Día 71:
La Ley de la Influencia
La Tercera Ley Estratosférica del Éxito que
aprendemos al leer Dar para Recibir, es la Ley de la Influencia:
Tu influencia está determinada por la medida en la que antepones los intereses
de los demás a los tuyos.
En Dar para Recibir, el
personaje principal, Joe, tiene problemas entendiendo cómo el poner los
intereses de otras personas primero puede ser una ley del éxito. Su mentor, Pindar,
le explica rápidamente: "Si antepones los intereses de los demás a los
tuyos, siempre verás satisfechos tus propios intereses. Siempre. Hay quien
llama a esto el iluminado interés propio. Cuida lo que necesitan los demás,
confiando que cuando lo hagas, obtendrás lo que necesitas tú."Aun así, se
le dificultaba a Joe entender lo que Pindar le dice. Y por una buena razón. Tal
actitud se ve extraña en un ambiente donde el dinero, el poder y los logros han
sido tradicionalmente las características de influencia. Pero como le explicó
Pindar, el tener dinero, poder y logros no te hace influyente. El ser
influyente es lo que atrae el poder, el dinero y la habilidad para lograr lo
que deseamos en la vida.
El razonamiento detrás de esto es muy
sencillo. Sin embargo, para entenderlo, primero debemos reconocer que estamos
cableados para enfocar nuestra atención hacia nosotros mismos. Nuestro interés
propio es un músculo emocional que hemos ejercitado a diario y como tal, es el
músculo más fuerte que tenemos, con respuestas reflejo que se están rápidamente
aligerando. Cuando consideramos que durante toda nuestra infancia y niñez, se
nos cubren casi todas nuestras demandas, nuestra preocupación del “yo” puede
entenderse fácilmente. En un estudio científico que se llevó a cabo hace varios
años, los investigadores grabaron conversaciones entre niños de seis años y sus
mamás.
Los pronombres más utilizados por los niños
eran “Yo”, “mi”, y “nosotros”. El “tú” estaba básicamente reservado a frases
comando tales como “Tú has esto (para mi)”. Cuando consideramos el
entrenamiento que recibimos de niños bajo la tutoría de nuestros padres – desde
la infancia hasta los seis años – casi siempre nos centramos en el “yo”. Es
fácil entender porqué, cuando llegamos a la pubertad, el estar centrados en el “yo”
es una inclinación natural, es inconsciente. Cuando nos enfrentamos a una circunstancia
que requiere que elijamos entre nuestro propio interés y el interés de los demás,
nuestra respuesta automática es la de elegirnos a nosotros mismos; como al inhalar
y al exhalar, no tenemos ni que pensar. Es una respuesta natural y esperada.
Por otro lado, el poner los intereses de otra
persona antes que los nuestros, es algo que tenemos que elegir conscientemente.
Primero, debemos elegir dejar de lado nuestros propios intereses y deseos a
favor de otra persona, y entonces debemos de vencer el deseo natural de elegir
lo que deseamos. El vencer una inclinación natural no es fácil.
Trata de aguantar tu respiración hasta que te
desmayes, por ejemplo, y verás que rápido cada parte de tu ser trata de
regresar a la normalidad. Esto es lo que sucede cuando tratamos de dejar el
“yo” a un lado, parece como si aguantamos la respiración y nuestra inclinación
inmediata es la de darnos por vencidos, respirar y regresar al modo de
autopreservación.
Ya que tenemos que vencer nuestras tendencias
naturales de autopreservación
cuando elegimos anteponer los intereses de
los demás a los nuestros, estamos haciendo algo realmente extraordinario y
automáticamente nos hace resaltar.
Debido a que el elegir complacer a los demás
antes que a nosotros es tan poco común, el decidir poner nuestro “yo” a un lado
nos hace individuos excepcionales, y como individuos excepcionales, nuestra
habilidad para influenciar a los demás se incrementa automáticamente.
Si dudas esto, piensa en la gente que ha
influido en tu vida. ¿Han influido en tu vida al decirte que eres importante
para ellos, o convenciéndote que eres importante para
ellos? ¿Te han tocado emocionalmente de
alguna manera al hablar de ellos mismos? ¿O al hablar de ti, de tus necesidades
y tus preocupaciones? ¿Te han hecho sentir miedo al incrementar el poder de
alguna persona que percibías como enemigo, haciéndote sentir demasiado débil
para defenderte, o te han hecho sentir esperanzado al revelarte lo poderoso que
eres por ti mismo?
Toma cualquier libro que hable de cómo ser un
buen conversador y pronto aprenderás que el ser un excelente conversador no
consiste en recitar datos y hechos, sino hacer que los demás hablen de ellos.
La clave para ser influyente es la misma. Dile a alguien que lo que quieres que
ellos hagan te beneficiará, o beneficiará a tu familia, o beneficiará a tu
compañía, o beneficiará a tu país y te pondrán muy poca atención.
Muéstrale a alguien que lo que quieres que
haga le beneficiará, y seguramente te lo ganarás. Esta ley funciona
universalmente, ya sea que la apliques con tu vecino, tu jefe, tu hijo o hasta
tu mascota; en el momento que muestres los beneficios que el otro recibirá, te
vuelves una persona de influencia.
Un becerro indisciplinado y una joven
doncella mostraron esta lección al filósofo Norteamericano del Siglo 19, Ralph
Waldo Emerson. Como lo escribió en su diario, Emerson y su hijo Edward estaban
tratando de meter al becerro en el establo. El becerro se resistía a entrar.
Emerson apretaba los músculos y empujaba desde atrás, tratando de empujar al
becerro hacia adelante. Mientras el padre empujaba, el hijo tomaba al becerro
del cuello y trataba de jalarlo hacia el establo. Aunque los dos hombres
estaban determinados, el becerro no cedió.
Mientras ellos empujaban y jalaban y trataban
de hacer que el animal hiciera lo que no quería hacer, la sirvienta de Emerson
miraba desde lejos como los dos hombres perdían la batalla en contra de esta
tonta bestia. Finalmente, ella se acercó al becerro y calladamente puso su mano
en la boca del becerro. El becerro chupó los dedos de la muchacha, mientras
ella, gentilmente lo llevaba adentro del establo.
La mayoría de nosotros somos como el becerro.
Hasta podría decirse que somos tercos.
No nos pueden empujar o jalar o aleccionar
para que hagamos algo que no queremos hacer. Si nos quieren motivar, primero
tendrán que hacernos entender porqué sería benéfico para nosotros el movernos.
Y la mejor forma de hacer esto, es anteponiendo sus intereses a los nuestros.
Cuando entendemos que alguien se preocupa por nosotros, como el becerro con la
jovencita, la mayoría de nosotros lo seguirá sin preguntar.
Sin embargo, mientras guíes, es importante
entender que el poner los intereses de otra persona antes que los tuyos no
significa hacer de cuidador, sino de socio. Aunque rara vez se ve así, el rol
del cuidador tiende a ser dominante, donde una persona ejerce cierto control
sobre otra. Aun si el control se considera favorable para el que está siendo
cuidado, el hecho es que las acciones tomadas generalmente son la decisión del cuidador,
como la actitud de la sirvienta que guió al becerro a donde ella quería. Por otra
parte, el ser una sociedad es tener consideración y respeto. En este rol, los intereses
de la otra persona deben de ir primero de forma genuina. Entonces, ¿cómo me beneficia
el anteponer los intereses del otro?
