sábado, 14 de mayo de 2016

DE LA VIDA REAL. PARTE X.


¿Puedo recordar de alguna vez en la que casi me di por vencido porque sufrí al principio?



Cuando inicie una de las empresas en 1995 y casi no la libramos, lo que me ayudo fue Dios y el apoyo de unos amigos.

Cuando mi socio en la panadería me robo y se desapareció, fue un fuerte golpe; pero no me faltaron fuerzas para salir adelante.

He tenido muchos fracasos, pero un éxito más me ha ayudado a librarla y en este éxito ha estado la mano de Dios siempre a través de distintas personas o situaciones.

El período más difícil, lleno de incertidumbre, desesperación y estrechez financiera y de seguimiento a Dios ha sido este.

Ha sido miedo al triunfo, cansado y no lo supe manejar, y estoy totalmente arrepentido.

Por todo lo anterior y la mano de Dios estoy haciendo estos Ejercicios Espirituales, que voy comprendiendo poco a poco y día a día.

Tengo grandes talentos que me dio Dios, pero estoy sufriendo y llorando porque no encuentro la manera de conectarme a ellos como antes, estoy siendo paciente esperando la oportunidad de reencontrarme a plenitud y dar todo lo que tengo por dar.

Pero veo a mi alrededor y ahí está Dios atento a ayudarme, pero esperando un último esfuerzo de mí parte. Espero pronto encontrar trabajo, ocuparme de las cosas materiales, pero con una gran diferencia darle la debida importancia a la voluntad de Dios.

Señor espero tu ayuda y bendición.



El carácter se muestra en lo que haces

cuando tratas por tercera y cuarta vez.

                                      James Michener










¿Conozco a alguien que pueda irradiar “poder” con sola presencia? ¿Cómo lo puedo explicar?



Definitivamente los Vicarios de Cristo, su poder viene no sólo con su presencia, tienen conocimientos, aman al hombre y por supuesto vienen representando a Dios en la tierra, con todo lo que eso lleva de responsabilidad.

Hoy su trabajo es más vigilado tanto para lo bueno o lo malo que hagan, decidan o digan, son hombres falibles, pero muy preparados e iluminados por el Espíritu Santo; deben ser por tanto hombres de polémica.

Aun cuando a veces pienso que por lo que representan pudieran hacer más por la iglesia y por los hombres, ellos sabrán mejor que yo hasta donde se puede llegar. Es una cruz muy pesada para llevar, pero ese fue el camino elegido y todos tenemos la nuestra. Esperó que Dios los bendiga con la fuerza de lidiar en un mundo tan dispar.

El Papa Francisco está siendo atrevido, conservador, abriendo espacio a los laicos y a su vez quiere dejar una iglesia que dé más respuestas a los hombres, busca que retomemos el camino de Jesús.

Ilumínale Señor, dale paciencia y serenidad.



Jesús y todos los verdaderos santos a lo

largo de la historia han tenido poderes

espirituales y una profunda vida de oración.

Nosotros creemos que debe existir

alguna conexión

entre sus poderes y su vida de oración.

                                                Sherwood Eddy





Como Jesús tenía corazón humano el sintió miedo, así como nosotros. Sin embargo, después de aceptar la voluntad de su Padre mostró un valor increíble. ¿Por qué? ¿Puedo recordar alguna experiencia en la que sentí mucho valor luego de aceptar la voluntad de Dios?



Su Fe en Dios era inquebrantable y sabía cuál era su misión en la tierra de manera puntual con todo el sacrificio que esto tendría como hombre.

Lo fortalece saber que va a resucitar, pilar para mí fundamental para dejar constancia de su venida y de lo que nos espera como hijos de Dios.

Una experiencia puntal no, pero sí en como soy para cumplir mis obligaciones en el trabajo, con mis semejantes y el quehacer diario. Hoy comprendo que me falta un poco más y así lo haré.



