Día
43:
Historia
de Amor: Primera Parte Hay una vieja historia de un grupo de monjes que vivían
con su maestro en un monasterio Tibetano. Sus vidas eran disciplinadas, y la
atmósfera en la que vivían era armoniosa y pacífica. La gente de las aldeas a
lo ancho y a lo largo llegaba al monasterio para deleitarse con el calor del
ambiente amoroso y espiritual. Entonces, un día, el maestro se separó de su
forma terrenal. Al principio los monjes continuaron como lo habían hecho en el
pasado, pero después de un rato, la disciplina y la devoción que habían sido el
sello distintivo de su rutina diaria decayeron. El número de aldeanos que
cruzaban las puertas cada día se redujo, y poco a poco, el monasterio cayó en
un estado de desesperación. Muy pronto los monjes comenzaron a pelear entre
ellos, algunos apuntando dedos para culpar, otros llenos de culpa. La energía
dentro de las paredes del monasterio crujía por el rencor. Finalmente, el monje
superior no pudo soportar esto ya más. Habiendo escuchado que un maestro
espiritual vivía como ermitaño a dos días de camino, el monje no perdió el
tiempo y fue a buscarlo. Encontrando al maestro en su bosque, el monje le contó
de la triste situación que se vivía en el monasterio y le pidió su consejo. El
maestro sonrió. “Hay uno viviendo entre ustedes que es la encarnación de Dios.
Ya que no está recibiendo el respeto adecuado de los que están a su alrededor,
no se muestra por quien es, y así, el monasterio continuará viviendo en caos.”
Habiendo dicho esto, el maestro guardó silencio y no dijo nada más. Camino al
monasterio, el monje se preguntaba quién sería El encarnado de todos sus
hermanos. "Quizá sea el hermano Jaspar, que es el cocinero," dijo el
monje en voz alta. Pero luego pensó un segundo después, "No, no puede ser él.
Es sucio y malhumorado y la comida que prepara no tiene sabor."
"Quizá nuestro jardinero, el Hermano Timor, sea el elegido," pensó.
Esta consideración pronto fue desechada. "Claro que no" dijo en voz
alta. "Dios no es flojo y nunca dejaría que las hierbas cubrieran los
sembradíos de lechuga como el Hermano Timor lo ha hecho." Finalmente,
después de haber rechazado a cada uno de sus hermanos por sus fallas, el monje
superior se dio cuenta de que no quedaban más monjes. Sabiendo que tenía que
ser uno de ellos porque el maestro se lo había dicho, se preocupó, pero luego
surgió un nuevo pensamiento. "¿Podría ser que el Sagrado podría haber
actuado como que tenía fallas para disfrazarse?" "¡Claro! ¡Eso debe
de ser!" Al llegar al monasterio, inmediatamente les dijo a sus hermanos
lo que el maestro le había dicho y todos se quedaron sorprendidos al saber que
el Divino vivía entre ellos. Ya que cada uno sabía que no era Dios encarnado,
cada uno comenzó a estudiar a sus hermanos cuidadosamente, todos tratando de
determinar quién de entre ellos era el Sagrado. Pero lo único que todos podían
ver eran las fallas de los demás. Si Dios estaba entre ellos, estaba
ocultándose bien. Sería difícil encontrar al encarnado entre ellos. Después de
muchas discusiones, finalmente se decidió que todos harían un gran esfuerzo por
ser amables y amorosos entre ellos, pues tratándose con respeto y honor alguien
descubriría quien era el Encarnado. Si Dios insistía en permanecer escondido,
no podían hacer otra cosa más que tratar a cada monje como si fuera el Sagrado.
Al concentrarse tanto en ver a Dios en los demás, pronto sus corazones se
llenaron de tanto amor para los demás que las cadenas de negatividad que los
tenían atrapados desaparecieron. A medida que pasó el tiempo, comenzaron a ver
a Dios no solo en los otros, pero en todos y en todo. Se pasaban días enteros
en alegre reverencia, disfrutando de la presencia Sagrada. El monasterio
irradiaba alegría y pronto regresaron los aldeanos, buscando ser tocados por el
amor y la devoción que estaban presentes de nuevo. Algún tiempo después el
monje superior decidió ir a visitar nuevamente al maestro para agradecerle lo
que le había revelado. "¿Descubriste la identidad del encarnado?" le
preguntó el maestro. "Sí," respondió el monje superior. "Lo
encontramos viviendo en cada uno de nosotros." El maestro sonrió.
La
Acción del Día:
1.
Lee nuevamente tu Plan de Negocio para la Prosperidad y las once cosas de tu
lista de Agradecimientos.
2.
Coloca tu cuota de dinero del día de hoy en tu contenedor y lee la afirmación
que está en el contenedor tres veces. Espera recibir algo en regreso.
3.
Bendice a todos los que están a tu alrededor, incluyendo a los otros
participantes en este experimento. Imagina como aquellos a quienes bendices
prosperan y se rodean del bien.
Entonces
bendícete a ti mismo e imagina lo mismo. Puedes continuar bendiciendo a la
persona o personas en tu lista de bendiciones.
El
Pensamiento del Día: "El amor no tiene nada que ver con lo que estás
esperando obtener, sólo con lo que estás esperando dar…" -Katherine
Hepburn
La
Afirmación del Día: "Veo la luz de Dios en todos."