Para responder a eso, primero veamos las
palabras finales de la explicación de Pindar a Joe: " Cuida lo que
necesitan los demás, confiando que cuando lo hagas, obtendrás lo que necesitas
tú." Lo que damos, regresa a nosotros multiplicado. Esta es una ley universal
fundamental y como la ley de la gravedad, no falla. No es que a veces funcione y
a veces no. Siempre funciona. Cuando ponemos a los otros antes que a nosotros, esencialmente
dándonos a ellos, entonces, lo que hemos dado se nos dará de regreso. El Universo
nos regresará lo que queremos, lo que necesitamos, lo que soñamos y lo que deseamos
con todo el corazón. No sucede porque estemos siendo extraordinariamente desinteresados.
Sucede porque al trabajar por el beneficio de otros, estamos trabajando con la
ley de manera que eventualmente nos beneficiará a nosotros.
El anteponer a los otros es tanto un asunto
de fe y confianza, como un asunto de ganas de dar. Pero a medida que comenzamos
a comprender que cada partícula de energía que enviamos al mundo se va a
reflejar en nosotros, nos damos cuenta que el anteponer a la otra persona es un
acto tan egoísta como es desinteresado. Al anteponer a los demás, nos estamos
armonizando con la ley espiritual y la alineación con el flujo universal. Al dar
de nosotros estamos asegurando que se nos dará.
Al buscar vivir y trabajar en sociedad con
nuestros semejantes, involucramos tanto a la Ley de la Influencia como a la Ley
de Oro. Todos queremos ser el primero. Todos queremos creer que importamos.
Todos queremos sentir que lo que decimos y
pensamos y hacemos es importante.
Cuando elegimos ponernos, aun por un momento,
en los zapatos del otro y le damos el regalo de anteponerlo a nosotros,
dejándolo saber que nos importa y que lo que dice y piensa y hace es
importante, estamos siguiendo la Regla de Oro al pie de la letra. Y estamos
haciendo una diferencia importante en el mundo.
Es más, nos estamos convirtiendo en
individuos extraordinarios que no solo influimos en las personas a nuestro
alrededor, sino en el mundo entero.
La Acción del Día:
1. Lee tu Plan de Negocio para la Prosperidad
y las once cosas de tu lista de
agradecimientos.
2. Toma un momento para pararte firmemente
con un brazo alzado hacia el cielo, el puño firme como si te estuvieras
agarrando de la mano de Dios.
Ahora, ya sea verbal o mentalmente repite
"Con Dios como mi Testigo…
3. Coloca tu cuota de dinero del día de hoy
en tu contenedor y lee la afirmación que está en el contenedor tres veces. Espera
recibir algo en regreso.
4. Bendice a todos los que están a tu
alrededor, incluyendo a los otros participantes en este experimento. Imagina
como aquellos a quienes bendices prosperan y se rodean del bien. Entonces
bendícete a ti mismo e imagina lo mismo. Puedes continuar bendiciendo a la
persona o personas en tu lista de bendiciones. Lee todas las bendiciones que
llegan por correo electrónicos. Tus bendiciones están haciendo una diferencia.
El leer las respuestas te dará la oportunidad de verlo por ti mismo.
El Pensamiento del Día:
"Si quieres vivir una larga vida,
enfócate en contribuir a los demás." --Hans Selye
La Afirmación del Día:
"Al poner a los demás antes que a mi,
siempre prospero. Al poner a los demás antes que a mi, cambio el mundo."
Día 72
La estrella brillante
Recientemente leí algo que del escritor Zig
Ziglar, lo cual comparto con ustedes. Zig Ziglar nació en Alabama en 1926,
siendo el onceavo hijo de una familia de doce. Cuando tenía 6 años, murieron su
padre y una hermana, y su madre tuvo que criar a los once hijos restantes.
“No todos nacemos con las mismas
oportunidades, pero después de un rato, sin importar quienes fueron nuestros
padres, el lugar donde nacimos, las expectativas en nuestras comunidades, la
educación, etc. llega el día donde tenemos que elegir si dejamos que el pasado
sea una enseñanza o una desgracia.
Algunos llegamos con discapacidades físicas o
discapacidades emocionales y otros sin el beneficio de una familia amorosa, lo
cual se ha comprobado que es crítico para el éxito de un individuo. Aun con
todo eso en nuestra contra, tenemos la responsabilidad de tomar el control y de
hacer algo con nuestras vidas.
Winston Churchill, que tenía 60 años antes de
que lo respetaran y lo reconocieran, inició su vida con dificultades para
hablar (ceceaba y tartamudeaba); era un estudiante de bajas calificaciones, que
reprobó cuando menos un año y alguna vez fue el peor estudiante en su salón, a pesar
de que su padre era un gran orador y la cabeza de la Cámara de los Lores.
Muchos opinaban que Winston no había heredado nada de su papá y sin embargo hoy
en día se le considera uno de los más grandes oradores de la historia, no por
su elocuencia sino por el contenido y la sinceridad de lo que decía. Se dice
que frecuentemente salvó al mundo libre con sus conferencias por radio a los
Británicos, cuando los Nazis habían plagado a la mayoría de Europa y estaban
listos para invadir Inglaterra.
Muchos de los profesores de Tomás Alva Edison
pensaban que él tenían serios problemas. Soñaba despierto todo el tiempo en la
escuela y hacía preguntas que aparentaban no tener ningún significado. Su mamá
lo sacó de la escuela y lo educó en casa. Ahora se le reconoce como el inventor
que tuvo el mayor impacto en los Estados Unidos del Siglo 19.
Clint Lewis, nació con problemas de visión en
Magna, Utah, y a los pocos
años se quedó ciego completamente. Clint
Lewis era el entrenador de luchas en la Preparatoria Brockbank y en el año
2000, su equipo fue invencible y lideró el campeonato.
Cuando Lewis estaba siendo considerado para
la posición de coach de luchas en esa preparatoria, hubo muchas críticas al
respecto. La administración no podía imaginar, como dice Lewis, “a un tipo
ciego enseñándole a los muchachos como luchar”. Pero Lewis era un hombre optimista,
invencible y muy entusiasta. El había sido campeón estatal, así es que tenía
grandes conocimientos y su optimismo y pensamiento positivo eran aun mayores. Y
amaba entrenar a los muchachos. Esa es una combinación ganadora en cualquier
idioma.
Hay un mensaje debajo de todo esto. El
estudiante problemático, o el hijo que no responde a una edad temprana, puede
ser una estrella brillante más adelante en su vida. Esa es una de las razones
por las cuales mi mamá nunca se dio por vencida con ninguno de sus hijos, ni de
sus nietos. Su fe, su creencia y su motivación tuvieron un gran impacto en
nuestras vidas.
Los libros de records están llenos de gente
con razones para darse por vencidos desde un principio, pero recibieron una
palabra de aliento, fueron persistentes y trabajaron duro. Desarrollaron las
características de la honestidad, la integridad, la fe, el amor, la lealtad, el
entusiasmo, el compromiso y la responsabilidad. Hasta aprendieron a amar y a
respetar a los demás, convirtiéndose en factores de cambio en las vidas de
otros.
Motiva a los jóvenes a temprana edad, después
de todo, lo importante no es donde comienzas – sino a dónde vas; esto hará la
diferencia. Y quizá lo más importante de todo sea que no importa lo que
obtengas del éxito –lo importante es en quien te conviertes al estar siendo
exitoso.”
Seamos factores de influencia en los demás, y
hagámoslo anteponiendo los intereses de los otros a los nuestros.
¿Recuerdas que en el día 60, Kate sugirió que
a medida que te sean reveladas las leyes estratosféricas del éxito, apliques
cada ley a tu propia vida? ¿Cómo las has ido aplicando? ¿Recuerdas la primera
ley, la Ley del Valor? ¿Y la segunda, la Ley de la Compensación? ¿Y ahora esta
tercera ley, la Ley de la Influencia? Te sugiero que hagas una lista de cómo
has ido aplicando estas tres leyes a tu vida diaria.
