Todo inicia el 3 de
febrero de 2015 con una visita de mis hermanas al Médico (cardiólogo), ya que
una de ellas (70 años de edad) venía padeciendo una fuertísima retención de
líquidos en todo el cuerpo, taquicardia, con lo cual complicaba su vida diaria,
haciéndola difícil de sobrellevar.
Después de una auscultación
y platica correspondiente con su Médico, se decide que ya no abandone el
Hospital y sea internada en Terapia Intensiva e iniciar primero con diuréticos y
bajar la fuerte hinchazón de todo el cuerpo por la retención de líquidos, y
amenazaba la ya acumulación de agua en sus pulmones (50%) su capacidad pulmonar.
Me avisan de esta
decisión y de inmediato estoy en el Hospital para saber más de la primera
impresión del Médico y acompañar a mis hermanas (una de 77 años y la enferma
como ya se mencionó (de 70 años); por la prontitud de su aviso las alcance en
la sala de Urgencias del Hospital, donde iniciaban ya la aplicación de
medicamentos y la preparación para subirla a Terapia Intensiva.
De lo que pudieron
contar, los pasos a seguir en el tratamiento eran los siguientes: detectaron
una taquicardia fuerte que marcaba un cuadro de preocupación de índole
cardiaco, sumado a la ya mencionada excesiva retención de líquidos en su
organismo y disminución en su capacidad respiratoria.
De tal manera que el Médico
por tranquilidad la quería tener muy bien monitoreada, en lo podían hacerle una
serie de estudios para ir descartando causas del cuadro médico que presentaba y
poder dirigir con mayor exactitud el tratamiento correcto.
Por lo tanto, lo
primero era cuidar con medicamentos vía intravenosa el tema cardiaco, y a su
vez reducir lo más pronto posible la acumulación de líquidos en todo el cuerpo,
haciendo énfasis en recuperar la mayor capacidad respiratoria posible buscando
que no afectara el primer diagnóstico de posible problema cardiorrespiratorio.
También vía intravenosa
iniciaron su alimentación, para que su dieta fuera totalmente blanda y no
forzar al organismo a grandes procesos de digestión que como consecuencia
pudieran exigir mayor trabajo al corazón.
Toda vez ya instalada,
expediente abierto y puesto en marcha el plan de acción se fueron iniciando los
respectivos análisis que irían dando la certidumbre esperada para que fuese más
puntual el tratamiento.
Como son naturales en
estos casos las visitas son limitadas para los familiares y amigos, pudiendo
pasar a verle una persona cada cinco minutos por espacios de tiempo cortos
tanto en la mañana como en la tarde.
Comento lo anterior,
porque intuía que mi hermana comenzaría un camino de búsqueda interna de
acercamiento a DIOS y aprender a pasar grandes lapsos de tiempo en soledad, a
lo que ella en su vida normal no le había sucedido nunca con esta intensidad.
Lo cual podría abrir un cuadro de angustia y tristeza en algunos momentos.
Dicho esto tuvo a bien
el Médico asignarle una Psicóloga que la pasaba a visitar para monitorear estos
posibles escenarios.
Así como el que le llevaban
la comunión casi todos los días.
Nosotros seguíamos en
lo posible las visitas para mantenerla tranquila y querida como debía ser y
también en total comunicación con su Médico responsable.
Al paso de los primeros
días, empezó a ceder la hinchazón por la retención de líquidos en forma constante,
con lo cual mi hermana se empezó a sentirse más a gusto, también vinieron los
primeros resultados clínicos que en conversación con el Médico, recibimos una
explicación completa.
En esta explicación se
nos revelaba que el tema de la taquicardia estaba totalmente controlado y que
no había sido la causa del cuadro que presentaba mi hermana al momento de ser
internada; sin embargo habían encontrado una falla renal y veían la necesidad
de hacer otros estudios con un enfoque más amplio y que tendría que seguir en Terapia
Intensiva hasta tener resultados más reveladores de su situación médica.
Fuimos muy claros en
decir que se siguiera adelante pues teníamos que saber toda causa que la tenía
ahí.
Se mantuvo la
solidaridad de la familia cercana, sobrinos, primas y amigos por visitarla como
se venía haciendo hasta ese momento, todos con un entusiasmo reservado, pero
con un nivel de esperanza al dar un giro el diagnóstico.
Los siguientes análisis
de los riñones arrojaron una alarmante señal en cuanto a sus resultados, un
riñón tenía un tumor pero su funcionamiento era normal y sólo había que estar
atentos; el otro riñón tenía nódulos tampoco normales, pero menos preocupantes.
