¡Qué pena me dan quienes
no cantan
pues se mueren con la
música por dentro ¡
Oliver Wendell Holmes
¿Qué receptivo estaría
usted a la primera opción que le presenta Dios? Explíquese
Primera
opción. - vida breve, llena de enfermedades, pobreza y burla por parte de la
gente.
Segunda
opción. - llena de salud, riquezas y honor.
Tomaría
la primera opción, ya que viene con el mismo amor de Dios. Entendiendo que
vendría acompañada con talentos o dones para esta opción y poder servir al
Señor.
No
todo es lo material (desafortunadamente necesario), eso lo tengo claro, lo
importante es llevar a cabo la obra del Señor, como la tenga dispuesta para
nosotros vía nuestros talentos e iluminación a través del Espíritu Santo.
Aceptaría,
por qué justamente es Dios quien decide en el momento de la concepción; quienes
somos, a que familia vamos a pertenecer, si seremos sanos o enfermizos, en qué
país naceremos y si nuestra vida será económicamente acomodada.
Esto
siempre lo he pensado y defendido, simplemente espero que tendré otras
obligaciones, metas y obras a realizar al tomar esta opción.
Qué
para lo cual Dios seguramente me las dará, así como otros talentos para usarlos
y cumplir con mi obra en la Fe en este mundo para Gloria del Señor.
La decisión de hoy es la
realidad de mañana.
Anónimo
27 marzo 2013
¿Qué meta tengo en estos
momentos? ¿Cuánto más estoy sacrificando para alcanzarla?
Mi
meta es ser mucho mejor que cuando empecé estos Ejercicios Espirituales.
Qué
mi felicidad que hoy es muy baja, aumente al provenir del poder desarrollar las
obras que siempre me he propuesto; como mejorar la calidad de vida de aquellos
con los que interactuó en mi trabajo y disfrutarlo.
Es
completar la obra de Dios con el uso total de mis talentos nuevamente en obras
por mi Fe en Él y para el bien de todos los que se pueda.
Es
como asistir a unas Olimpiadas, sin importar sacrificio, porque no es cuestión
de dinero y riqueza para mí.
Es
cuestión de vivir en plenitud y el Señor sabe lo que necesito y con lo que me
basta.
La
meta no está lejos si sigo perseverando en alcanzar lo que me propongo.
El enemigo de lo mejor,
no es lo peor,
sino lo suficiente.
L.
P. Jacks
¿Estaría dispuesto a
adoptar esta declaración como una guía para el resto de mi vida? De no ser así,
¿cómo la cambiaría para hacerla más aceptable?
Los
Ejercicios Espirituales de San Ignacio nos dan una serie de pautas para la
vida. Dicen: “Fui creado para compartir mi vida y mi amor con Dios y con los
demás, para siempre. Creo firmemente que Dios creó todas las cosas para
ayudarme a alcanzar este propósito. Por lo tanto, creo que debo usar las cosas
que Dios ha creado sólo si me ayudan a alcanzar mi objetivo y descartar
aquellas que me lo van a impedir. Y, por lo mismo, eso también quiere decir que
no debo preferir algunas cosas sobre otras. Por ejemplo, la salud sobre la
enfermedad, la riqueza sobre la pobreza, el honor sobre el deshonor o una vida
larga sobre una breve.
¿En qué forma me ayuda
esto a alcanzar el propósito para el cual me creó Dios?
Después
de todo lo pasado en mi vida y que ha quedado reflexionado, admitido a través
de estos Ejercicios, así como un profundo arrepentimiento sobre lo que no
estuvo bien en mí pasado, acepto esta declaración para el resto de mi vida.
Que
me permita ésta alcanzar el propósito de mi vida encargado por Dios, vía el
Espíritu Santo al otorgarme los talentos o dones que tengo y con estos generar
las obras que espera de mí el Señor.