La Acción del Día:
1. Lee tu Plan de Negocio para la Prosperidad
y las once cosas de tu lista de agradecimientos.
2. Toma un momento para pararte firmemente
con un brazo alzado hacia el cielo, el puño firme como si te estuvieras
agarrando de la mano de Dios.
Ahora, ya sea verbal o mentalmente repite
"Con Dios como mi Testigo…
3. Coloca tu cuota de dinero del día de hoy
en tu contenedor y lee la afirmación que está en el contenedor tres veces.
Espera recibir algo en regreso.
4. Bendice a todos los que están a tu
alrededor, incluyendo a los otros participantes en este experimento. Imagina
como aquellos a quienes bendices prosperan y se rodean del bien. Entonces
bendícete a ti mismo e imagina lo mismo. Puedes continuar bendiciendo a la
persona o personas en tu lista de bendiciones. Lee todas las bendiciones que
llegan por correo electrónicos. Tus bendiciones están haciendo una diferencia.
El leer las respuestas te dará la oportunidad de verlo por ti mismo.
El Pensamiento del Día:
“Muchas personas no tienen idea de lo que
pueden hacer porque siempre se les ha dicho lo que no pueden hacer. No saben lo
que quieren porque no saben lo que está disponible para ellos.” Zig-Ziglar
La Afirmación del Día:
“Soy Feliz ayudando a los demás”.
Día 73 —
Poniendo Primero a los Demás
En Agosto de 1914, poco antes del inicio de
la Primera Guerra Mundial, el explorador Británico Sir Earnest Shackleton y un
grupo de 27 hombres zarparon desde Inglaterra en el buque HMS Endurance.
Su misión era la de viajar hasta la Antártida y ser los primeros en cruzar el
continente.
A pesar de tener un plan muy meticuloso con
el que se prepararon para la expedición, antes de que los hombres pudieran
llegar a su destino, el buque quedó completamente encerrado en las aguas
congeladas de la Antártida muy cerca de la Isla Elefante, manteniendo así a Shackleton
y a su equipo cautivos en una prisión helada durante casi dos años. Lo que es sorprendente
es que aunque el hielo eventualmente destruyó y hundió el barco, no perdieron a
un solo miembro del equipo.
Es más, casi todo acerca de esta
extraordinaria expedición es sorprendente. Cerca del final de su terrible
vivencia de 22-meses, Shackleton y cinco de los miembros de su tripulación, incluyendo
a Frank Worsley, el capitán del Endurance, salieron a bordo de un
pequeño barco salvavidas esperando encontrar alguna estación de ballenas,
navegando ochocientas millas en tormentosos mares llenos de hielo. Diecisiete
días más tarde, con el barco con fugas y el timón roto, los seis hombres
finalmente llegaron a la Isla de Georgia del Sur, donde quedándoles tan solo
tres días de alimentos y provisiones, Shackleton tomó la decisión que el,
Worsley y Tom Crean, uno de los tripulantes, cruzarían la isla – una isla que
parecía ser imposible de cruzar debido a sus masivas montañas y glaciares.
Bajo tal presión y a pesar de las pocas
posibilidades, uno podría imaginarse que el temperamento de estos hombres
habría alcanzado el nivel de quiebre. La paciencia y la consideración no se
consideran características que sean utilizadas cuando nos encontramos en
situaciones tanto física como mentalmente extremas, pero para Shackleton y sus hombres,
eran las que estaban a la orden del día. Como escribió después Worsley en su diario:
“Cuando los hombres están tan cansados como lo estábamos nosotros, los nervios están
de punta y es necesario que cada hombre haga un esfuerzo por no irritar a los
demás.
En esta marcha nos tratamos los unos a los
otros con mucha más consideración que lo que habríamos hecho bajo
circunstancias normales. Nunca he visto buenos modales aplicados más
cuidadosamente que aquellos días por estos viajeros experimentados al estar en
una situación de aprieto.”
La historia de supervivencia de la
tripulación del Endurance habla mucho acerca de un comportamiento
extraordinario. Especialmente si pensamos como nos comportamos hoy en día
cuando experimentamos algo de presión. En lugar de mostrar más consideración, frecuentemente
mostramos menos. Cuando nos colocamos en “lugares apretados” es muy posible que
nos preocupemos por nuestras necesidades más que por las de nadie más.
Al enfrentarnos con cosas malas, la mayoría
de nosotros tendemos a responder mal también. El cuidar no irritar a los demás
es para muchos de nosotros, algo lindo que preferiríamos ignorar. Pero si hemos
de tomar algo de la experiencia de la tripulación del Endurance, es que
la clave para nuestra propia supervivencia depende de que hagamos el mayor
esfuerzo por tratar a los que están a nuestro alrededor con consideración y un cuidado
genuino. Todos estamos conectados de muchas más formas de las que nos imaginamos.
Lo que hacemos por los demás, realmente estamos haciendo por nosotros también.
¿Qué fue lo que permitió que estos hombres
actuaran de esa extraordinaria forma? Muchos historiadores han escrito que la
tripulación del Endurance fue paciente, flexible y fuerte al enfrentarse
con la adversidad. La principal ventaja de estos hombres, sin embargo, era el extraordinario
liderazgo de Shackleton. Sencillamente, Shackleton siempre se preocupó primero
por su tripulación. Ellos eran para el más importantes que la fama y gloria personal.
Guiaba con el ejemplo.
Como ya lo hemos comentado, en el libro Dar
para Recibir, la Tercera Ley Estratosférica del Éxito es la Ley de la
Influencia que dice “Tu influencia está determinada por la medida en la que
antepones los intereses de los demás a los tuyos.”
A finales del año 2000, los alpinistas
Reinhold Messner, Stephen Venables y Conrad Ankers trazaron la ruta de Shackleton
como parte de su expedición Nova. Después de experimentar de primera mano las
dificultades que experimentó el grupo pionero, Messner remarcó la importancia
del deseo de Shackleton por ayudar a sus compañeros de viaje: “A diferencia de
nosotros,” dijo Messner, “ellos no tenían idea de las dificultades y el peligro
que les esperaban en esa última parte de su odisea. Shackleton simplemente
sabía que tenía que llevarles ayuda a los 27 hombres que esperaban en
condiciones miserables en el fin del mundo. El auto-rescate de la expedición
del Endurance es una historia de alguien que nació perdedor y que en su
peor momento, logró llevar a sus hombres a casa mostrando la victoria de la
resistencia humana, la administración de riesgos innata y la confianza suprema.”
No hay duda de que Shackleton y sus hombres
eran competentes, resistentes y estaban llenos de un valor ilimitado. Pero
también no hay duda de que el principal factor en su habilidad para sobrevivir
fueron las actitudes de cortesía y la conducta que mostraron los unos a los
otros durante el tiempo de su tortuosa odisea.
Es muy poco posible que alguno de nosotros
lleguemos a encontrarnos atrapados por el hielo en un barco en la Antártida,
pero sí es posible que de vez en cuando nos encontremos atrapados en “lugares
apretados” donde nuestro valor y tenacidad deben de ser utilizados.
Durante estas pruebas, la oportunidad para
influir positivamente en los que están a nuestro alrededor se dará en la forma
en la que tratemos a nuestros “compañeros de viaje”.