Harían otra serie de
estudios para descartar problemas malignos del tumor y harían una biopsia para
cerciorarse del funcionamiento adecuado de los riñones porque no les agradaba a
los Médicos (Cardiólogo y del Sistema Renal) ahora a cargo de mi hermana, había
ya un problema que dejaba pasar toda proteína por los riñones, que en un
funcionamiento normal no tendría por qué hacerlo.
Seguían pasando los
días en Terapia Intensiva y el estado de ánimo de mi hermana estaba empezando a
ceder, su cuerpo pasó de estar deformado por la retención de líquidos a un
inicio de deterioro lento, a pesar de que le mantenían todos los medicamentos,
alimentación intravenosa y alimentación vía oral.
Nuestros familiares de
León, Guanajuato vinieron a verla por unos cuantos minutos por la gravedad de
la enfermedad y despedirse de ella, sin decírselo de esta manera pero
esperábamos ya lo peor.
Insisto en lo del ánimo
porque no es un aliado en una incertidumbre como la que ella estaba pasando,
donde se daba cuenta de todo; al grado que les pedimos a los Médicos que ya no
le dieran más explicaciones de nada hasta haber platicado con mi hermana o
conmigo.
Porque lo que estaba
sucediendo era espantarla por la manera tan técnica de explicar y además por no
tener un diagnóstico definitivo y su tratamiento con sus subsecuentes pasos.
Finalmente después de
una buena labor de los Médicos (que hay que decirlo) tuvimos nuevamente una
reunión con una larga explicación que consistió en lo siguiente:
Sus
riñones efectivamente no podían retener proteínas al haber un fallo funcional
en una de las partes externas de los riñones y que tratarían de ver si con
tratamiento lo resolvían.
Confirmaron
que el tema del tumor y nódulos, no valía la pena hacer nada por su edad y
porque no impedían en funcionamiento de los riñones, con lo cual no había
sospecha de que pudiese ser maligno.
Sin embargo, nos
pidieron unos días más porque faltaban por analizar unos cortes de la biopsia
más profundos y que esos tomaban más tiempo en su interpretación.
La pasaron al sexto
piso donde comenzó un período muy especial en su comportamiento y estado de
ánimo, que era desconcertante, ya que tenía periodos de euforia y períodos de
total depresión con cansancio que incluso nos pedía que la dejáramos sola y nos
marcháramos.
Aquí puedo agregar que
seguramente estaba consiente de todo lo que estaba sucediendo y era una forma
de refugiarse o de darse esperanza, aun cuando expresamente no se le había
dicho la gravedad de su enfermedad, pero no había que ser genio para que ella
viera su propio deterioro porque estaba totalmente consciente de todo lo que
acontecía.
Por estas fechas unas
dos semanas más o menos después de haber llegado al sexto piso empezó a
demostrarnos una fortaleza enorme, unas ganas de vivir, nada de quejas, enojos
y su comportamiento normal al de su carácter como alguien no enfermo.
Como comente, empecé a
notar en su charla que había contactado en esos momentos de soledad, y que la
compañía de DIOS estaba presente en sus pensamientos. Lo cual según sus
comentarios esto le traía paz y tranquilidad.
Al paso de unos cuantos
días vinieron los resultados finales de la biopsia y fueron desalentadores,
habían encontrado que tenía cáncer en la sangre (mieloma de la células
plasmáticas), y que para cerciorarse al 100% harían una última biopsia de hueso
para estar seguros, en este momento como en los anteriores tomo el caso como Médico
responsable (un oncólogo)
El estado físico y
mental de mi hermana estaba descomponiéndose en lo físico perdiendo peso y en
lo mental empezando a tener lapsos de pérdida de memoria o de inventar situaciones
que en realidad no eran ciertas o no habían pasado.
Como era de esperarse
se confirmó el diagnostico por parte del Médico (oncólogo) y ahora responsable
de mi hermana, así como coordinador de los demás Médicos para ir tomando el
relevo de lo que venían haciendo.
Aquí tuvimos una caída
de ánimo toda la familia y amigos, porque había decisiones que tomar con
respecto a su tratamiento, debiendo decir que su enfermedad era tan rara como con
lo que se le podía dar para tratarla, solo esperanza de mejorar su calidad de
vida hasta el final.
Por cierto esta calidad
de vida ya estaba en una fase totalmente de deterioro diario, con diferentes
variantes de estado de ánimo y comportamiento.
Se decidió al fin darle
una leve cantidad de quimio vía oral para limitar los dolores por 21 días y
reevaluar la situación total de su organismo, la duración y la calidad de esta.
También iniciamos
diariamente la Lectura de la Liturgia de las Horas y la Misa de todos los días
a manera de apoyo emocional y acercamiento a DIOS, pero no sólo de ella sino de
todos los que en el momento de estas Lecturas estuviésemos con ella.