Cada
vez más me convenzo que obras debo dejar por el bien de mi Fe en Dios y lo
material debo procurar sólo por lo necesario y si obtengo más es para llenar
alguno de los propósitos de las obras encomendadas por el Señor.
La vida es la novela de
Dios,
dejemos que él la
escriba.
Isaac Bashevis Singer
¿Cuál es el punto de esta
reflexión? ¿Cómo se relaciona con las “pautas para la vida” de la reflexión
anterior?
La
siguiente reflexión fue encontrada en el bolsillo de un soldado difunto de la
Confederación durante la guerra civil americana:
“Pedí
salud para lograr cosas grandísimas; y se me dio enfermedad, para hacer cosas mejores…
Pedí riquezas para ser feliz, y se me dio la pobreza, para ser más sabio… Pedí
poder llegar a recibir la alabanza de los demás, y se me hizo frágil, para
sentir necesidad de Dios… No se me dio nada de lo que pedí, pero se me dio todo
lo que ansié.
Casi,
a pesar de mí mismo, mis mudas oraciones fueron contestadas.
De
todos los seres humanos, soy el que ha recibido las bendiciones más
abundantes”.
La
reflexión indica que Dios se ocupó de dar al soldado lo que le era necesario
para él y lo que se esperaba de él, aun cuando al principio no lo entendiera
así.
Cada
pauta de la vida de una persona tiene distintas interacciones o comportamientos
en uno mismo y ante los demás.
Nos
confiamos cuando todo va bien según nosotros y vamos poco a poco olvidándonos de
por qué y para qué estamos en este mundo.
Se
descomponen las cosas y nos acordamos de amigos (que no lo son), de Dios que lo
es todo en nuestra vida, pero tenemos que reajustarnos a su ritmo, plan y
tiempos.
Debo
retomar con sinceridad un compromiso de largo plazo y más a mi edad, para lo
cual estoy dispuesto.
Estoy
siguiendo estos Ejercicios Espirituales para encontrar nuevamente mí propósito
y ser mejor con mis obras y tener más Fe a través de éstas.
No
está siendo fácil, pero voy mejorando y algo es claro en todo este trabajo,
cumplir con lo que Dios tenga para mí y dar 100% como lo venía haciendo y que
espero pronto corregirlo.
Debo
encontrar mayor paz espiritual y lo material deberá inquietarme menos, aun
cuando es necesaria en un mundo predominantemente materialista, pero debo
cuidar que lo sea sólo en lo indispensable.
Si
hay más, hay que hacer más obra en el nombre del Señor.
Los problemas son usados
por Dios
para moldear a las
personas en
algo mejor de lo que ya
son.
Anónimo
Pero no se haga mi
voluntad, sino la tuya.
Cuando yo desee lo que
Dios desea, sabré que mi corazón está en lo correcto.
Le pedí a Dios que me
ayude a amar a los demás tanto como el me ama a mí, y Dios dijo: “Ah, por fin
se te ha ocurrido una buena idea”
Semana 8 / 31 marzo 2013
¿Cómo puedo estar
engañando a la “persona del espejo”?
No
puedo y cuando ha sucedido intencionalmente o no intencionalmente, de inmediato
tengo congoja y arrepentimiento.
Sé
que el espejo soy yo mismo y es difícil mantenerse sin engaños, ahora mismo
estoy tratando de encontrar el verdadero yo.
El
que he sido hasta ahora se formó para complacer a muchos en el camino, a veces
sabiéndolo y otras no del todo.
Mi
Fe, aunque débil no me permitió alejarme totalmente del Señor y si hay una
parte de mí consciente de los talentos que tengo y que debo utilizarlos para el
bien de muchos.
Estoy
buscando retomar el camino de lo obra en mi Fe, estoy seguro de la mala y
convenenciera influencia y amistad de muchos que han pasado por mi vida dejando
daño.