Nunca habrá un momento en el que nuestro
deseo por anteponer los intereses de los demás no tenga una influencia positiva
en los que estén a nuestro alrededor. Si dudas esto, entonces considera las
palabras de la historiadora Carolyn Alexander que escribió en su libro, Atrapados
en el Hielo (El Endurance): “Desde principios de su carrera, Shackleton fue
conocido como un líder que pone a su gente primero. Esto inspiraba una
confianza inquebrantable en sus decisiones, así como una tenaz lealtad por
parte de Frank Wild (en una expedición anterior), quien comenzó la expedición
no siendo un gran admirador de Shackleton, pero registró en su diario un
incidente que cambió su forma de pensar para siempre. Después de una magra
cena, Shackleton a escondidas le dio a Wild una de sus cuatro raciones diarias
de galleta. ‘No creo que nadie más en el mundo podría haber sido más generoso
que esto,’ escribió Wild, subrayando las palabras. ‘Juro por Dios que nunca olvidaré
esto. Miles de libras no podrían haber comprado esa galleta.’”
También es interesante notar que Wild se
registró una segunda vez con Shackleton, siendo uno de los de la tripulación
del Endurance. De acuerdo a la Señorita Alexander, la lealtad inquebrantable
de Wild fue uno de los activos más valiosos de la expedición.
Shackleton por supuesto no conocía
específicamente la Tercera Ley Estratosférica del Éxito, pero entendía que el
poner las necesidades de los demás antes que las suyas podría cambiar una falla
por un éxito. Y fue esa habilidad innata de entonarse a las necesidades de los
demás y de darles prioridad lo que inspiró la incomparable lealtad de Frank
Wild.
Así como lo entendía Shackleton, la mejor
forma de resolver nuestros problemas es mirando a nuestro alrededor y
encontrando la forma de ayudar a alguien más. Eso no es sólo ser lindo. Eso es
trabajar con la ley universal y cuando trabajamos con la ley, la ley trabaja
para nosotros.
La Acción del Día:
1. Lee tu Plan de Negocio para la Prosperidad
y las once cosas de tu lista de agradecimientos.
2. Toma un momento para pararte firmemente
con un brazo alzado hacia el cielo, el puño firme como si te estuvieras
agarrando de la mano de Dios.
Ahora, ya sea verbal o mentalmente repite
"Con Dios como mi Testigo, hoy SOY poderoso, hoy SOY valiente, hoy SOY
fuerte, hoy ESTOY libre de miedos, hoy PROSPERO. Y VIVO cada momento de este
día abrazando mi verdadera naturaleza, SIENDO la persona que estoy destinada a
ser. De hoy en adelante, esta es mi verdad."
Nota: Si es posible, escribe esta afirmación
en una tarjeta que quepa en tu cartera o en tu bolsa y llévala siempre contigo
para que la puedas leer cuando sientas que dudas o cuando tengas miedo. Y como
antes, cada vez que repitas esta afirmación, repite las palabras con la mayor
emoción y sentimiento posible, dedicándole cuando menos un minuto a imaginar
cada aspecto de tu vida como lo quieres.
3. Coloca tu cuota de dinero del día de hoy
en tu contenedor y lee la afirmación que está en el contenedor tres veces.
Espera recibir algo en regreso.
4. Bendice a todos los que están a tu
alrededor, incluyendo a los otros participantes en este experimento. Imagina
como aquellos a quienes bendices prosperan y se rodean del bien. Entonces
bendícete a ti mismo e imagina lo mismo. Puedes continuar bendiciendo a la
persona o personas en tu lista de bendiciones. Lee todas las bendiciones que
llegan por correo electrónicos. Tus bendiciones están haciendo una diferencia.
El leer las respuestas te dará la oportunidad de verlo por ti mismo.
5. Lee las peticiones de algunos de tus compañeros
y elige una o dos. Dedica algo de tiempo cada día, cuando menos durante los
siguientes cuatro días (o más) bendiciendo a las personas involucradas en esas
peticiones.
Mándales una pequeña nota cada día, durante
esos siete días, a las personas que hayas elegido avisándoles que los estás
cubriendo de bendiciones y que estás imaginando que todo lo mejor les sucede.
El Pensamiento del Día:
“El primer paso al liderazgo es a través del
servicio.”
— John Maxwell
La Afirmación del Día:
“Estoy bendecido por ser una bendición”
Día 74:
El Hábito de DAR
Uno de los más grandes hábitos que puedes
desarrollar es el de dar a los demás; libre y alegremente dar lo más que puedas
y tan frecuentemente como puedas. La forma más sencilla para desarrollar el
hábito de dar es buscar cualquier oportunidad para dar y concretarla dando lo
que puedas.
Cuando das sin importar si recibirás o no
algo a cambio, la energía que mandas regresa de las formas más extraordinarias.
No es necesario preocuparse por cómo va a regresar o si va a regresar. Sólo
concientízate de la alegría que sientes cuando das algo de ti. Y al dar
alegremente, amorosamente, abiertamente e incondicionalmente, la ley de causa y
efecto entrará en acción y se te dará mucho más de lo que tú has dado.
Frecuentemente, al pensar en la palabra DAR,
pensamos en dinero y al estar experimentando carencia en nuestra vida,
erróneamente pensamos que no tenemos dinero para dar. Este mero pensamiento
perpetúa la energía de las carencias y las limitaciones y las sostiene en tu experiencia.
La razón del contenedor de dinero es el de ejercitar el músculo de dar dinero,
pero, si por alguna razón no sientes que se ha desarrollado todavía, entonces
mira a tu alrededor y da lo que puedas. Da sonrisas, da amor, da simples actos
de gentileza. Da atención, da tiempo, da entendimiento, da ayuda. Lo que sea
que des, recibirás más a cambio, pero también recibirás lo que deseas y
necesitas. El dar y recibir no es un juego de memoria universal, donde todo se
regresa
de igual manera. El dar y recibir es un
proceso universal que siempre, siempre, siempre es benéfico para todos y todo
lo involucrado.
Da, y hazlo con gracia y gratitud. El dar de
mala gana solo baja la energía tanto del que da como del que recibe. El dar sin
agradecer la oportunidad de dar te roba de una alegre participación en el
proceso.
Este es un Universo, divino y ordenado, que
funciona con precisión matemática. Cuando cuidas a otros, te cuidas a ti mismo
de una forma tan exacta como que saber que sumar dos y dos da cuatro. Al ayudar
a otros a vivir una vida mejor, tu vida será mejor. Como hemos discutido a lo
largo del curso de este experimento, el universo está hecho de energía y la
energía siempre está fluyendo. El dar te coloca en ese flujo, armonizándote con
lo bueno. No importa que desees, cuando ayudas a que alguien lo tenga primero
que tú, te colocas en el abundante flujo de lo que has dado.
Obviamente estás participando en este
experimento porque deseas una vida más próspera. La mejor y más rápida manera
de obtenerla es ayudando a otros a ser más prósperos. ¿Cómo haces eso?
Enseñando a otros los que has aprendido. Cuando alguien te platique de alguna
gran necesidad, no te sientas mal. Explícale lo que has aprendido acerca de
adoptar una mente próspera.
Da. Comparte. Ayuda. Ayuda a los demás tan
frecuentemente y de la forma en la que puedas y por eso, la respuesta del
Universo excederá tus más grandes expectativas. Abre tus ojos, tu mente y tu
corazón al mundo a tu alrededor. Busca oportunidades para dar.
Las oportunidades para dar materialmente,
emocionalmente, espiritualmente son muchas. Y al buscarlas activamente,
aparecerán ante ti como faros en la noche.
El recibir es una parte vital del proceso de
dar. Espera recibir, pero no des porque quieres recibir. Hay una discernible
diferencia entre ambos. El dar porque quieres algo a cambio no es dar. Es
apostarle al Universo, y vas a perder. Da por el gusto de dar con el entendimiento
de que al hacerlo, recibirás algo a cambio porque es una parte natural del
proceso. Da lo que puedas y hazlo incondicionalmente.