Día 44:
Historia
de Amor – Segunda Parte Imagina como cambiarían nuestras vidas si hiciéramos lo
que los monjes de la historia de ayer hicieron, tratando a todos y a todo como
si estuviéramos en la presencia de Dios. Si en lugar de encontrar culpas,
decidiéramos encontrar a Dios. No tardaríamos mucho en cambiar completamente
nuestra percepción de los demás. Si tratáramos a todos en nuestras vidas con
tanto respeto y reverencia como naturalmente trataríamos a Dios, no pasaría
mucho tiempo antes de que sintiéramos la presencia de Dios en todas partes, en
todos y en todo. Como los monjes, nuestros días se llenarían de sorpresa y
esplendor. Como lo dijo elocuentemente Nikos Kazantzakis, "Dios cambia de
apariencia cada segundo. Bendito el hombre que puede reconocerlo en todos sus
disfraces. En un momento es un vaso de agua fresca, y el siguiente, es tu hijo
brincando en tu rodilla o una mujer encantadora o quizá un camino por la
mañana." Cuando nuestros corazones se abren completamente al amor,
comenzamos a reconocer a Dios en todos sus disfraces. Somos bendecidos. Hace
muchos años, una pareja que el esposo de Kate y Kate consideraban amigos se
enojaron mucho con ellos por algo que estaba fuera del control de Kate. A
medida que pasaron los años, su enojo hacia Kate y su esposo continuaba, y
eventualmente la relación se deterioró completamente. En resumen, se volvieron
enemigos. Años después, Kate comenzó a estudiar espiritualidad y en el proceso
de aprender, decidió eliminar los juicios y ofrecer amor incondicional a todos
y a todas las situaciones. Aunque no siempre lo logró, sí hacía un esfuerzo
diario y se sorprendió de lo rápido que comenzaron a cambiar las cosas en su
vida. Casi inmediatamente, las cosas que ella juzgaba porque no eran armoniosas
en su ambiente comenzaron a mezclarse de manera hermosa. Lo que antes había
visto como áspero e inquietante ahora era cálido y confortable. Entre menos
culpas vio en los otros y comenzó a enfocarse en las cosas que realmente
apreciaba de cada persona, más notaba que se sentía diferente acerca de ella
misma. Se sentía más ligera y más libre, como si el juicio que había estado
cargando por años era un peso que había logrado quitarse. Claro, muchas veces,
se tropezó. Muy frecuentemente, se daba cuenta de que de nuevo estaba metida
profundamente en los juicios. Pero la tendencia de su mente estaba
definitivamente cambiando. Y en la medida que lo hizo, su vida cambió también,
de la misma manera que la imagen en el espejo cambia en la medida que cambia la
persona que se refleja en él. Después de un rato, comenzó a utilizar el enfoque
no-juicioso para resolver heridas dolorosas y resentimientos del pasado. Cuando
la pareja que mencioné anteriormente venía a su mente, por ejemplo, los imaginaba
rodeados de una luz dorada y soltaba su relación con ellos a su Bien Superior.
Esto no lo hacía a diario, era solo una pequeña meditación que aplicaba cuando
un viejo rencor o dolor se le venía a la mente. Después de varios años, en el
funeral de un amigo mutuo, ella se los volvió a encontrar. Estaban parados en
las escaleras de la iglesia a menos de diez pies de distancia y la belleza que
ellos irradiaban la impresionó. Podía hasta ver el aura de luz dorada alrededor
de sus cuerpos, como lo vio en su imaginación. Se le salieron las lágrimas de
alegría y su ser completo se sobrecogió y se sorprendió. Ya no veía a viejos
enemigos. Estaba viendo el corazón de Dios. Estaba viendo la manifestación
física del amor incondicional. El amor es lo que vemos cuando elegimos
encontrar a Dios en lugar de encontrar culpas. A veces nos enredamos tanto en
lo que hacemos a diario que nos olvidamos que encontrar el amor es una mejor
elección. Pero como los monjes, siempre somos libres para escoger nuevamente.
Todo depende de nosotros. Podemos elegir el entendimiento en lugar del rencor,
la alegría en lugar de tristeza, y el amor en lugar de odio. Y en la medida que
lo hagamos, nuestras vidas cambiarán de la misma manera. Cuando le pidieron que
definiera el amor a la escritora Gertrude Stein, ella respondió, "El amor
es." Que concepto tan hermosamente sencillo y completo. El amor es. Es la
suma y la substancia del Universo, de lo que todo está hecho. Es el poder que
nos impulsa, la luz que brilla en nosotros y el pegamento que nos une. El amor
no es algo que hacemos o sentimos. El amor es, lo que, por naturaleza propia,
somos nosotros. El aceptar a Dios como amor infinito nos permite sentirnos
dignos y merecedores de lo mejor que puede ofrecer la vida. Podemos vivir más
abundantemente, porque nos sentimos merecedores de vivir así. Cuando expandimos
nuestra conciencia del amor, comenzamos a reconocer las posibilidades infinitas
alrededor de nosotros. Nuestra percepción de la vida cambia y no nos sentimos
atados a nuestras viejas limitaciones. El amor borra las barreras hacia lo
bueno, removiendo todo matiz de no merecimiento y eliminando las creencias que
anteriormente nos ataban. El amor abre las puertas a nuestro bien. Cada aspecto
de nuestra vida mejora. Cuando hacemos las cosas con amor nos sentimos
naturalmente más relajados, libres de tensión y estrés. No tenemos que estar
"cuidándonos las espaldas". El amor sembrado nos premiará con el amor
cosechado, y sabiendo eso, comenzamos a esperar lo bueno, y así, fluye hacia
nosotros. Se disuelven los miedos y las preocupaciones. Nos sentimos benditos y
en paz y armonía con el Universo. Nuestras vidas se vuelven alegres, y
saludamos a cada día con anticipación y agradecimiento. Adicionalmente, la
ciencia está de acuerdo ahora con lo que los filósofos siempre han dicho: Todos
somos uno. Esto, por supuesto significa que cuando ofrecemos amor puro a los
demás, sin juicios, no solo cambiamos nuestras vidas para ser mejores,
cambiamos al mundo entero. Es una buena razón para dejar que el amor prospere
en tu vida, ¿no crees?