Lo comento así, porque
para algunos de los que la visitamos diario se fue gestando un intercambio de
comportamiento de afección muy grande, donde hemos recibido más lecciones de
vida de ella a nosotros que lo que hemos podido aportarle.
Repito su fortaleza,
valentía, resignación, alegría (algunas veces), euforia otras, jamás llanto,
siempre la mano amiga de una hermana que buscaba nuestro consuelo pero la que
nos lo daba era ella, cuyo deterioró era enorme, que todos los Médicos que la
visitaban estaban estupefactos de cómo era posible su comportamiento en un
cuerpo muy descompuesto, llagado, lastimado por todas partes, usando sonda y
pañales, etc.
El paso del tiempo ha
sido inexorable y seguimos todos acudiendo diariamente con una doble esperanza
o sentimiento encontrado (sensación que no hemos compartido los que la
visitamos con frecuencia, pero que seguro nos sentimos igual), en la que la
queremos ver egoístamente viva, pero también muerta en manos de DIOS
definitivamente porque su cuerpo es irreconocible para quien la conocía hace 97
días o más y sabía de lo que eran todas sus actividades diaria.
Ya no toma más que
medicamentos para el dolor, oxigeno de soporte respiratorio, ensure y lo que
tenga a bien comer, se le han dado en
este período de tiempo tres veces la unción de los enfermos y comunión especial
en esos momentos en los que estábamos seguros que nos dejaba y dábamos gracias
a DIOS por su descanso, pero no ha sido así.
Seguimos todos
visitándola con el mayor entusiasmo posible del que somos capaces, continuamos
con las Lecturas cuando no está ya muy cansada, porque en estas últimas dos
semanas casi no ha comido nada y duerme la mayor parte del tiempo.
Después de tanto tiempo
es un tributo a la vida que sólo podemos admirar y seguir su ejemplo con gran
vocación de dar y no preocuparnos por recibir, porque eso es lo que ha estado
haciendo; también nos ha recordado todo lo que tenemos y damos por hecho y
merecido; nos ha demostrado lo equivocados que estábamos al sentirnos acerca de
DIOS, cuando es ella la que está al lado de DIOS dándonos amor todos los días y
siendo instrumento de DIOS para corregir todos nuestros defectos como humanos.
Pareciera tan simple
decir tengo una hermana enferma, pero no es así debemos decir tenemos una HIJA
DE DIOS con nosotros que por un misterio de Fe sigue con nosotros para que
aprendamos a ser diferentes y dar hasta donde ella nos sigue enseñando que se
puede dar; nos transforma el alma y corazón, claro para el que así lo quiere
ver o entender.
Yo debo decir que
después de 97 días que han pasado no dejo de aprender, que me cuesta muchísimo
trabajo comprender que me falta a mí en lo personal y ver lo que me falta
entender de DIOS a través de ella, hoy cuando estaba leyendo la Liturgia se me
humedecieron los ojos conforme iba haciéndolo porque sentí en mí mismo que la
lectura era hoy más para mí que para los que estábamos con mi hermana.
Y por dentro me sentía
tan alejado de DIOS, que quería estallar porque sigo atado a lo material como:
dinero, pero no sé cómo desprenderme de esa atadura porque en nuestro mundo el
dinero en cantidades razonables, paga todo lo que hacemos empezando por el
propio hospital, créditos que he tomado para vivir, manutención y otros.
Hoy domingo 10 de mayo
2015, como los días anteriores la encontramos más cansada, su espalda más
lastimada, al igual que sus pies, pero como la constante de todo este tiempo ni
una queja. Me permitió leerle la Liturgia de las Horas y el Evangelio,
quedándose dormida en sus pensamientos, que nos damos cuenta porque cierra sus
ojos y empieza con leves auto reflejos de sus ojos o dedos de sus manos.
Como otros días no
comió nada, que por cierto ya sólo le traen todo en papilla porque no puede
morder a la falta de sus dientes, que ya no le quedan firmes en su boca y se
puede lastimar la misma.
Al día 99 no ha
despertado en todo el día, las enfermeras han tenido que darle varias vueltas
de lado en la cama para ponerle crema en su espalda y que la apoye lo menos
posible porque ya es una gran llaga producida por su misma enfermedad, por
supuesto no ha comido y bebido nada y sus síntomas vitales están en los mínimos
para sobrevivir.
Su sueño es profundo y
tiene constantes auto reflejos en los ojos y extremidades, síntoma que indica
que conscientemente no controla sus movimientos y que su cerebro está empleando
la mayor parte de su esfuerzo en mantenerla viva.
Hoy increíblemente amaneció
completamente despierta y reconociendo a todos los que la visitamos, aun cuando
su movilidad era prácticamente nula y con un cansancio grande que la
desconectaba de vez en cuando. La visito el Padre Rafael otra vez, se confesó y
platicaron unos momentos.
