Progresista o decadencia.
En estos tiempos “modernos” en donde la tecnología nos
aplasta un día si y el otro también, donde todo es desechable, donde lo
correcto es ser PROGRESISTA o te acusan de que “no estás preparado todavía para
ciertas cosas”, parece que nos da miedo decir u opinar sobre lo que pensamos o
creemos, preferimos estar al margen, hacemos como que no vemos o escuchamos lo
que pasa. O peor aún, dependiendo del foro a veces con timidez damos nuestra
opinión.
Es de llamar la atención cuando los PROGRESISTAS
exigen tolerancia y no la tienen ante nadie que piense diferente. Es decir, la
tolerancia es para con ellos.
Parece que ser PROGRESISTA, es estar de acuerdo en
todo lo que antes estaba prohibido o se veía mal, es decir, los valores
universales establecen que hacer, decir o comportarse de cierta manera, ahora
todo se acomoda para poder hacer lo se quiera sin ser juzgado o sin sentirme
mal. Me vuelvo PROGRESISTA y así puedo hacer, decir o actuar de la manera que
me de la gana, sin pensar que estoy actuando mal y logrando la aceptación de la
comunidad. Si no me convienen una regla o un valor la meto en la canasta de
progresista y así seguimos cambiando las cosas a nuestro antojo.
Hoy los temas candentes como el matrimonio y / o
adopción entre parejas del mismo sexo, el aborto, la marihuana, las drogas etc.
Mañana pretenderán autorizar la poligamia, la trata de personas, el sexo con
animales o todo aquello que se les ocurra.
Llama la atención ver como la mayoría de esta gente
está cayendo en un juego, sin darse cuenta que es utilizada para enriquecer a
ciertos grupos e intereses económicos. Estos movimientos pro matrimonios y pro
adopción entre parejas del mismo sexo, pro aborto, pro legalización de las
drogas etc., generan una gigantesca bolsa de dinero nada despreciable para que
a través de “modas” o “corrientes modernas” y utilizando la mercadotecnia, la
gente se deje llevar y los apoye la mayoría de las veces sin analizar o ver de
lo que forma parte.
Es de risa ver a la gente ir como borregos a las
marchas de apoyo a los 43 desaparecidos, que seguramente desapareció el Narco y
van con un churro de mota que ese mismo narco llevo a sus manos.
Es como ser cliente asiduo de un Table Dance y estar
en contra de la trata de blancas.
La congruencia es algo que muy pocos tienen pero que
los progresistas no conocen.
La gente no analiza , no lee, no se informa , en la
mayoría de los casos, sólo sigue a los demás y acepta sin darse cuenta por
miedo a ser como dije antes, tachado de “no estar preparado todavía para estas
cosas” o que lo califiquen de FRESA, CONSERVADOR o MOCHO.
Pero mas grave aun es ver como la gente que no está de
acuerdo, tampoco hace nada. Aceptamos al callar, punto.
Hoy es una época en la que la mujer con ese afán de
tener iguales derechos que el hombre confunde la igualdad con la equidad. Para
mí, debe de haber equidad en todo, en sueldos, oportunidades, respeto, pero no
somos iguales. Somos hombre – mujer. Diferentes. Es curioso ver como es la
misma mujer la que ha confundido lo anterior.
En mi opinión lo que está pasando es que estamos en un
tobogán hacia la DECADENCIA total. Una decadencia que quizá empezó con los Baby
Boomers y no conocemos hasta donde va a llegar.
Como dice DANTE ALIGHIERI en LA DIVINA COMEDIA
(INFIERNO):
"A la mitad del viaje de nuestra vida me encontré en
una selva oscura, por haberme apartado del camino recto".
Lo que pienso es que hay AUSENCIA DE DIOS en nuestras
vidas. Lo hemos apartado y negado. SOY AGNOSTICO, SOY ATEO, SI CREO pero llevo
mi fe muy personal. Es decir, una Fe PROGRESISTA. Donde me aprieta o me obliga
, ahí no.
Ausencia de Dios. Sí, lo hemos sacado de la familia,
de las escuelas, de nuestras conversaciones con los hijos y los amigos, de
nuestra vida diaria.
Aceptamos todo lo que está a nuestro alrededor, lo
aceptamos por que nos lo pintan de manera divertida, con intriga o suspenso sin
analizar el trasfondo de las cosas y sin importa que aplaste nuestros valores.
Vemos, leemos, oímos y vamos a donde no está Dios y
después nos quejamos que como es posible que Dios quiera que pasen las guerras,
el hambre, el odio. Pero ¿qué no somos nosotros los que nos hemos encargado de
aceptar todo lo que nos dicen? ¿No somos nosotros los que hemos echado a Dios
fuera de nuestro mundo? , ¿No somos nosotros los que preferimos no ser tachados
de FRESAS, CONSERVADORES o MOCHOS y nos hacemos como los changuitos que no
vemos, no oímos y no hablamos?
Eso si, cuando estamos cerca la muerte, la gran
mayoría manda llamar al sacerdote para limpiar el alma.
Soy de la generación en la que mis padres te decían todo
con los ojos, donde los padres apoyaban a los maestros de la escuela, donde
todos heredábamos la ropa, juguetes y cosas de nuestro
hermanos grandes o primos y lo valorábamos, donde la
familia era lo mas importante. Una vida en la que estaba Dios siempre presente.
En donde se inculcaban los valores morales y espirituales. Donde me enseñaron
que en estos temas no hay mitades. No hay medio embarazadas .
Creo como dije antes, estamos en un proceso de
decadencia y estoy seguro que tendrá que pasar algo que vuelva a cambiar las
cosas para bien. La biblia y la historia se han encargado de avisarnos que hay
que renovar.
EL ARCA DE NOE, SODOMA Y GOMORRA, EL INCENDIO DE ROMA
por nombrar algunos casos, que más allá de haber sido un fin del mundo,
marcaron el fin de épocas de decadencia. Quizá la siguiente no la vea, no lo
sé, pero estoy seguro que llegará.
En lo personal yo estoy en desacuerdo con el
“matrimonio” entre parejas del mismo sexo y mucho mas desacuerdo en que
adopten. No acepto el aborto, pues les guste o no, sí es matar a un ser vivo,
esa es la verdad. Te declaran clínicamente muerto cuando deja de latir el
corazón, por lo que deberían declararte clínicamente vivo cuando éste empieza a
latir.
Tampoco pienso que aceptar las drogas acabe con el
tema de la violencia. Ya existe una delincuencia organizada, la cual si
legalizas la droga , delinquirá con otras cosas.
No puedo quedarme callado ante lo que no me gusta, es
muy probable que no sirva de mucho decirlo si lo digo sólo yo. Espero que la
gente deje la frialdad y pasividad y defienda con más pasión las cosas con las
que no está de acuerdo.
Por lo pronto tengo claro que prefiero ser de los que
“no estamos preparados para entender estas cosas”, que no seré progresista
nunca, estoy orgulloso de regir mi vida siempre con la presencia de DIOS y
estoy seguro que siempre preferiré ser llamado FRESA, CONSERVADOR O MOCHO.
Enrique Quintanilla
Madero
9 de Julio del 2015