La
Acción del Día:
1.
Lee tu Plan de Negocio para la Prosperidad y las once cosas de tu lista de
Agradecimientos.
2.
Coloca tu cuota de dinero del día de hoy en tu contenedor y lee la afirmación
que está en el contenedor tres veces. Espera recibir algo en regreso.
3.
Bendice a todos los que están a tu alrededor, incluyendo a los otros
participantes en este experimento. Imagina como aquellos a quienes bendices
prosperan y se rodean del bien.
Entonces
bendícete a ti mismo e imagina lo mismo. Puedes continuar bendiciendo a la
persona o personas en tu lista de bendiciones.
El
Pensamiento del Día: "Encontrarás a medida que mires hacia atrás que los
momentos sobresalientes, los momentos cuando realmente viviste, son los
momentos cuando has hecho las cosas con el espíritu del amor." -Henry
Drummond
La
Afirmación del Día: "El amor me hace prosperar."
Día
45:
Desde
tu Perspectiva Hay un viejo cuento acerca de un señor que se detiene en una
gasolinera en un hermoso y pequeño pueblecito. Mientras carga gasolina, se pone
a platicar con el encargado de la gasolinera. "Qué hermoso pueblito es
este," le dice al encargado. "Dime, ¿cómo son las personas aquí?”
"Uy, pues no sé," le responde el encargado. "¿Cómo son donde
usted vive?" "Bueno, pues, a decir verdad, odio tener que decirlo,
pero la mayoría de la gente donde vivo son muy feas. La mayoría hace todo lo
posible por NO ayudarte. Mi esposa está de acuerdo conmigo. La gente donde
vivimos es la gente con el corazón más frío en todo el mundo." "Qué
mal," le dice el encargado. "Pero ahora que lo menciona, la gente
aquí es exactamente igual." “Sí que está mal," le dice el visitante.
"Supongo que la gente de todo el mundo se está volviendo así. Qué
pena." El hombre se va y unos minutos más tarde llega otro turista y entra
en la gasolinera. "Qué hermoso pueblito es este," le dice al
encargado, "¿Hace mucho que vive usted aquí?" "He vivido aquí
toda mi vida, le responde el encargado. "¿Es la gente tan linda aquí como
lo es el pueblito?" le pregunta el turista. " Uy, pues no sé,"
le responde el encargado. "¿Cómo son donde usted vive?" "Son
gente hermosa, la gente más linda del mundo," le dice el turista con una
sonrisa. "Bueno," dice el encargado, " ahora que lo menciona, la
gente aquí es exactamente igual." Lo que el encargado en esta historia
entiende es que el mundo a nuestro alrededor es siempre un reflejo de nuestras
expectativas y nuestras percepciones. Si esperamos y percibimos que será un
lugar amable, amoroso, abundante y hermoso, así será. Si esperamos y percibimos
que será un lugar cruel, limitante, envidioso y desamoroso, también eso será.
La consciencia – es estar entonado en el momento presente. Cuando percibimos,
estamos conscientes de y desarrollamos un entendimiento personal de lo que se
nos presenta, en base a los mensajes que recibimos de una combinación de
experiencias pasadas y futuras, de nuestros cinco sentidos físicos y de nuestro
sentido interno de consciencia. La percepción que tenemos de lo que sea, de
cualquier persona o evento nos sirve para estar presentes en la realidad.
Nuestra habilidad para formar una percepción, sin embargo, también nos da un
rol divino para actuar en el universo; porque, así como percibimos, somos
creadores. Desafortunadamente, a lo largo del camino, frecuentemente
equivocamos nuestras percepciones del mundo a nuestro alrededor como si fuera
la única Verdad. Y entre más basamos esas percepciones en nuestro sentido de
separación del mundo a nuestro alrededor, más aptos somos para crear un mundo
de terror. Cuando lo que percibimos está basado en nuestro sentido de conexión
con “Lo que es”; entre más sincronizados estemos con todos y todo a nuestro
alrededor, más aptos seremos para crear un mundo amoroso y benéfico a nuestro
alrededor. Ya que nuestro sentido de conexión surge de nuestra consciencia
interna, es la principal razón por la que los sabios nos han dicho siempre que
el camino de la verdadera felicidad es ir hacia adentro. Cualquier problema
externo que percibamos en nuestras vidas o en las vidas de los demás no son más
que una señal de que hemos descuidado el viaje hacia el interior. El problema,
cualquiera que este sea, simplemente nos deja saber que hemos perdido el
contacto con nuestro Ser Interno. Los problemas en nuestra vida no son nada más
que mensajes para que “llamemos a casa”. Son recordatorios amorosos de que
necesitamos reconectarnos con nuestro Ser. Tales situaciones son Bendiciones,
son actos de amor benéficos que nos ofrecen la oportunidad de confrontarnos con
nuestros miedos y regresar a nuestro sentimiento de conexión interior. A medida
que nos recuperamos del miedo, los resolvemos. Los errores que percibimos en el
mundo no aparecen en orden para que nosotros los sanemos. Aparecen en nuestras
vidas para que podamos sanarnos a nosotros mismos. Nos invitan a
interiorizarnos para reconectarnos con y que amemos el ser creativo que siempre
hemos sido. Y cuando nos amamos por completo, nuestro mundo entero cambia para
reflejar ese amor. Solo estás tú. Los problemas y las dificultades que ves son
tu percepción y nada más. Aprécialos. Bendícelos. Ámalos. Da gracias por ellos.
