miércoles, 10 de enero de 2018

ESCUCHA

*Escucha: *
Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará (Juan 12:26)
*Piensa: *
Si hoy deseo progresar en la virtud, necesito vivir en el temor del Señor y no buscar mi propia libertad, pero sí disciplinar mis sentidos y evitar la necedad vacía. Es un gran avance cuando el hombre considera y medita en su estado real de la vida y sobre los múltiples peligros de su alma, pues de esa manera se acerca perfectamente a la felicidad de la vida.
Cuando no atiendo a mis propias fallas, frecuentemente doy espacio a la risa vacía y preparo el camino a mi propia destrucción.  Ninguna libertad es genuina y ningún regocijo es óptimo a menos que esté fundamentado en el temor al Señor y en una buena conciencia y hoy quiero temer a Dios.
Feliz es el hombre que puede echar el peso de cada cuidado y recordar que sólo Dios le puede ayudar en largo camino de su diario vivir.  Feliz es el hombre que lanza de su propia alma toda mancilla o pecado que carga su conciencia.
Hoy oro humildemente al Señor que pueda darme espíritu de contrición.  Hoy es día de oportunidad para adorarle mientras vivo en absoluta y completa reverencia a él.   Me doblego ante su presencia y me humillo con gozo sabiendo que en ese espíritu podré contemplar cada falla de mi vida a la luz de la santidad de Dios.
*Ora: *

Dios todopoderoso, Sé que este día es una oportunidad más recibida de tu mano para vivir en la pureza que tu presencia requiere.  Señor, trata con las partes profundas de mi vida y mientras tanto yo te adorare con alegría.  *Amén. *

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