Podremos guiar con seguridad

a través de cada tormenta,

mientras que sintamos que nuestro corazón

esté en lo cierto, nuestras intenciones

sigan fervientes, nuestro valor se

encuentre inmutable y nuestra confianza

esté puesta firmemente en Dios.

                                      San Francisco de Asís



¿Puedo acordarme de algún momento en el que yo empecé a rezar en agonía y terminé la oración en paz?



Puntualmente no recuerdo el momento.

Pero si puedo decir que me ha sucedido muchas veces a lo largo de mi vida, y la paz recogida al final de la oración es inigualable.

Son momentos muy íntimos con Dios, donde se le llega a confrontar por algo; pero en oración, llanto y respeto.



La oración no cambia a Dios,

pero cambia a quien la reza.

                            Soren Kierkegaard




Semana 28 / 19 agosto 2013.





¿Puedo recordar algún momento de debilidad, cuando hice algo similar a lo que hizo Pedro? ¿Qué efecto, bueno o malo, tuvo esto en mi vida?



Varios momentos de debilidad, haber dejado de estudiar y perder a mi primera novia, los abortos que tuvimos que afrontar, la muerte de mi padre.

Salí fortalecido de lo primero porque aun sin estudios, he hecho una vida que valiera la pena y aunque físicamente me aleje de la iglesia, de Dios no lo hice.

Perder a mi novia me dejo un hueco que no he podido llenar, aunque me digan que es capricho, necedad y otras cosas más.

Para mí fue un amor que se dio tan distinto a otros, que no he podido entender y que seguramente el hueco ahí quedará. Nunca lo sabré.

Los abortos que pasamos fueron también muy complicados, nunca me había sentido tan vació e inseguro y con gran miedo, hasta que tuve a mi única hija.

Haber podido sacar adelante a mi hija hasta el día de hoy.

La muerte de mi padre, quien marco mi vida para siempre y por quien aprendí todo lo que soy.

Estoy seguro que Dios jamás me abandono, porque de todo he podido salir adelante después de tantos años de heridas, recuerdos, responsabilidades y más.

Tuve una buena educación que me dio la fortaleza para ser lo que hoy soy, ya lo comenté la vida es una historia y no podemos arrancar las hojas que no nos gustan, hay que saber sobrellevarlas en el tiempo; son parte de nosotros para siempre.

Mi debilidad más reciente fue sentirme abandonado y sólo, por lo que doy gracias a Dios de que me allá encaminado a llevar estos Ejercicios Espirituales, para reencontrarme con mayor entereza y reanimarme a seguir adelante, quiero estar más cerca de Dios.

Gracias Señor por estos 56 años.



Una debilidad, con el favor de Dios, se puede transformar

en el más favorable aspecto de nuestro ser.



¿Qué es lo que siento cuando me pongo en el lugar de ese niño, frente a la crucifixión de Jesús?



Tal como le paso a él, me hubiese puesto a llorar.



No vayas allí donde hay un camino.

Más bien, haz un camino donde deba haberlo.

                                                                  Anónimo





¿Qué es lo que me impide ofrecer mis sufrimientos cotidianos a Jesús, en reparación por su sufrimiento o para ganar la gracia de Dios a fin de completar la labor de Jesús?



Tal vez me lo impide la falta de costumbre de haber contado con Él, como lo estoy hoy al estar más cerca. Deberé poner más énfasis en compartir con Jesús mis días y ser parte de la labor de Jesús en la tierra.



Cuando tengas ese maldito dolor, ¡úsalo!

                                      Ernest Hemingway



¿Por qué regresaría el anciano sacerdote a entregar la palabra de Dios, donde ya había sido torturado? ¿Qué es lo que me motivaría a mí a regresar?



Regreso porque era su labor encomendada por Dios, y sabía que Dios estaba con él al darle la oportunidad de volver al no haber muerto después de la tortura brutal que sufrió.

Lo mismo cuando tienes clara tu misión y que Dios está contigo.

