aves, cuando despiertan, alzan el vuelo hacia el cielo y extienden las alas, en lugar de las manos, en forma de cruz y dicen algo que asemeja una oración.

¿Qué más podemos añadir acerca de la oración? El mismo SEÑOR en persona oró; a EL sea el honor y el poder por los siglos de los siglos.

                                                                       Del Tratado de Tertuliano, presbítero, Sobre la Oración