*Escucha: *
Jesús le dijo:
Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y
creyeron (Juan 28:30)
*Piensa: *
En 1834, Charlotte
Elliot escribió el himno «Tal como soy». Sufrió una discapacidad durante muchos
años, y aunque quiso ayudar a reunir fondos para una escuela para niñas, estaba
demasiado enferma. Se sentía inútil, y esta angustia interior hizo que
comenzara a dudar de su fe en Cristo. Entonces, escribió el himno en respuesta
a su vacilación. La clave de su desazón tal vez se expresa mejor en esta
estrofa:
Tal como soy,
buscando paz,
en mi desgracia y
mal tenaz,
conflicto grande siento
en mí,
Mi Dios, heme
aquí.
Tres días después
de su muerte y sepultura, Jesús resucitó de la tumba e invitó al discípulo al
que la historia denomina «el incrédulo Tomás» a palpar las marcas de su
crucifixión (Juan 20:27). Cuando Tomás tocó sus heridas, creyó. Entonces, Jesús
afirmó: «Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no
vieron, y creyeron» (v. 29).
En la actualidad,
los creyentes en Cristo son aquellos que, aunque no vieron, creen. Sin embargo,
nuestras circunstancias terrenales generan ocasionalmente graves interrogantes
en el alma. Aun en esos casos, clamamos: «Creo; ayuda mi incredulidad» (Marcos
9:24). Jesús nos invita a acudir a Él tal como somos.
*Ora: *
Señor, ayúdame a
confiar en ti cuando la vida pierde sentido. Reemplaza mis dudas con una fe
renovada en ti. *Amén*
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