Y ama y apréciate a ti mismo por ser el poderoso e inteligente creador del
mundo que eres. Siente como te reconectas con tu fuente de energía, y mientras
lo haces, la sanación interna necesaria para un mundo diferente toma lugar. El
mundo que ves ante ti se convertirá en un mundo de armonía y paz. Y todo
comienza con honrarte a ti lo suficiente para crear tu mundo por medio de tus
percepciones, y después amándote lo suficiente para aceptar cambiar la
percepción.
La
Acción del Día: 1. Lee tu Plan de Negocio para la Prosperidad y las once cosas
de tu lista de agradecimientos.
2.
Coloca tu cuota de dinero del día de hoy en tu contenedor y lee la afirmación
que está en el contenedor tres veces. Espera recibir algo en regreso.
3.
Bendice a todos los que están a tu alrededor, incluyendo a los otros
participantes en este experimento. Imagina como aquellos a quienes bendices
prosperan y se rodean del bien.
Entonces
bendícete a ti mismo e imagina lo mismo. Puedes continuar bendiciendo a la
persona o personas en tu lista de bendiciones.
4.
Lee todas las bendiciones que llegan por correo electrónicos. Tus bendiciones
están haciendo una diferencia. El leer las respuestas te dará la oportunidad de
verlo por ti mismo.
El
Pensamiento del Día: "La realidad ante ti es la experiencia más
significativa que podrías tener en este momento. Nunca es un error. Para
concientizarte de su mensaje de amor, debes de permitir la experiencia de tu
realidad dentro de ti. Esto es ser uno con, en lugar de rechazarla, resistirla
o juzgarla. Esto es vivir la experiencia con claridad. Esto es escuchar el
mensaje, que es que se transforme en una nueva experiencia. Escucha el mensaje
de tu actual realidad para soltar su rigidez, para que tus sueños puedan
desdoblarse."
La
Afirmación del Día: "Todo lo que percibo es una bendición para mí."
Día
46:
¿Dónde
pones tu atención?
Cuando
el amigo de Kate, Grant Connolly, el creador del Proceso Z-Point (ZPoint
Process), compartió este artículo con Kate unos minutos después de haberlo escrito,
su respuesta inmediata era que necesitaba compartirlo con los participantes del
Experimento de la Prosperidad. Grant le dio permiso a Kate y ya que sus
palabras quedan perfectamente bien con el mensaje de ayer acerca de la
perspectiva, aquí tienen el artículo completo. Disfrútenlo, pero, sobre todo,
aprendan, crezcan y florezcan… ¿Dónde Pones tu Atención? por Grant Connolly
Recuerdo haber leído la historia de un hombre que vivía en una ciudad perfecta.
A donde quiera que iba, veía caras sonrientes y edificios construidos por las
manos de los mejores artesanos del mundo. Todo era hermoso y al apreciar la
belleza, se sentía muy feliz y satisfecho. Un día el hombre salió a caminar
para disfrutar del sol y las caras sonrientes. Cuando dio la vuelta en la
esquina de una calle por donde había pasado muchas veces, su atención se fijó
en un bache. Cielos, pensó, ¿un bache? Los padres de la ciudad han permitido
que un bache arruine la perfección de mi caminata. ¡Qué barbaridad! Y de
regreso a su casa todo lo que podía pensar era en ese bache. ¿Cómo sucedió
esto? Y revisó escenario tras escenario
tratando de entenderlo. Y entre más pensaba acerca de ese bache más infeliz se
sentía. Cada día salía a caminar, pero acababa pasando por la calle con el
bache. No podía quitar sus ojos del bache. Lo jaló como un imán y todos sus
pensamientos se centraron en ese bache, aunque el resto de la ciudad era
perfecta, hermosa y aun llena de caras sonrientes. Ya no podía ver las caras
sonrientes ni podía disfrutar de la belleza a su alrededor. Sólo podía pensar
en el espantoso bache. ¿A dónde estás enfocado? ¿Están todos tus pensamientos
centrados en un bache o puedes levantar la cara para ver la belleza que te
rodea? Siempre habrá baches. La vida está llena de baches, ¿pero debemos
verlos? Levanta tus ojos y mira la belleza que te rodea. Tú sabes que el bache
está ahí, pero es más interesante y satisfactorio mirar las cosas que te dan
placer. Pronto, parecerá que los baches de la vida desaparecen dejándote
envuelto en la belleza que ves a tu alrededor. Es solo la decisión de donde
colocar tu atención.