Casi
caigo totalmente en sus promesas, debo seguir dando la lucha con cuidado porque
son demasiado malos y que por temor les di mi confianza.
Al
paso de estas semanas y los acontecimientos como se han presentado, voy cambiando
y las cosas también pero poco a poco.
He
podido darme cuenta cuanto me usaban por mis ideas y mis contactos para sus
fines, situación que logro evitar con un enorme daño emocional y económico.
Más,
sin embargo, he empezado a protegerme mejor y doy gracias a Dios que siempre
estuvo ahí por difícil que se puso.
Por
tanto, engañar al espejo es cosa totalmente del pasado; no hay caminos cortos,
ni fáciles. En todos va Dios con nosotros, pero debemos respetar y cuidar que
las pautas se sigan.
Ninguna persona puede
hacer grandes hazañas,
a menos de que sea
profundamente sincera
consigo misma.
James Russell Lowell
¿Me he dado cuenta que
estoy usando erróneamente los talentos y dones que me ha dado Dios? ¿Qué
ejemplos concretos podría dar?
Tal
vez en alguna ocasión use el talento del convencimiento para algún placer o
diversión pasajera, nada grave o forzando a nadie; sin pretender con esto
justificarme.
Fuera
de esto no los he usado nunca para hacer una maldad a nadie.
Como
algo distinto al uso de los talentos o dones, están mis propios pecados a lo
largo de mi vida, que aquí confieso nuevamente, me arrepiento enormemente y de
algunos no me olvido nunca por haber sido tan irresponsables ante Dios y los
hombres.
Por
lo anterior busco rehacer mi camino con el estudio de estos Ejercicios Espirituales
y acercarme como nunca a Dios.
Este
también puede ser el momento de agregar que con frecuencia tengo pensamientos
sobre ciertas cosas o eventos, donde lo que yo pienso el resultado de éstos es
distinto. No es grato saber que esto me pasa y he tratado de corregirlo por
muchos años y no he podido.
Creo
que en el fondo es el miedo de que pasen cosas desagradables a mí o personas
cercanas, debo dejar de hacerlo y pedirle al Señor que me aparte de estos
pensamientos.
Hoy
solo creo poder lograrlo entregándome más a Dios vía mis talentos y dones que
he recibido y la Fe.
Mi sentido del pecado
está ligado a mi sentido
de Dios.
cuanto más cerca estoy de
Dios,
más me doy cuenta de mi
carácter pecaminoso.
esto es así, pues la
distancia de Dios
reduce el contraste necesario
para que
reconozca mi verdadera
condición.
Anónimo
¿En qué momento de mi
vida me he encontrado en una situación parecida, de despertarme y ponerme a
rezar?
El
momento de más angustia y mezclado en mi mente incluyendo sentimiento de culpa,
fue en Houston en un viaje de acompañante de mi hermana. Yo tenía 14 años, un
evento tan profundo nunca se me había presentado y no entendía lo que pasaba.
Recuerdo claramente que recé mucho y salí a caminar para cansarme y despejarme.
Otra
ocasión similar en New York, me dio un vértigo muy fuerte sin explicación
médica y de ahí a la fecha que de tocado en mi angustia y depresión tomando
medicinas. Por primera vez claramente me di cuenta de que soy muy aprensivo y
bueno, por lo que soy propenso a que me dañen y me aguanto antes de hacer daño
a nadie.
Hoy
espero enmendar algo de esto y arrancar un nuevo camino que me permita estar
dedicado de cuerpo y alma a dar todo a aquello que me acerque más al Señor.
Una cosa es lamentar el
pecado
porque nos expone a ir al
infierno,
y otra es lamentarlo
porque es una maldad
infinita.
Gardiner Spring
¿Qué tan difícil es para
mí admitir que estoy pecando? ¿Qué tan responsable me siento por los pecados
colectivos?
No
me molesta admitir mis pecados y cuando los detecto de inmediato se van a mi
corazón, cabeza y no duermo bien; hasta que logro un arrepentimiento.
