Los tres hermitaños es un cuento ruso acerca de tres monjes que vivian en una isla. León Tolstoy cuenta que algunos milagros ocurrieron mientras que estos tres monjes rezaban. Su unica oración era:
Nosotros somos tres;
ustedes son tres;
tengan misericordia de nosotros.
Cuando esto llegó a los oídos del obispo, decidió visitar a estos tres monjes y enseñarles a rezar más apropiadamente. Luego de haberles dado algunas pautas acerca del asunto, el obispo salió de regreso a su casa.
De pronto el obispo vio que una bola de luz perseguía a su bote. Eran los tres monjes que venían corriendo encima del agua. Cuando llegaron al bote le dijeron: "Nos hemos olvidado parte de sus instrucciones y queremos preguntarle otra vez".
El obispo meneó la cabeza y dijo humildemente: "Olvidense de lo que yo les he enseñado y continúen rezando como siempre lo han hecho".