La Acción del Día: Lee tu Plan de Negocio para
la Prosperidad y las once cosas de tu lista de agradecimientos.
Coloca
tu cuota de dinero del día de hoy en tu contenedor y lee la afirmación que está
en el contenedor tres veces. Espera recibir algo en regreso.
Bendice
a todos los que están a tu alrededor, incluyendo a los otros participantes en
este experimento. Imagina como aquellos a quienes bendices prosperan y se
rodean del bien.
Entonces
bendícete a ti mismo e imagina lo mismo. Puedes continuar bendiciendo a la
persona o personas en tu lista de bendiciones.
Lee
todas las bendiciones que llegan por correo electrónicos. Tus
bendiciones
están haciendo una diferencia. El leer las respuestas te dará la oportunidad de
verlo por ti mismo.
El
Pensamiento del Día: "La vida está llena de belleza. Obsérvala. Fíjate en
las abejas, los niños pequeños, y las caras sonrientes. Huele la lluvia, y
siente el viento. Vive tu vida al máximo potencial, y lucha por tus
sueños." -Ashley Smith
La
Afirmación del Día: "Me enfoco en lo bello y la belleza se manifiesta a mi
alrededor."
Día
47:
¿Qué
es la Resistencia? ¿Estás comenzando a entender que la manera más sencilla de
eliminar los problemas en tu vida es abrirte a aceptarlos? No quiere decir que
disfrutes el problema. Ni siquiera que te tenga que gustar. Todo lo que quiere
decir es que estés abierto a aceptarlo como parte de tu realidad hasta el punto
donde no lo niegues ni lo rechaces. Significa que estás abierto a aceptar que
tu creaste este problema como una válida expresión de tu ser cuando lo creaste
y sin importar cuánto tiempo permanezca como parte de tu realidad, elegirás
verlo como beneficioso para ti. Significa que entiendes que cuando se resuelva,
será porque ya sirvió su propósito y el mensaje que te vino a traer ya fue
entregado. Significa que aceptas dejar de resistirte. Este es un benéfico
Universo y en él, la resistencia y la lucha son sinónimos. Dondequiera que esté
una, está la otra, también. Sin algo que se resista, no hay lucha. Fin. Finito.
Lo que pasa es que, mientras la mayoría de nosotros se mueve a lo largo de la
vida, comenzamos erróneamente a percibir que el mundo está en contra de lo que
queremos. Comenzamos a culpar a nuestro mundo exterior por el estado de nuestra
vivencia. Nos decimos que la economía nos está robando nuestra salud; o que
venenosos químicos y contaminantes nos están también robando nuestra salud; o
que la triste situación del mundo nos está robando la felicidad. Y de repente
nos lo creemos. Y después de un rato, desarrollamos una creencia irrefutable de
que nuestra realidad es algo separado de nosotros, en lugar de ser una
reflexión de nuestro estado interior. Entre más fuerte sea nuestra creencia de
que el mundo está en contra de nosotros en lugar de a favor de nosotros,
nuestra resistencia también se vuelve más fuerte y también más fuerte se vuelve
la posibilidad de que encontremos lucha en cada vuelta. Nuestra resistencia se
convierte en una puerta energética que nos separa del Bien Universal. No
significa que la resistencia sea algo malo. Por el contrario: La resistencia es
una de las herramientas que utilizas para definir y desarrollar tu carácter y
tu individualidad. Es un mecanismo por medio del cual se expresa tu ser. La
puedes utilizar para definir la persona que has llegado a ser. Pero también la
puedes soltar en el momento que quieras. Piensa en el Universo como la sala de
exhibición donde se exhibe todo lo Bueno. Te toca elegir cuales porciones de
eso Bueno quieres experimentar. Ahora mismo, puede ser que estés eligiendo
experimentar una porción limitada, pero siempre puedes regresar a elegir más. Y
la forma de elegir de nuevo es simplemente bajando o subiendo el nivel de tu
resistencia. Al bajar la resistencia, eliminas poco a poco la separación que
sientes entre el mundo y tú. Y al hacerlo, el mundo deja de ser un lugar hostil
y se convierte en lo que debe de ser: una plataforma sobre la que puedes
experimentar todo lo Bueno. El mundo, sabes, es donde estás experimentando la
vida.
Disfruta
la experiencia.
La
Acción del Día: Lee tu Plan de Negocio para la Prosperidad y las once cosas de tu
lista de agradecimientos.
Coloca
tu cuota de dinero del día de hoy en tu contenedor y lee la afirmación que está
en el contenedor tres veces. Espera recibir algo en regreso.
Bendice
a todos los que están a tu alrededor, incluyendo a los otros participantes en
este experimento. Imagina como aquellos a quienes bendices prosperan y se
rodean del bien.
Entonces
bendícete a ti mismo e imagina lo mismo. Puedes continuar bendiciendo a la
persona o personas en tu lista de bendiciones.
Lee
todas las bendiciones que llegan por correo electrónicos. Tus bendiciones están
haciendo una diferencia. El leer las respuestas te dará la oportunidad de verlo
por ti mismo.
El
Pensamiento del Día: “Estamos divididos por dentro. Servimos a dos amos; lo que
no queremos y su opuesto – el deseo del momento producido al resistir lo que la
vida nos ha traído a la puerta." -Guy Finley
La
Afirmación del Día: "Suelto toda resistencia a la vida y la abrazo."