Los
arrastro por mucho tiempo y difícilmente los olvido, queda la huella en mí como
una gran falla hacía mi forma de ser y hacía Dios.
De
los pecados colectivos me indignan tanto que pareciera que participó en ellos.
Debemos
atacarlos tanto cuanto esté en nuestras manos, no venimos a este mundo para ser
observadores de semejantes atrocidades. Pero la mayor parte de la solución es
rezar y pedir por quien los comete que ya no lo haga y que los afectado
encuentren respuesta en Dios.
Alzare
mi voz contra estos pecados colectivos cuantas veces pueda.
Hemos
avanzado bastante.
Ya no robamos, sólo nos
llevamos al de las tiendas,
Ya no mentimos, solo
damos información equivocada.
Ya no fornicamos, solo
estamos pasando un buen rato.
Ya no matamos, solo
estamos terminando el embarazo.
Anónimo
¿Qué consejo daría a las
personas a quienes les resulta muy difícil admitir que han pecado?
Que
traten de aceptarlo y se acerquen al Señor por la vía que ellos tengan a bien
decidir, u orientarlos que lo hagan por medio de la oración sencilla y
arrepentimiento sincero.
Debe
haber arrepentimiento y búsqueda interna para que no vuelva a cometerse.
Dios
nos escucha y perdona de muchas formas, la más común es vía la oración.
Hay dos clases de
personas:
los virtuosos que se
creen pecadores;
y el resto quienes se
creen virtuosos.
Blaise Pascal
¿Qué he hecho por Jesús
en el pasado? ¿Qué estoy haciendo por Jesús en el presente? ¿Qué es lo que debo
hacer por Jesús en el futuro?
He
hecho por Jesús en el pasado y hasta hoy (presente) lo mejor que he podido en
cada etapa de mi vida, pero me salí del camino y fue poco.
Espero
un futuro más feliz y más entregado, porque hoy lo conozco mejor y me
arrepiento que tarde en hacerlo; lo que me permite afirmar que estoy preparado
para hacer mejor las cosas encomendadas a mí para que las ofrezca a Dios.
Jesús
sabe a la perfección lo que hice, estoy haciendo y haré, porque está a mi lado
y sólo yo lo puedo echar a perder.
Oh, Señor, reforma
nuestro mundo,
comenzando conmigo mismo.
Oración Cristiana China
Voz de Jesús, tú me
llamaste
cuando me aleje de ti.
Brazos de Jesús, ustedes
me levantaron
cuando me resbalé y caí.
Corazón de Jesús, tú me
amaste
incluso cuando pequé.
Semana 9. / 7 abril 2013
¿Puedo yo nombrar a “tres
de mis compañeros más queridos”, quienes rehusarían ir conmigo a la eternidad?
Ninguno
de mis tres compañeros más cercanos, se rehusaría ir conmigo a la eternidad.
Los poquísimos años que pasamos
en la tierra
son sólo la primera
escena del drama divino
que se extiende hasta la
eternidad.
Edwin Markham
¿En qué clase de persona
me estoy convirtiendo? ¿Cuánta seguridad tengo de esto?
Me
estoy convirtiendo en una persona más paciente, entregada con cuidado a las
cosas, a las obras y más reflexiva al ligar mis lecturas cotidianas a mis
Ejercicios.
No
va siendo fácil, pero voy paso a paso.
A
los 56 años, quiero enseñar a los jóvenes, toda mi experiencia. Ya he hecho dos
intentos con Universidades y lamentablemente no he tenido respuesta, pero en
eso seguiré empeñado porque es importante que lo haga.
También
estoy en dos proyectos que estoy propalando su creación y generación de
recursos para los fines que le den sentido a mi vida en Cristo Señor.
Espero
que los caminos se vayan aclarando y marcándome con fuerza la tendencia que
debo seguir.
