jueves, 20 de agosto de 2015

HAN PASADO CUATRO AÑOS.....

Han pasado cuatro años desde que comencé a utilizar este medio de comunicarme con ustedes que me hacen el gran favor de leer, porque significa que algo se está haciendo bien al informar, divulgar y trasmitir lo que otros han escrito, así como en la minoría de las veces he escrito sobre algún tema yo mismo.

Sin embargo, para efectos de lo que propuse al inicio de esta pequeña travesía por las redes sociales, he aprendido que gracias a Dios, todavía hay lectores que buscan cosas novedosas, históricas, anecdóticas, serias, de aventura y tantas más, pero siempre encontrando honestidad, verdad, respeto y en algunos casos la reflexión.

Se dice que un escritor, plasma en sus libros una buena parte de lo que es como persona, pues en mi caso sin ser el escritor si busco aquellos temas que me invitan a invitar a otros, compartir de que vivimos en un mundo mucho mejor de lo que nos imaginamos, que detrás de todo lo que he comunicado existe el misterio, la verdad, la paciencia, la caridad, el amor, la fe de un gran Dios, quien es responsable de todo; inclusive de que este escribiendo estas palabras.

Si pienso en empezar a escribir más de lo que lo he hecho hasta ahora, quisiera hacerlo a manera de breve tributo a mi hermana que ayer cumplió 3 meses de fallecida y seis de que inició un gran peregrinaje hasta llegar al final de su vida.

Nos dejó, sí, pero con un gran reto por delante que fue su tremendo aguante al dolor del cáncer que la acabo día a día sin quejarse, con una sonrisa siempre en ese tortuoso camino que tuvo de altibajos hasta el final.

Recordaba el nombre de enfermeras, camilleros, doctores con una facilidad tremenda, que asombraba a propios y extraños porque íbamos viendo su deterioro físico diariamente, pero su lucidez era enorme.

Nos acordamos tarde de decirnos uno al otro te amo, pero lo hicimos amalgamándonos en decenas de ocasiones en un solo pensamiento, en alguna travesura de niños, en algún viaje, o como el día del niño compartimos un chocolate. O como iba a llegar con mis padres al cielo,  que ya los había visto, pero todavía no era el momento de irse.

Ese nuestro gran secreto.

Pase mi cumpleaños con ella y otros familiares, pero el centro era ella que nos daba ese ejemplo de luchar por lo que queremos y nos lo demostró hasta el final.

¿La extraño? Sí que la extraño porque nos cambió a todo aquel que pudo entender el gran misterio de la muerte y resurrección, a aquel que vio en ella la semana santa que la pasamos en el hospital y veíamos en ella a Cristo deteriorándose delante de nosotros como lo hemos leído y oído decenas de veces en la biblia o en misa.

Como nos dijo el Sacerdote, su amigo y confesor; se está santificando ante nosotros y yo nunca en mi vida sacerdotal (83 años) había visto algo de esta naturaleza y fortaleza para ir camino al encuentro de Dios.

Así que, aquí estoy recordándola con todo mi corazón y compartiendo con todos mis amigos lectores esta gran experiencia de haber sido testigo de la fuerza de voluntad, las ganas de vivir y saber cuándo dejarnos.

Te quiero Toñy

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