Día
48:
Una
mano arriba Ninguno de nosotros vino aquí a existir en un mundo lleno de
problemas durante setenta u ochenta años para poder, al final, ser puestos en
una caja y ser enterrados cuatro metros bajo tierra. Vinimos a vivir. Vinimos a
disfrutar y a saborear la vida. Vinimos a caminar con abundancia, gracia y
amor. Vinimos a aprender y a enseñar y a crecer. Vinimos a celebrar la vida. Vinimos
a prosperar. Sin embargo, es sorprendente que pocos hacemos lo que vinimos a
hacer. Verdaderamente, la mayoría de los 6.5 mil millones de personas que
actualmente vivimos en el planeta pasan su vida apenas sobreviviendo de un día
al otro. Asumen que cada día que sobreviven es lo mejor que les puede pasar y
así es que su meta no es disfrutar y ser bendecidos cada día, sino
sencillamente salir del paso lo más pronto posible. Si crees que estoy
exagerando, entonces detente un momento y piensa en lo que la gente te responde
cuando les preguntas que cómo están. Es muy probable que oigas respuestas
como... "Apenas sobreviviendo." "Ahí la llevo."
"Tratando de sobrevivir un día más." O quizá lo mejor que escuches
sea, "Bien," en un tono tan resignado y apagado que de inmediato
sabrás que la persona con la que hablas vive una vida mediocre y no tiene
absolutamente ningún deseo por cambiar. El problema con estas respuestas es que
tienen tan baja vibración que prácticamente la tienes que raspar del piso para
sentirla. Y por alguna desconocida razón, la mayoría de nosotros tenemos la
idea de que no estamos teniendo compasión ni estamos siendo comprensivos si nos
sentimos bien mientras los que están a nuestro alrededor se sienten mal, así es
que nos sentimos obligados a bajar nuestra vibración para hacer juego con la de
los otros. Lo cual, por supuesto, no tiene sentido. No tiene sentido porque la
vida no es un sube-y-baja. No importa cuanto lo trates, no puedes bajar tu
energía lo suficiente para subir la de alguien más. No puedes ser lo
suficientemente pobre para hacer a nadie rico. No puedes estar lo
suficientemente enfermo para sanar a alguien. Y no te puedes poner tan triste
como para hacer feliz a alguien más. Entonces, ¿por qué lo haces? El mayor
regalo que le puedes dar a alguien es tu alegría, tu gusto por la vida, tu
entusiasmo y tu exuberancia. Y el peor servicio que le puedes dar a alguien que
está en un nivel de vibración bajo es el de bajar tu propia vibración para
igualarlos. Así como dos malos no hacen un bueno, dos bajones no hacen un
levantón. Nunca. Así es que continúa, mantente exuberante cuando los demás no lo
estén. Si estás lleno de energía y alegría y quieres gritar tu apreciación por
la vida desde lo más alto, grítalo y no te sientas que tienes que bajarle
cuando te encuentras a algún debilucho que responde “bien”. Mejor súbele. No
tienes que enloquecer, pero tampoco necesitas doblarte como Superman cuando
alguien saca su Kriptonita. Lo creas o no, la alegría es tan contagiosa como la
depresión. Y es más divertido regar la alegría que la depresión. Así es que,
riégala. La siguiente vez que alguien te diga que “ahí la lleva”, en lugar de
bajar tu tono con un "Sí, sé bien de lo que hablas,", piensa en lo
que puedes hacer para convertir su negativismo en tu positivismo. Muéstrale
algo hermoso, cuéntale un chiste, o dale un abrazo, o compártele una sonrisa, o
simplemente mándale una bendición, cubre a la persona con amor incondicional.
El moverte de una respuesta mediocre hacia una magnífica, toma un poco de
tiempo para pensarla, pero vale la pena el esfuerzo. Y cuando alguien te
pregunte que cómo estás, asegúrate de que tu respuesta sea el radiante reflejo
no solo de quien eres en ese momento, pero de la persona en la que te estás
convirtiendo. Responde con expresiones como... "Estoy bendito."
"Estoy de maravilla." "Estoy agradecido."
"¡FABULOSO!" Porque por si no estabas poniendo atención al principio,
viniste a este mundo por razones importantes: Viniste a vivir. Viniste a
disfrutar y a saborear la vida. Viniste a caminar con abundancia, gracia y
amor. Viniste a aprender y a enseñar y a crecer. Viniste a celebrar con la
vida. Viniste a prosperar. Viniste a ser absolutamente fenomenal. Y ¿qué
crees?... ¡LO ERES! Así es que dilo. Y refléjalo. Y selo. Porque gracias a tu
presencia tienes la habilidad de recordarle a otros que ellos vinieron al mundo
por las mismas razones que tú. Y esa siempre ha sido la mejor manera de darles
la mano a los demás.
La
Acción del Día: Lee tu Plan de Negocio para la Prosperidad y las once cosas de
tu lista de agradecimientos.
Coloca
tu cuota de dinero del día de hoy en tu contenedor y lee la afirmación que está
en el contenedor tres veces. Espera recibir algo en regreso.
Bendice
a todos los que están a tu alrededor, incluyendo a los otros participantes en
este experimento. Imagina como aquellos a quienes bendices prosperan y se
rodean del bien.