Da, pero también entiende que tu auto-valor
no está definido por lo que das. Eres un vehículo a través del cual fluye todo
lo bueno. Tú ya eres alguien valioso o no podrías dar, pero no eres valioso por
dar. Tu valía no se establece por lo que haces, sino por quien eres. Y ya eres
alguien valioso. Cualquier creencia de que no eres valioso es un error y
cambiará a medida que permitas que entre más amor y alegría a tu vida.
Da las gracias por tener la oportunidad de
dar y expresa profundamente tu agradecimiento. Siéntete feliz por tener algo
para dar. Deléitate. Y disfruta el proceso de dar por completo. Y cuando lo
hagas, el Universo responderá, dándote a ti en el momento más benéfico, de la
manera más benéfica. Es un proceso mágico que estarás feliz de haber adoptado.
Y lo mejor de todo, es un hábito del que nunca sentirás que te tienes que
deshacer.
La Acción del Día:
5. Lee tu Plan de Negocio para la Prosperidad
y las once cosas de tu lista de agradecimientos.
6. Toma un momento para pararte firmemente
con un brazo alzado hacia el cielo, el puño firme como si te estuvieras
agarrando de la mano de Dios.
Ahora, ya sea verbal o mentalmente repite
"Con Dios como mi Testigo…
7. Coloca tu cuota de dinero del día de hoy
en tu contenedor y lee la afirmación que está en el contenedor tres veces.
Espera recibir algo en regreso.
8. Bendice a todos los que están a tu
alrededor, incluyendo a los otros participantes en este experimento. Imagina
como aquellos a quienes bendices prosperan y se rodean del bien. Entonces
bendícete a ti mismo e imagina lo mismo. Puedes continuar bendiciendo a la
persona o personas en tu lista de bendiciones. Lee todas las bendiciones que
llegan por correo electrónicos. Tus bendiciones están haciendo una diferencia.
El leer las respuestas te dará la oportunidad de verlo por ti mismo.
9. Lee las peticiones de algunos de tus
compañeros y elige una o dos. Dedica algo de tiempo cada día, cuando menos
durante los siguientes tres días (o más) bendiciendo a las personas involucradas
en esas peticiones.
Mándales una pequeña nota cada día, durante
esos tres (o más), a las personas que hayas elegido avisándoles que los estás
cubriendo de bendiciones y que estás imaginando que todo lo mejor les sucede.
El Pensamiento del Día:
"Para qué vivimos, si no es para
hacernos la vida menos difícil los unos a los otros." --George Elliot
La Afirmación del Día:
"Soy un vehículo por el cual fluye el
bien ilimitado."
Día 75 — Escapando el Ayer
Quizá recuerdes la película de 1993 Groundhog
Day (El Día de la Marmota). Es una comedia deliciosa acerca de un
odioso meteorólogo el cual es asignado para cubrir la celebración del Día de la
Marmota en Punxsutawney, Pennsylvania. Después de reportar que la marmota salió
de su guarida, el meteorólogo Phil Connors (representado por el actor Bill
Murray) no solo se encuentra atrapado en Punxsutawney debido a una nevada que
no predijo de manera correcta, sino que también se encuentra atrapado en el
mismo día una y otra vez, teniendo que despertar a lo mismo cada mañana y
siendo forzado a revivirlo día a día. El pueblo no cambia, la gente no cambia,
pero a lo largo de la película, el que sí cambia es Phil. Sin tener el control
de sus circunstancias externas, eventualmente descubre que no tiene otra opción
más que cambiar el mismo.
Aclamada como una de las películas más
espirituales de todos los tiempos, El Día de la Marmota presenta
una reflexión cómica de la manera en la que los humanos de manera frecuente nos
atoramos en nuestro propio circuito de vida, repitiendo las mismas acciones y comportamientos
día tras día. Llena de grandes lecciones espirituales y filosóficas, El
Día de la Marmota dramatiza de manera brillante como el cambio real
viene de adentro.
Aunque frecuentemente nos agarramos de lo
externo en busca de felicidad, la película con gentileza nos muestra que
depende de cada individuo liberarse de los límites negativos para crear su
propia felicidad.
En la película, un Phil amargado es forzado a
encontrarle significado y propósito a su vida.
Es la única forma para salir del circuito. A
lo largo de la película, los espectadores observan como cambia su vida al ir
cambiando una actitud o comportamiento cada día. Y con cada cambio, ocurre una
transformación.
No es la vida de Phil la que cambia, sino su
perspectiva de ella. Y lo que la película nos recuerda de una manera hermosa,
es que todos podemos hacer lo mismo. Cada uno de nosotros tiene dentro la
capacidad de cambiar sus propias perspectivas de tal manera que hasta el día
más cruel y miserable puede convertirse en uno lleno de alegría y magia.
Nuestra habilidad para cambiar nuestra
perspectiva con solo desearlo, es uno de los regalos más grandes que nos ha
sido dado. Es la llave fundamental para vivir todas las abundantes bendiciones
que la vida ofrece.
Desafortunadamente, muchos de nosotros
vivimos en piloto automático, reviviendo cada día en nuestras mentes una y otra
vez, y entonces no nos damos cuenta de que tenemos otras opciones. Cargamos con
los mismos pensamientos, con las mismas emociones, con los mismos rencores, las
mismas preocupaciones y las mismas ansiedades hacia el siguiente día. A
diferencia de Phil Connors, no estamos atrapados en un circuito de tiempo;
estamos atrapados en uno mental; uno que nos mantiene atados a los viejos
patrones de pensamiento y acción, algunos que van hasta nuestra infancia.
Lo extraordinario de un circuito mental, es
que solo necesitamos cambiar nuestra forma de pensar para liberarnos. Y es
mucho más fácil de hacer que lo que pensamos.
Comienzas poniendo atención a tus procesos de
pensamiento. Al monitorear lo que estás pensando y sintiendo a lo largo del
día, dándote cuenta de tus patrones de pensamiento y sentimiento dominantes.
Una vez que estás consciente, puedes comenzar a experimentar con reemplazar los
pensamientos y emociones negativos con aquellos que te hacen sentir mejor
acerca de ti y de tu mundo. Y una vez que cambias tu manera de pensar y de
sentir, verás el mundo totalmente diferente.
El mundo no cambiará. Pero tu sí.
Y eso es lo que importa.
Phil Connors descubre que cada día nos da la
oportunidad de probar nuevos comportamientos y de entonces medir los resultados
y evaluarlos. Nosotros quizá no regresamos al mismo día una y otra vez, igual
que Phil, pero sí vivimos nuestra vida en días tan similares que somos
literalmente un laboratorio que camina y habla; un lugar donde podemos
experimentar, ajustar, y jugar con nuestros pensamientos, nuestras emociones y nuestros
sentimientos hasta que se sientan bien. Y al hacerlo, los cambios que nos
llevan a una vida próspera y feliz los hacemos sin esfuerzo. Y la vida se
convierte en la película mágica que nos gustaría que fuera.
Nota de Kate: Si tienes la oportunidad, te pido que rentes, pidas
prestada o compres y veas la película El Día de la Marmota.
Y si realmente quieres cambiar tu vida, te
pido que sigas la pista de Phil Connors y que cambies tu forma de ver el mundo.
Es en realidad la forma más rápida, fácil y eficiente de cambiar tu vida.
La Acción del Día:
10. Lee tu Plan de Negocio para la
Prosperidad y las once cosas de tu lista de agradecimientos.
11. Toma un momento para pararte firmemente
con un brazo alzado hacia el cielo, el puño firme como si te estuvieras
agarrando de la mano de Dios.