Espíritu
Santo, soy tu siervo ilumíname.
Lo bueno de este mundo
no es tanto el lugar en
el que estamos,
sino hacía dónde nos
dirigimos.
Oliver Wendell Holmes
¿Cómo podría simplificar
lo que hago sin que nadie se dé cuenta? ¿Por qué no lo hago?
Si
simplifico las cosas que hago cuando las circunstancias lo permiten y no daño a
nadie. Suelo ser muy pragmático y delego en mi trabajo para que la gente se
responsabilice.
Si
no simplifico más es porque puedo dañar a alguien y así fui educado.
No
se me puede ocurrir bajar la calidad de mi trabajo, para obtener un beneficio
adicional, siempre he dado todo lo que tengo y lo he trasmitido para buscar
ayudar a los demás.
Primero, formamos
nuestros hábitos,
después, ellos nos
forman.
conquista tus malos
hábitos,
o ellos, tarde o
temprano, te conquistarán.
Dr. Rob Gilbert
Se
trata de Pietri Bandinelli, un joven muy atractivo de ojos claros y rostro
bondadoso. Leonardo da Vinci lo escogió para que posara como Jesús para el
mural de la última Cena. Años después
Leonardo todavía no había terminado la pintura. Un día sintió que el espíritu
lo llevaba a los barrios más pobres de Milán en busca de alguien que sirviese
de modelo para pintar a Judas. Luego de buscar más de una hora, encontró al
hombre perfecto. Sus ojos estaban nublados y su rostro era muy duro. Leonardo
le preguntó: “¿Nos hemos conocido anteriormente?”. El hombre respondió: “Sí, yo
fui el que sirvió de modelo para Jesús. Pero mi vida ha cambiado mucho desde
ese entonces”.
¿Cuál es el punto de esta
historia? ¿Qué lección puedo sacar para mi propia vida?
Que
el tiempo pasa y cobra factura durante nuestra vida, dependiendo de los caminos
que tomemos. Envejecer es un don que nos puede dar sabiduría y experiencia,
pero también podemos perder todo lo que hemos logrado en nuestra vida y la
huella se queda en el cuerpo.
En
este momento de mi vida estoy como el modelo de Leonardo (Pietri), a punto de
posar para otra figura en la obra del Señor.
Por
lo cual debo reflexionar y darle para adelante en tantas cosas buenas que he
hecho, renovarme; hacer que lo viejo en edad no me reste voluntad de hacer,
experiencia, sabiduría y motivación.
Debo
hacer que fructifiquen en mí obras que cambien a todas las personas que pueda,
poniendo un grano para cambiar el mundo en lo que sea posible.
Sé
que tengo el potencial de enseñar y ayudar a otros, debo lograrlo.
Pude haber tenido clase,
pude haber sido un
campeón,
pude haber sido alguien,
en lugar de ser un vago,
que es lo que soy.
Marlon Brando
¿Cuál es la principal
preocupación que tengo respecto al juicio de Dios cuando muera?
No
tengo ninguna preocupación del juicio que me pueda hacer Dios cuando me muera.
Estoy
consciente de lo que he hecho y estoy haciendo aquí en la tierra, me he
arrepentido de todos mis errores, he tomado lo bueno de mis experiencias y he
escuchado a todos los que me han formado con un consejo o con un golpe.
Debo
forjar mi futuro con más firmeza en mi Fe, en el Espíritu Santo y saber que
estaré con Dios el día que me muera.
Espero
terminar las obras que me estoy planteando realizar antes de que Dios me llame,
pero el maneja los tiempos y me queda claro que lo mínimo es estar listo.
Cuando venga el gran
Apuntador,
a escribir tu récord al
lado de tu nombre,
no escribirá si perdiste
o ganaste,
sino la manera en que
jugaste el partido.
Grantland
Rice
No hay comentarios:
Publicar un comentario