Entonces
bendícete a ti mismo e imagina lo mismo. Puedes continuar bendiciendo a la
persona o personas en tu lista de bendiciones.
Lee
todas las bendiciones que llegan por correo electrónicos. Tus bendiciones están
haciendo una diferencia. El leer las respuestas te dará la oportunidad de verlo
por ti mismo.
El
Pensamiento del Día: "El mayor bien que podemos darle a los demás no es
compartir nuestras riquezas con ellos, sino revelarles las suyas. " -Zig
Ziglar
La
Afirmación del Día: "Estoy abundantemente bendecido. ¡Soy FENOMENAL!
"
Día
49:
El
Rugido Un bebé león estaba jugando solo en la jungla mientras su mamá tomaba
una siesta cerca de él. Como varios
objetos atrajeron su atención, el pequeño se aventuró más y más lejos de la
seguridad de su mamá, explorando juguetonamente el mundo a su alrededor. Antes
de darse cuenta, se había alejado tanto que no podía encontrar su camino de
regreso; estaba perdido. Muy asustado, el leoncito corría frenéticamente en
todas las direcciones, gritándole a su mamá, quien se encontraba tan lejos que
no podía escuchar el llanto de su hijo y, por lo tanto, no le respondió. Pero
una gentil borrega, que recientemente había perdido a su único borreguito,
escuchó la llamada desesperada del leoncito y fue a investigar. Calmando al
pequeño con su callada presencia, a la borrega le encantó el pequeño león de
inmediato y lo adoptó como suyo. Alimentado con leche de borrega, el león
creció rápidamente y pronto era mucho más grande que su madre adoptiva. Había
ocasiones en las que ella notaba una mirada perdida en los ojos del león, y
otras veces, su tamaño y fiereza casi la asustaban, pero la mayoría del tiempo
ella y su hijo adoptivo vivían felices y estaban contentos. Entonces, un día
cuando el león ya era un jovencito, se apareció un magnífico león en la colina
cercana, su melena y cuerpo musculoso se dibujaban en el horizonte. El león
sacudió su melena y rugió, y este sorprendente sonido llenó el valle e hizo eco
en las colinas. Paralizada de miedo, la borrega permaneció temblando en silencio,
su única esperanza era que su pelaje le permitiera mezclarse entre el terreno
para que el león no la viera. Llena de miedo, no se dio cuenta de cómo su hijo
se había hipnotizado al ver la presencia del Rey de las Bestias. No tenía forma
de saberlo, ya que permanecía petrificada de miedo, mientras que su hijo
experimentaba una emoción que nunca antes había experimentado. El rugido del
león tocó una cuerda en la naturaleza del león adolescente que no había sido
tocada antes. Surgió una fuerza en él que le despertó nuevos y desconocidos
deseos. Por primera vez en su vida estaba consciente de cierto poder que
poseía. Una nueva naturaleza se cimbró en su interior y sin dudarlo, le
contestó al león con su propio rugido. Entonces, cuando esta nueva consciencia rebasó
el miedo y la sorpresa, el joven león miró a su madre adoptiva una última vez y
de un salto corrió a alcanzar al león en la colina. Consciente de que iba a ser
finalmente llevado a casa, el león respondió a un llamado interior con emoción
y nunca volvió la mirada hacia atrás. El león perdido se había encontrado. Un
rato jugó con la borrega y trató de ser igual. Nunca había soñado que podía
hacer lo que los que estaban a su alrededor no podían. Ni una vez se imaginó su
propio valor, su propia fuerza, su propia habilidad para sembrar terror en el
corazón de todas las otras bestias de la jungla, incluyendo en el de la borrega
que lo había cuidado. En lugar, se había mantenido al lado de su madre adoptiva
y había temblado de miedo al igual que ella cuando se habían acercado las
hienas y los chacales. Ahora, para su sorpresa, notaba que los animales a
quienes había temido se volteaban buscando la manera de huir de su lado.
Mientras el león había pensado que era un borrego, se había comportado como
tal, con timidez y miedo. Su fuerza y valor eran los de un borrego porque
desconocía su derecho de nacimiento; no tenía idea de que la fuerza y el valor
del león eran suyos por derecho. Enviaba la vibración de un borrego y así,
había sido tratado como un borrego. Pero ahora, su vibración se estaba
moviendo. Era un león: El Rey de las Bestias. Y todas las otras bestias de la jungla
sintieron de inmediato el cambio en su ser y entendieron la fuerza que tenía.