Ahora, ya sea verbal o mentalmente repite
"Con Dios como mi Testigo…
12. Coloca tu cuota de dinero del día de hoy
en tu contenedor y lee la afirmación que está en el contenedor tres veces.
Espera recibir algo en regreso.
13. Bendice a todos los que están a tu
alrededor, incluyendo a los otros participantes en este experimento. Imagina
como aquellos a quienes bendices prosperan y se rodean del bien. Entonces
bendícete a ti mismo e imagina lo mismo. Puedes continuar bendiciendo a la
persona o personas en tu lista de bendiciones. Lee todas las bendiciones que
llegan por correo electrónicos. Tus bendiciones están haciendo una diferencia.
El leer las respuestas te dará la oportunidad de verlo por ti mismo.
El Pensamiento del Día:
“Despertando de nuevo A lo mismo
A las mismas viejas canciones
Al mismo viejo dolor.”
De la canción “Groundhog Days”
Letra por Nick Jones
La Afirmación del Día:
“Todos los días de todas las formas estoy
mejor y mejor”
Día 76
Mi Propia Luz
La Cuarta Ley Estratosférica del Éxito es la
“Ley de la autenticidad”
Lo más valioso que puedes darle a los demás,
es a ti mismo
Regresando al libro de “Dar para Recibir”,
Pindaro decide llevar a Joe a escuchar a una oradora llamada Debra Davenport en
un simposio de ventas.
Bob Burg y John David Mann nos explican esta
Cuarta Ley Estratosférica del éxito de la siguiente manera: “…A pesar de tener
cuarenta y dos años, Debra, que se encontró soltera de repente y con tres hijos
a los que alimentar, no había trabajado en su vida. Como madre de tiempo
completo, esposa y ama de casa de un ajetreado hogar, había combinado docenas de
habilidades y dedicado muchas horas a llevar su casa… ‘En todos los lugares
donde pedía trabajo’, dijo al público, ‘me decían que era demasiado mayor y que
carecía de preparación.’”
Debra, carecía de experiencia laboral, por
ser ama de casa. Ella se pasó meses intentando conseguir una licencia de
vendedor de bienes raíces. Aprendía rápido y pasó todos sus exámenes con las
mejores calificaciones. Era una experta, pero al cabo de un año, no había vendido
una sola casa.
Y continúa diciendo…‘Aquel jueves, cumplí
cuarenta y tres años. Para ese cumpleaños mi mejor amiga me compró una entrada
a este simposio de ventas. Aquel año, el orador principal habló sobre la
importancia de añadir valor a lo que uno vende. “Da lo mismo lo que vendan” nos
dijo,… “sea lo que sea, podrán tener éxito si le añaden valor. Si necesitan dinero,
añadan valor. Y si necesitan mucho dinero, añadan mucho valor”… ‘¿Qué valor podía
yo añadirle a un listado de inmuebles?... Aquel día aprendí algo, yo no podía
añadir otra cosa que a mí misma.’… ‘Lo que he venido a venderles es a ustedes
mismos.
Recuerden esto: independientemente de su
formación, de sus dones, del área profesional en la que se desenvuelvan,
ustedes son el artículo más preciado. Ustedes mismos son el máximo don que pueden
compartir con otros.’…’Lo más importante es quienes son ustedes. Todo empieza
con ustedes.’
‘Mientras sigan intentando ser alguien que no
son, representando un papel o una conducta que alguien les ha enseñado, no
tendrán ninguna posibilidad real de alcanzar a otras personas. Ustedes mismos
son lo más valioso que pueden darles a otros.’”
Mira lo que nos dice Debra, “mientras
sigas intentando ser alguien que no eres...”.
Hemos trabajado para descubrir quienes somos
y qué queremos. Los conocimientos son importantes, pero conocernos a nosotros
es aun más importante. ¿Quién soy en realidad y qué puedo dar de mí a los
demás? Mira tu vida. ¿Se siente auténtica? ¿Sientes que lo que haces está
alineado con quien eres?
¿Es algo natural, o tienes que ponerte una
máscara?
Prueba esto. Revisa lo que haces y has una
lista de las cosas que realmente se alinean con quien eres, con lo que te
inspira. ¿Hay alguna manera de incrementar esto?
Ahora has una lista de las cosas que no se
alinean con quien tu eres. ¿Hay alguna manera de eliminar o de reducir estas
cosas?
Tu carrera no está estática. Todo tiene el
potencial de moverse, de cambiar – a veces cambios radicales, a veces
refinamientos continuos. Entre más sepas lo que se alinea con quien tu eres y
lo que no, tendrás más potencial para dirigir tu carrera en una dirección que continúe
energizándote e inspirándote.
Y esto nos lo refuerza Marianne Williamson
cuando nos dice: “Al dejar que nuestra propia luz brille, inconscientemente le
damos permiso a la gente para que haga lo mismo.”
¿Has estado alrededor de alguien que está tan
entusiasmado con lo que está haciendo que te contagia? Como lo he dicho antes,
mi definición de pasión es, "la energía que surge al poner más de TI en lo
que haces." Cuando basas lo que haces en quien eres de verdad, en lugar de
ser quien no eres, es una experiencia energética, y esa energía impacta a la
gente a tu alrededor.
Cómo vives tu vida – lo que eliges y la
dirección que tomas – tiene un efecto profundo en el mundo a tu alrededor. Si
piensas en el mundo como una gran obra de arte de energía, el presentarte
auténticamente te da acceso a una paleta de colores que te permite agregar salpicones
de colores vibrantes (o tonos más sutiles, si ese es tu estilo).
No lo olvides: Lo más valioso que puedes
darle a los demás, es a ti mismo
La Acción del Día:
1. Lee tu Plan de Negocio para la Prosperidad
y las once cosas de tu lista de agradecimientos.
2. Toma un momento para pararte firmemente
con un brazo alzado hacia el cielo, el puño firme como si te estuvieras
agarrando de la mano de Dios. Ahora, ya sea verbal o mentalmente repite
"Con Dios como mi Testigo…
3. Coloca tu cuota de dinero del día de hoy
en tu contenedor y lee la afirmación que está en el contenedor tres veces.
Espera recibir algo en regreso.
4. Bendice a todos los que están a tu
alrededor, incluyendo a los otros participantes en este experimento. Imagina
como aquellos a quienes bendices prosperan y se rodean del bien. Entonces
bendícete a ti mismo e imagina lo mismo. Puedes continuar bendiciendo a la
persona o personas en tu lista de bendiciones. Lee todas las bendiciones que
llegan por correo electrónicos. Tus bendiciones están haciendo una diferencia.
El leer las respuestas te dará la oportunidad de verlo por ti mismo.
El Pensamiento del Día:
“El mundo se compone de los que dan y los que
reciben. Quizá los que reciben comen mejor, pero los que dan duermen mejor”. Séneca
La Afirmación del Día:
“Me gano la vida con lo que recibo, pero hago
mi vida con lo que doy.”
Día 77 — Sintiéndote Cómodo con el Dinero
¿Cómo te sientes con el dinero que tienes
ahora mismo? ¿Estás contento con la cantidad y das las gracias por ello? ¿O lo
ves como poco, sintiéndote resentido por la carencia y lamentándote por no
tener suficiente? ¿Administras bien el dinero que tienes? ¿En cualquier
momento, puedes decir cuántos pesos tienes y dónde están? Mas importante, ¿tienes
una idea real de cuánto necesitas? ¿Mantienes un presupuesto mensual, sabiendo
de manera consistente, no solo cuánto tienes que gastar, sino cuánto puedes
gastar? Si es así, ¿ahorras algún porcentaje de tu dinero? Si es así, ¿das un
diezmo, y/o das un porcentaje de tus ingresos a los que son menos afortunados
que tu? Cuando llegan los cobros, ¿agradeces que han confiado en que puedes
manejar una deuda o ves cada cobro como una forma de dinero en la forma de
regalo, un bono o un golpe de suerte, te sientes cómodo teniéndolo, o te urge
gastarlo, deshacerte de él de inmediato?