No hay que temer a la muerte, porque para nosotros existe la resurrección, buena parte de la base de nuestra Fe en Dios.



Es la uva pisoteada

la que da el vino.

                   Anónimo

¿Puedo acordarme de alguna vez en que acepté el abuso de otra persona para evitar que las cosas se pusieran peor? ¿Puedo acordarme si alguna vez lo hice sencillamente para imitar a Cristo?



Si lo he hecho varias veces para evitar que las discusiones llegaran a niveles fuera de control.

Nunca me acorde en el momento que lo hacía por imitación a Cristo. Pero si lo hacía porque así estaba educado.



Cristo llevó sobre la cruz

nuestros pecados

cargándolos en su cuerpo…

sus cicatrices nos sanaron.

                            1 Pedro 2:24





La novela de C. E. Montague, titulada Justicia Ruda describe a un niñito sentado en la iglesia acompañado de su mamá. El niño está en un estado de asombro total, pues está escuchando por primera vez la historia de la crucifixión de Jesús. Esto lo ha conmovido tanto que empieza a sollozar en alto. Cuando la gente se vuelve a mirarlo, la madre se agacha y le susurra sonriente. “¡Amorcito, no debes tomar esta historia tan en serio!”.



¿En qué forma me parezco yo a la mamá del niño en esta historia de Montague? ¿Por qué?



No me parezco en nada a la mamá del niño.

Debió consolarlo con otros argumentos y al finalizar la misa, dar mayor explicación del evento, porque es real y fundamental en la creación del cristianismo; y por lo que representa el sacrificio de Jesús en nuestras vidas.



Podría sé, que solamente una iglesia crucificada

sea capaz de traer al Cristo crucificado

ante los ojos del mundo.

                                     W. E. Orchard

“Ninguna pena llegará a mi camino que yo ya no haya visto en tus tristes ojos. El camino solitario que recorriste me ha preparado para el dolor… Tu amor ha convertido en luz brillante este camino oscuro… Quédate conmigo, Señor, quédate. No sentiré miedo si, al estirar mi mano, te siento cerca de mí”.



Cuando de nuevo leo el poema en voz baja, dirigiéndome directamente a Jesús y mirándolo a los ojos, ¿qué es lo que Jesús me dice?



Jesús me dice que si comprendo todo su sufrimiento por el que paso, debo estar tranquilo que cuando tenga que pasar por algo similar y seguramente no igual, Jesús estará conmigo al alcance de una mano.



Si alguna vez el hombre fue Dios, o Dios fue hombre,

Jesucristo fue ambos.

                                      George Gordon (Lord Byron)





Semana 29 / 26 agosto 2013



¿Qué siento por dentro cuando veo que la gente se une espontáneamente a una procesión?



Siento un gran consuelo por ser parte de esa procesión, el que nos podamos acercar simbólicamente a Jesús en el día de ramos, como si estuviésemos esperándolo a la entrada de Jerusalén, es acogedor y muy importante.

Son emociones que salen del corazón (alma), atrae a la gente y no se pueden controlar los pensamientos que nos llevan a esas épocas donde en realidad sucedieron esos eventos, hubo mucho entusiasmo y dolor.

Es una lástima que nuestra vida diaria nos absorba tanto que no nos olvidáramos de este momento, aunque fuese por unos segundos, porque Jesús dio su vida por nosotros.

Alabado sea Jesús.




La nueva forma de Vía Crucis

se desliza por nuestras calles…

Pasa por calles de pobreza y sufrimiento

en todas sus formas.

Es delante de estas nuevas estaciones de la cruz…

que debemos detenernos y meditar.

                                      Michael Quoist





Cuando siento dolor, ¿cuánto me ayuda a recordar que Jesús sufrió terriblemente y que él entiende lo que estoy sufriendo?



Hasta ahora he tomado más conciencia de compartir mi dolor con Jesús y claro que de inmediato recuerdo todo lo que el sufrió por nosotros.

