*Escucha: *
Grandes cosas han
hecho Jehová con nosotros; Estaremos alegres (Salmos 126:3)
*Piensa: *
Siempre fui muy
cercano a mi sobrino, que, por la ausencia de mi hermano, era como un hijo.
Cuando luchó con la adicción a las drogas siete años, mi esposa y yo
enfrentamos muchos días difíciles. Mientras orábamos y esperábamos que se
recuperara, aprendimos a festejar las pequeñas victorias. Si nada malo pasaba
en un lapso de 24 horas, nos decíamos uno al otro: «Hoy fue un buen día».
Esa pequeña frase se convirtió en un recordatorio para dar gracias a Dios por
su ayuda en las cosas más pequeñas.
Escondido en el Salmo
126:3, hay un recordatorio aún mejor de la misericordia de Dios y lo que esta
significa en definitiva para nosotros: «Grandes cosas ha hecho el Señor con
nosotros; estaremos alegres». ¡Qué versículo maravilloso para recordar la
misericordia de Jesús al morir en la cruz por nosotros! No hay día difícil que
pueda cambiar la verdad de que, pase lo que pase, nuestro Señor ya nos ha
mostrado una bondad inconmensurable, y que «para siempre es su misericordia»
(Salmo 136:1).
Cuando hemos
vivido circunstancias difíciles y descubierto que Dios es fiel, recordar esta
verdad ayuda muchísimo en las próximas tormentas de la vida. Tal vez no sepamos
cómo nos llevará el Señor a superar las circunstancias, pero su misericordia en
el pasado nos ayuda a confiar en que lo volverá a hacer.
*Ora: *
Señor, te agradezco
por las grandes maravillas, que ejecutas, aún sin yo saber cómo, en cada área
de mi vida. Ayúdame a no olvidar que cada día intentas cambiarme y hacerme
crecer, permíteme en cualquier circunstancia recordar que tus ojos están
siempre sobre mí y que Tu misericordia nunca me abandona. *Amén. *
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