La manera como te sientes del dinero que
tienes ahora en tu vida dice mucho de la manera en la que vas a manejar el
dinero en el futuro. Si no te sientes cómodo con el dinero ahora, tampoco lo
estarás después. Si parece que nunca tienes suficiente, es muy probable que estés
sintiendo una insuficiencia emocional, también. El concientizarte y revisar
esas emociones limitantes afectará la manera en la que el dinero fluye en tu
vida.
A lo largo del experimento de la prosperidad,
hemos estado tratando de cambiar tu relación interna con el dinero. Ahora ha
llegado el momento de que consideres cambiar tus sentimientos acerca del dinero
en un nivel más físico.
Cualquier padre sabe que un hijo no pude ser
cuidado adecuadamente si se le ignora. Para que un hijo florezca y crezca,
requiere amor y atención. El dinero en tu vida es muy parecido a un hijo que ha
sido colocado bajo tu cuidado. Como ya discutimos, es energía.
Vibra a cierta frecuencia y lo atraes o lo
repeles de acuerdo a tu vibración energética. Si lo ignoras, lo desdeñas, lo
temes, piensas en el sólo en términos de carencia y limitación – pensando que
“nunca hay suficiente” – o no estás dispuesto a cuidarlo adecuadamente, lo vas
a alejar. Si por el contrario, lo cuidas, lo distribuyes sabiamente, y
conscientemente buscas formas de ponerlo a trabajar a tu favor, entonces
atraerás más. Como un hijo bien cuidado, florecerá y crecerá.
¿Planeas cuidar el dinero de manera apropiada
una vez que hayas prosperado? Si deseas prosperar, debes de comenzar a cuidarlo
desde ahora. No importa cuánto dinero tengas ahora mismo; entender y atender
tus necesidades financieras de una manera consciente es una manera práctica de
comenzar inmediatamente a moverte hacia una vida más abundante.
Puede ser que tengas registros financieros
excelentes y si es así, felicidades. Sin embargo, si actualmente tienes dificultades
económicas, es muy probable que no solo no tengas buenos registros, sino que la
idea de comenzar a llevarlos te hace sentir incómodo. El solo pensar en tomar
el control de una condición que puede ser que esté completamente fuera de control
puede crear una barrera inmediata entre tú y tu zona de confort. El tener poco
puede ser que no sea muy cómodo, pero la idea de tomar el control de lo poco
puede sentirse como algo imposible de lograr.
La mejor manera de tomar el control de tu
actual situación financiera es comenzando a escribirlo. Los programas de
control de dinero como “Quicken” (gratuito) son muy buenos para controlar tu
situación financiera, y si es posible, te recomiendo seriamente que comiences a
utilizar un programa así. Sin embargo, si no es posible, no te preocupes. Será suficiente
un pequeño cuaderno, parecido al del 10% que comenzaste a llevar tiempo atrás.
Tenlo contigo todo el tiempo y comprométete a
registrar todos tus ingresos y tus gastos a diario. La manera más rápida de
controlar tus finanzas es escribiéndolo todo. Necesitas saber dónde estás antes
de que puedas tomar decisiones serias acerca de tus finanzas.
Durante estos últimos días, escribe todos tus
gastos en tu cuaderno. Dedica algunas páginas del cuaderno a diversas categorías
como son casa, seguros, salud, alimentos, servicios (luz, agua y teléfono),
diversiones y misceláneos, y escribe el artículo y la cantidad en la hoja apropiada,
manteniendo una suma de los gastos. Al final, tendrás una mejor idea de a dónde
va tu dinero, pero como un beneficio adicional, quizá notes una reducción en
tus compras impulsivas. Comprar una cosa de forma impulsiva es una cosa. Pero
comprar algo sabiendo que lo vas a documentar y sumar, te da una nueva
consciencia hacia este proceso que a veces actúa como un inhibidor. (Por favor
no pienses que estoy en contra de gastar el dinero. No hay nada malo con gastar
el dinero, especialmente si utilizas tu cuaderno del 10% con cada gasto. Pero
los gastos impulsivos con frecuencia indican un temor interno o emocional que
necesita ser atendido, y el usar tu cuaderno para anotar tales gastos, te servirá
de barómetro no solo para lo que gastas, sino cómo lo gastas y qué áreas
muestran una batalla interna que necesita atenderse.)
Al registrar tus gastos diarios, también
préstale atención a tus emociones a medida que sumas y restas. Para los que no
están acostumbrados a llevar registros financieros, este puede ser un proceso
desalentador y puede ser que te sientas tentado a dejarlo muchas veces.
Resiste, recordándote con frecuencia que al hacer esto, tomas el control de tu
futuro financiero.
Comprométete a hacer este cambio positivo de
documentar como fluye hacia dentro y hacia afuera de tu vida el dinero. No
puedes saber si te sirve o no un hábito a menos de que sepas exactamente qué
hábito es. Esto te dará un mucho mejor entendimiento de los hábitos del dinero.
La Acción del Día:
1. Lee tu Plan de Negocio para la Prosperidad
y las once cosas de tu lista de agradecimientos.
2. Toma un momento para pararte firmemente
con un brazo alzado hacia el cielo, el puño firme como si te estuvieras
agarrando de la mano de Dios. Ahora, ya sea verbal o mentalmente repite
"Con Dios como mi Testigo…
3. Coloca tu cuota de dinero del día de hoy
en tu contenedor y lee la afirmación que está en el contenedor tres veces.
Espera recibir algo en regreso.
4. Bendice a todos los que están a tu
alrededor, incluyendo a los otros participantes en este experimento. Imagina
como aquellos a quienes bendices prosperan y se rodean del bien. Entonces
bendícete a ti mismo e imagina lo mismo. Puedes continuar bendiciendo a la
persona o personas en tu lista de bendiciones. Lee todas las bendiciones que
llegan por correo electrónicos. Tus bendiciones están haciendo una diferencia.
El leer las respuestas te dará la oportunidad de verlo por ti mismo.
El Pensamiento del Día:
“El hablar del dinero nos hace sentir
incómodos. A veces hasta nos sentimos confusos por querer ganar dinero. Quizá
asociamos el estar interesados en el dinero con el tipo de gente que sólo está
interesada en el dinero... Y ciertamente,
nosotros no somos así.” -- Rhonda Abrams
La Afirmación del Día:
“Me siento cómodo pensando acerca de,
trabajando con y negociando con mi dinero.”
Día 78
La Fuerza Detrás de Mí
El hombre miró lentamente hacia arriba. Esta
era una mujer claramente acostumbrada a las cosas finas en la vida. Su abrigo
era nuevo. Se veía como si nunca en su vida se hubiera quedado sin comer. Su
primer pensamiento fue que quizá ella se querría burlar de el, como lo habían
hecho muchos antes.
"Déjeme solo," le pidió...Para su
sorpresa, la mujer no se movió. Ella sonreía – desplegando la línea de blancos
dientes. "¿Tienes hambre?" preguntó ella. "No," contestó el
sarcásticamente. "Voy llegando de cenar con el presidente...Ahora, váyase
por favor."
La sonrisa de la mujer se hizo aun más
grande.
De repente el hombre sintió una gentil mano
debajo de su brazo. "¿Qué está usted haciendo, señora?" preguntó el
hombre enojado. "Le pedí que me dejara en paz.” Justo en ese momento llegó
un policía. "¿Hay algún problema Señora?" preguntó. "Ningún problema,
oficial," respondió ella. "Estoy tratando de ayudar a este hombre a
levantarse.