Lo que si hago con frecuencia en cuanto veo a otros lo que les falta o sufren, si me aflige mis limitaciones para ayudar, pero también pienso en Jesús de inmediato y doy gracias por lo que tengo y pido por aquellos que les falta.

Gracias Señor, por lo que tengo.



Yo llevo una cruz en mi bolsillo…

No es… para que la vea el mundo.

Es simplemente un acuerdo que

tenemos mi salvador y yo…

Me recuerda que, a diario, debo agradecerle

las bendiciones que me da

y debo tratar de servirlo mejor

en todo lo que digo y hago…

Me recuerda a mí y a nadie más

que Jesucristo es Señor de mi vida

si es que yo se lo permito.

                                      Anónimo






En su novela Legión, William Batty describe a un detective judío, que está parado solo, dentro de una iglesia. Un sacerdote acaba de ser asesinado mientras escuchaba confesiones. El detective ve la sangre en el piso y menea la cabeza. Luego muy despacio, levanta los ojos hacia un gran crucifijo. Su cara se suaviza y él le dice a Jesús:

“¿Quién eres? ¿Hijo de Dios?

No, tú sabes que no creo eso.

Pregunto solamente por cortesía…

Yo sé quién eres,

Pero tú eres Alguien.

¿Quién no se daría cuenta?

¿Sabes cómo lo sé?

Por lo que tú dijiste… Nadie en este mundo podría

haber dicho lo que tú dijiste…

¿A quién se podría ocurrir?... ¿Quién eres?

¿Qué es lo que quieres de nosotros?”



¿Cómo podría contestar yo a las dos últimas preguntas del detective?



Jesús es Hijo de Dios hecho hombre y vino al mundo a redimirnos por nuestros pecados muriendo en la cruz, resucitando al tercer día.

A indicarnos el camino a Dios Padre.

Decirnos que quiere que hagamos: del mundo un mejor lugar para vivir, que nos amemos los unos a los otros; como él nos amó. Qué tomemos nuestra cruz y lo sigamos.

Qué a través de la Eucaristía recordemos que estamos tan cerca de Él como más se puede. Qué nos apliquemos en el aprovechamiento de nuestros talentos por el bien propio y del prójimo. Qué le ofrezcamos nuestros sufrimientos para recibir su apoyo y bendiciones.

Reconocer la resurrección, como parte de la vida y la muerte camino a Dios.

Y que lo imitemos lo más posible en todo lo que nos enseñó.

Te alabamos Señor.




Yo conozco a los hombres,

y yo te digo que Jesucristo

no es un hombre.

                            Napoleón Bonaparte





El cuerpo de Jesús, clavado en la cruz, tiene un triple mensaje para aquellos que ven y escuchan con fe. Primero, es una señal del amor de Jesús por nosotros que nos dice de la manera más elocuente posible lo que Jesús dijo tantas veces durante su vida: “Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por los amigos”. Segundo, es una invitación para amar a los demás como Jesús les dijo a sus discípulos tantas veces: “Que se amen unos a otros como yo los he amado”. Tercero, es una revelación que nos dice en el lenguaje más claro posible lo que Jesús les decía con frecuencia a sus discípulos, que el amor está sujeto al dolor: “el que quiera seguirme… cargue con su cruz cada día”





¿Cuál de estos mensajes estará usando Dios para hablarme en estos momentos? ¿Por qué?



Yo pienso que en este momento está usando dos mensajes;

El que ame a otros como Jesús me ama.

Si lo quiero seguir… qué cargue mi cruz cada día.

Son los dos por los que me aleje más de la iglesia y daba todo por hecho, tengo que después de esto tener un nuevo comienzo en mi vida y con la ayuda del Espíritu Santo seguramente lo lograre.

No puse el primer mensaje porque de hecho tengo pocos amigos, y por esos pocos si tengo que dar la vida lo haría, al tener la fe en la resurrección.



Dios les habla a aquellos

que se toman el tiempo para escucharlo.

                                      E. C. McKenzie


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