Él como todos nosotros
está al pendiente, ya que según nos ha comentado nunca en su experiencia como
sacerdote le había tocado un caso como el de mi hermana, y ver la manifestación
de DIOS a través de una persona y lo que pudiera significar para los que la
rodeamos. Espero de todo corazón que estemos a la altura del sacrificio que
ella ha pasado por nosotros y sepamos ser mejores en nuestras vidas.
Por la tarde tuve
reunión en la Dirección Médica del Hospital, a la que asistió el Director
Médico del Hospital, los Médicos tratantes de mi hermana, Oncólogo y Geriatra,
así mismo, Directora de Cuentas de Pacientes y el Director Jurídico del
Hospital.
El tema fundamental fue
que hacer a partir de hoy viernes 15 de mayo con los cuidados de mi hermana,
sentí la reunión con un poco de temor por parte de los miembros del Hospital;
al ver que el que más hablaba era el abogado y el geriatra.
El punto es que querían
cerciorarse que no tenía ninguna intención de llevar acción alguna contra el
hospital y que ellos estaban preparados en ayudar a darle un apoyo médico más
humano y tratarla como enferma y no como un extraño en una cama por tener una
enfermedad terminal.
Esto es importante
porque volvió en ellos el término “su hermana está enferma y tenemos que darle
mejores condiciones para que llegue a su final que las que le estamos dando”
Por supuesto que
accedí, siempre y cuando esto se mantuviera de esa manera hasta que DIOS Quiera
que ella este con nosotros.
Seguimos con la
Liturgia hoy que es la Ascensión del Señor, con lo cual se fue durmiendo como
muchas otras veces pero estoy seguro que cada día que pasa está más cerca de CRISTO
y que ha platicado con él, siendo tiempo lo que él debe determinar para
llevarla a su lado.
Ya su deterioro físico
es total, esta vendada por todos lados por la cantidad enorme de llagas, pero
ella ni queja de nada. Con algunos que al irla a visitar tienen la suerte de
verla despierta u otros encontrarla totalmente dormida, lo que podemos darnos
cuenta que la aplicación de suero, buscando su hidratación ha sido
prácticamente nula.
Paso el fin de semana
entre despierta y dormida, pero ya muy concentrada en sus propios pensamientos
e imágenes que su subconsciente le enviaba, nos dábamos cuenta al verla poco
participativa en nuestra platica y totalmente acostada recta en su cama.
De domingo en la tarde
a martes, ya no abría los ojos y su percepción de nuestra presencia era
prácticamente indiferente para ella, nos dimos cuenta que el final estaba muy
cerca.
El martes 19 de mayo
cuando llegue al hospital me encontré con mi otra hermana y mi esposa,
preocupadas y afligidas; ya que desde temprano después de que la bañaron, las
enfermeras mismas comentaron que ya no sostenía su cabeza y que el aumento de
llagas iba rápidamente en aumento en todo el cuerpo.
Ellas empezaron de
inmediato a vendarle más y ponerle pomadas que pudieran mitigar su dolor, si es
que lo tenía porque ya no despertaba, ni se movía.
Unos minutos más tarde
le pusieron vía intravenosa morfina en pequeñas cantidades para mitigar
cualquier tipo de dolor que los Médicos suponían pudiera tener. Pasó el médico
a visitarla y con voz fuerte trato de que reaccionara y mi hermana seguía sin
hacerlo.
Se le pidió a las
enfermeras que la cambiaran de pañal y asearan nuevamente, así como volverle a
hacer curaciones por todas las partes que se podía aplicar la pomada y
vendarle.
Gracias a DIOS falleció
alrededor de la 18:00 hrs., tranquila y de la mano de DIOS.
Nosotros iniciamos
todos los trámites para llevarla a la funeraria, tener una misa ahí, su
incineración y recoger sus cenizas.
Ayer 21 de mayo,
celebramos una misa en la Iglesia de Covadonga donde el Padre Don Rafael la oficio
y fue un momento de grandes emociones encontradas, pero todas ellas
acercándonos a DIOS con la total convicción de que mi hermana estaba con el
SEÑOR desde su muerte.
Asistió toda la familia
y amigos cercanos, haciendo una despedida sentida, llena de calor, apoyo entre
todos y la certeza de que habíamos presenciado a través de mí hermana un gran
misterio de DIOS para mandarnos un mensaje de que nuestras vidas tienen que
cambiar para mejor y dar más amor a los demás.
116 días donde pasamos
de todo además de la enfermedad de mi hermana, pero que nos iba convirtiendo
lentamente pero con fortaleza, ejemplo y amor, que iniciaba una nueva etapa en
nuestras vidas y así lo tomamos con responsabilidad y compromiso en la Fe.