¿Me ayuda?"
El oficial se rascó la cabeza. "Este es
el viejo Jack. Ha sido un adorno por estos lugares hace casi dos años. ¿Qué es
lo que desea con el?"
"¿Ve esa cafetería allá?" preguntó
ella. "Le voy a comprar algo para comer y dejarlo que entre en un lugar
caliente, fuera de este frío un rato."
"¿Está loca Señora?" resistió el
mendigo. "¡Yo no quiero entrar ahí!" Entonces sintió que unos brazos
fuertes lo agarraban del otro brazo y lo levantaban. "Suélteme oficial. No
he hecho nada..." "Esta es una buena oportunidad para ti, Jack,"
le contestó el oficial. "No la desperdicies."
Finalmente, y con algunas dificultades, la
mujer y el oficial llevaron a Jack a la cafetería y lo sentaron en una mesa en
la esquina. Era mediodía, así es que la mayoría de las personas que iban a
desayunar ya se habían ido y no era hora de comer todavía.
El gerente de la cafetería se paró en frente
de la mesa. "¿Qué está sucediendo, oficial?" preguntó. "¿Qué es
todo esto, está en problemas este hombre?" "Esta señora lo trajo aquí
para darle de comer," respondió el policía. "¡No aquí adentro!"
respondió el gerente enojado. "Tener una persona de estas aquí adentro es
dañino para el negocio."
El viejo Jack sonrió con una mueca mostrando
sus encías ya sin dientes. "Ya ve Señora.
Se lo dije. Ahora, si me permite irme. Yo no
quería venir aquí de todas maneras."
La mujer volteó a ver al gerente y le sonrió.
"Señor, ¿está familiarizado con Eddy y Asociados, el banco en la calle de
enfrente?"
"Claro que sí," el gerente
respondió impacientemente. "Ellos llevan a cabo sus reuniones semanales en
una de mis salas de conferencias."
"¿Y gana usted una buena cantidad de
dinero proporcionándoles alimentos en cada una de esas juntas semanales?"
"¿Eso no es de importancia para
usted?"
Yo, señor, soy Penélope Eddy, presidente y
director general de la compañía."
"Oh.."
La mujer sonrió de nuevo... "Pensé que
quizá eso haría la diferencia." Miró al policía que estaba ocupado
tratando de no reír. "¿Le gustaría acompañarnos con una taza de café y algo
para comer, oficial?" "No gracias señora," respondió el oficial.
"Estoy trabajando."
"Entonces, ¿quizá una taza de café para
llevar?"
"Sí claro, eso sería muy amable de su
parte."
El gerente de la cafetería actuó de
inmediato. "Traeré su café de inmediato, oficial."
El oficial lo miró irse.
"Definitivamente lo puso en su lugar," dijo.
"Esa no era mi intención. Aunque no lo
crea, tengo una razón para hacer todo esto."
Se sentó en la mesa, enfrente de su
sorprendido invitado. Ella lo miró intensamente.
"Jack, ¿me recuerdas?"
El viejo Jack miraba su cara con sus viejos
ojos. "Creo que sí –digo, se me hace conocida."
"Estoy quizá un poco más vieja,"
dijo ella. "Quizá estoy un poco más repuesta que en mis años mozos cuando
tú trabajabas aquí, y yo entré por esa puerta, con mucho frío y hambre."
"¿Señora?" dijo el oficial. No
podía creer que esta magnífica señora pudiera haber tenido hambre alguna vez.
"Acababa de salir de la
universidad," dijo la mujer. "Había llegado a la ciudad buscando un
trabajo, pero no encontré nada. Finalmente me quedaban unos cuantos centavos y
me habían corrido de mi departamento. Caminé las calles durante varios días.
Era febrero y hacía mucho frío y me estaba muriendo de hambre. Vi este lugar y
entré esperando poder conseguir algo para comer."
Jack se sonrió. "Ahora la
recuerdo," dijo. "Yo estaba detrás del mostrador. Usted entró y me
preguntó si podía trabajar para poder comer algo. Le dije que era en contra de
las políticas de la compañía."
"Lo sé," continuó la mujer.
"Entonces me hiciste el sándwich de pastrami más grande que había yo visto
y me diste una taza de café, y me dijiste que me sentara en la mesa de la esquina
y que lo disfrutara. Tenía mido de meterme en problemas. Entonces, cuando levanté
la cara y miré que metías el pago de mi comida en la caja registradora, supe
que todo iba a estar bien."
"¿Así es que empezó su propio
negocio?" Dijo el viejo Jack.
"Conseguí trabajo esa misma tarde. Y fui
subiendo poco a poco. Eventualmente comencé mi propio negocio, el cual gracias
a Dios, prosperó." Abrió su bolsa y sacó una tarjeta de presentación.
"Cuando termines de comer, quiero que vayas a ver a un señor Lyons. Es el director
de personal de mi compañía. Voy a hablar ahora mismo con el y el seguramente encontrará
algo para que hagas en la oficina."
Ella sonrió. "Creo que hasta puede ser
que tenga algo de dinero para darte un anticipo para que te compres ropa y
encuentres un lugar donde vivir mientras te levantas de nuevo. Si necesitas
algo, mi puerta siempre estará abierta para ti."
Había lágrimas en los ojos del hombre.
"¿Cómo puedo agradecerle todo esto?" preguntó.
"No me des las gracias a mi,"
respondió la mujer. "Dios me trajo hasta ti, para darte un poco de lo que
tu me diste a mi."
Afuera de la cafetería, el oficial y la mujer
se despidieron. "Gracias por toda su ayuda, oficial," le dijo ella.
"Por el contrario, Sra. Eddy," respondió el. "Gracias a usted.
Hoy vi un milagro, algo que nunca olvidaré. Y, gracias por el café."
Esta historia nos recuerda que nunca sabemos
cómo se nos regresará lo que damos a los demás. Recuerda que la tarea en frente
de ti nos es tan grande como la fuerza que hay detrás de ti.
La Acción del Día:
1. Lee tu Plan de Negocio para la Prosperidad
y las once cosas de tu lista de agradecimientos.
2. Toma un momento para pararte firmemente
con un brazo alzado hacia el cielo, el puño firme como si te estuvieras
agarrando de la mano de Dios. Ahora, ya sea verbal o mentalmente repite
"Con Dios como mi Testigo…
3. Coloca tu cuota de dinero del día de hoy
en tu contenedor y lee la afirmación que está en el contenedor tres veces.
Espera recibir algo en regreso.
4. Bendice a todos los que están a tu
alrededor, incluyendo a los otros participantes en este experimento. Imagina
como aquellos a quienes bendices prosperan y se rodean del bien. Entonces
bendícete a ti mismo e imagina lo mismo. Puedes continuar bendiciendo a la
persona o personas en tu lista de bendiciones. Lee todas las bendiciones que
llegan por correo electrónicos. Tus bendiciones están haciendo una diferencia.
El leer las respuestas te dará la oportunidad de verlo por ti mismo.
El Pensamiento del Día:
La autenticidad empieza en los pensamientos.
Todos queremos ser auténticos y, debido a esto, diseñamos nuestra forma de
vestir, caminar, comer, y todo lo relacionado con el individuo.
Pero ser auténtico no es ser diferente, sino
ser profundo. Dejar que el pensamiento sea algo más que una onda cerebral, que
tenga vida, que cree y construya un lugar mejor para vivir.
Anónimo
La Afirmación del Día:
“Hoy tengo un día lleno de bendiciones y soy
una bendición para el mundo.”