El rugido del león en la distante colina había despertado al león durmiente en
él. Lo que es importante entender, es que el sonido de ese rugido no tenía
poder por sí solo. No podía hacer nada para darle mayor fuerza a este pequeño
león. No le podía dar nada. Solo servía para recordarle lo que ya tenía. Solo
podía concientizarlo de su estado natural de ser y recordarle que tenía todo el
derecho a vivir una vida de león, de experimentar la libertad de un león y de
mostrar la fuerza del león. Dependía del joven león decidir si quedarse siendo
un borrego o convertirse en lo que había nacido para ser. Y así lo hizo. Esta
historia, por supuesto, se presenta como una analogía de la forma en la que
muchos de nosotros vamos por la vida, pensando que somos mucho menos de lo que
realmente somos. Más de un pequeño ha crecido en una tremenda pobreza creyendo
que es igual que los otros niños pobres a su alrededor, erróneamente asumiendo
que no hay nada especial en su futuro, nada diferente, nada que valga la pena
para levantarlo de la desolación de su actual medio ambiente. Y de repente algo
pasa: alguna emergencia o catástrofe, una llamada de atención que se levanta
como el rugido en la colina distante, que le recuerda su grandeza. Y responde,
descubriendo al igual que el león con el borrego, que él no es uno de ellos. Es
en este punto, a medida que la majestuosidad comienza a moverse en el interior,
nos damos cuenta de quien somos. Y una vez que aparece la consciencia, ya no
hay retorno. De aquí en adelante nos encontramos con que debemos ser la persona
que vinimos a ser. Hacer algo menos que eso nos roba no solo a nosotros, sino
que no permite que el mundo entero disfrute de los regalos que tenemos para
darle. Debemos responder al llamado. No hay otra cosa más que hacer. A medida
que nos concientizamos de la verdad de nuestro ser, a medida que sentimos la
emoción de la fuerza divina que surge de adentro de nosotros, nos damos cuenta
de que estamos planeados y protegidos por lo divino. Vinimos con un propósito
que no era el de ser tímidos, o débiles, o inseguros o miedosos. Ese propósito
es el de convertirnos en todo lo que podemos ser: Tomar la vida de la mano y
afirmar con fuerza: "¡Ordeno que lo MEJOR salga de mí!" Este es tu
momento para despertar. Es el punto en nuestras vidas cuando decimos…
¡suficiente! Es cuando parados con nuestra silueta delineada por el sol
poniente y con la mano empuñada hacia arriba decimos al cielo, al estilo de
Scarlett O'Hara (de Lo Que el Viento se Llevó) "Con Dios como mi testigo,
¡Nunca más tendré hambre!" Traerte hasta este momento es uno de los
grandes propósitos de este experimento: El recordarte quién eres ha sido el
propósito de cada mensaje que has recibido hasta ahora. Y ha llegado el momento
de que te alejes de todos tus miedos, de todas tus preocupaciones, de todos tus
recuerdos injustos de tu pasado injusto, y de que corras audazmente hacia la
vida que es tuya. Ha llegado el tiempo de rugir. En cuanto termines de leer
este párrafo quiero que te levantes, que respires profundamente y que sigas
estas direcciones: Con tus pies firmes en el piso, eleva una mano empuñada
hacia el cielo y con todo el sentimiento y emoción que puedas, declara:
"Con Dios como mi testigo, nunca más seré impotente. Nunca más seré
tímido. Nunca más seré débil. Nunca más tendré miedo. Desde este momento en
adelante, me convertiré en la persona que estoy destinada a ser. Prosperaré en
todo lo que haga. Desde este momento en adelante, esta es mi verdad."
Ahora párate con el puño elevado hacia el cielo una vez más e imagina que has
agarrado la vida de tus sueños. Imagina que has logrado todos los objetivos que
escribiste en tu Plan de Negocio para la Prosperidad. Imagina que acabas de
tener éxito en atraer tus más grandes deseos hacia ti y que ahora son parte de
tu realidad diaria. Cuando menos imagina esto durante un minuto, y permite que
esa realidad penetre en tu ser. Siente la alegría, el regocijo, la felicidad
más pura de saber que puedes atraer hacia ti todo lo que quieras. A partir del
mensaje de mañana, habrá un paso más en las Acciones del Día. Al levantarte
para comenzar tu día cada mañana, durante los 40 días que restan del
Experimento de la Prosperidad, tómate un momento para pararte firmemente con un
brazo alzado hacia el cielo, el puño firme como si te estuvieras agarrando de la
mano de Dios. Ahora, ya sea verbal o mentalmente repite "Con Dios como mi
Testigo, hoy soy poderoso, hoy soy valiente, hoy soy fuerte, hoy estoy libre de
miedos, hoy prospero. Y vivo cada momento de este día abrazando mi verdadera
naturaleza y acercándome a ser la persona que estoy destinada a ser. De hoy en
adelante, esta es mi verdad," Si es posible, escribe esta afirmación en
una tarjeta que quepa en tu cartera o en tu bolsa y llévala siempre contigo
para que la puedas leer cuando sientas que dudas o cuando tengas miedo. Y como
antes, cada vez que repitas esta afirmación, repite las palabras con la mayor
emoción y sentimiento posible, dedicándole cuando menos un minuto a imaginar
cada aspecto de tu vida como lo quieres. Este es tu momento. Festéjalo.
La
Acción del Día: Lee tu Plan de Negocio para la Prosperidad y las once cosas de
tu lista de agradecimientos.
Coloca
tu cuota de dinero del día de hoy en tu contenedor y lee la afirmación que está
en el contenedor tres veces. Espera recibir algo en regreso.
Bendice
a todos los que están a tu alrededor, incluyendo a los otros participantes en
este experimento. Imagina como aquellos a quienes bendices prosperan y se
rodean del bien. Entonces bendícete a ti mismo e imagina lo mismo. Puedes
continuar bendiciendo a la persona o personas en tu lista de bendiciones. Lee
todas las bendiciones que llegan por correo electrónicos. Tus bendiciones están
haciendo una diferencia. El leer las respuestas te dará la oportunidad de verlo
por ti mismo.
El
Pensamiento del Día: "Todas las barreras desaparecen, soy libre."
-Anónimo"
La
Afirmación del Día: "Estoy planeado y protegido de forma divina."
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