Él
les dijo: —¿Por qué son tan cobardes, hombres de poca fe? Jesús se levantó y
regaño a los vientos y al mar; y todo quedó en gran calma. Ellos no lo podían creer y decían: —¿Quién es
este hombre que hasta el viento y las olas lo obedecen?
Jesús
los oyó y les dijo: —Los sanos no necesitan médico, los enfermos sí. Así que vayan y averigüen lo que significan
estas palabras: “Yo no quiero sacrificios, sino que ustedes tengan compasión”.
Pues yo no he venido a invitar a los buenos a que me sigan, sino a los
pecadores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario