Día 64: La Historia de un Letrero
Frecuentemente, cuando la gente habla de dar, nuestros
pensamientos automáticamente se van hacia el dinero. Quizá por eso muchos de
nosotros hemos desarrollado una resistencia a dar. Sin embargo, hay cosas que
podemos dar que son mucho más valiosas que el dinero. La película que sigue
proporciona un buen ejemplo.
La primera vez que Kate vio esta película, le recordó las
palabras de Rumi, un poeta y místico Persa del Siglo XIII que hablaba de un
hombre que pasó junto a un limosnero en la calle y preguntó, "¿Por qué
Dios, no haces algo por esta gente?" y Dios respondió, "Hice algo. Te
hice a ti." Si la película no está disponible, da un clic abajo (Nota de
Liza: se tarda en cargar, pero puedes entrar a You Tube y buscar “La Historia
de un Letrero” – orgullosamente hecha en México!!!!!!!): La Historia de Un Letrero:
https://www.youtube.com/watch?v=EgZWzWEfkiU
Nota: Si no puedes ver la película, puedes leer la
versión escrita. Se encuentra al final de las acción, pensamiento y afirmación
del día.
La Acción del Día: 1. Lee tu Plan de Negocio para la
Prosperidad y las once cosas de tu lista de agradecimientos. 2. Toma un momento
para pararte firmemente con un brazo alzado hacia el cielo, el puño firme como
si te estuvieras agarrando de la mano de Dios. Ahora, ya sea verbal o
mentalmente repite "Con Dios como mi Testigo... 3. Coloca tu cuota de
dinero del día de hoy en tu contenedor y lee la afirmación que está en el
contenedor tres veces. Espera recibir algo en regreso. 4. Bendice a todos los
que están a tu alrededor, incluyendo a los otros participantes en este
experimento. Imagina como aquellos a quienes bendices prosperan y se rodean del
bien. Entonces bendícete a ti mismo e imagina lo mismo. Puedes continuar
bendiciendo a la persona o personas en tu lista de bendiciones. Lee todas las
bendiciones que llegan por correo electrónicos. Tus bendiciones están haciendo
una diferencia. El leer las respuestas te dará la oportunidad de verlo por ti
mismo.
El Pensamiento del Día: "Una vida rica consiste
fundamentalmente en servir a los demás, tratando de dejar el mundo un poco
mejor de cómo lo encontraste."
La Afirmación del Día: "Doy para hacer una
diferencia." La Historia de Un Letrero -por Cornel West Un hombre de edad
avanzada, ciego, estaba sentado en la esquina de una plaza con una lata a sus
pies y junto a el, un letrero que decía: "Ten compasión, estoy
ciego". Sólo había unas cuantas monedas en la lata. Un hombre pasaba por
ahí. Se detuvo y miró al anciano debatiendo si agregar monedas o no a la lata.
En lugar de eso, tomó el letrero, lo volteó, y escribió unas palabras.
Entonces, regresó el letrero para que todos los que pasaran pudieran leer las
nuevas palabras.
Pronto la lata comenzó a llenarse. Mucha más gente le
daba dinero al hombre ciego. Esa tarde, el hombre
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que había cambiado las palabras llegó a ver cómo iban las
cosas. El hombre ciego reconoció sus pisadas y le preguntó, "¿Eres tú el
que cambió mi letrero esta mañana? ¿Qué escribiste?" El hombre dijo,
"Sólo escribí la verdad. Dije lo que tú dijiste, pero con otras
palabras." Lo que escribió decía: “Hoy es un hermoso día y no puedo
verlo”. Ambos letreros le decían a la gente que el hombre estaba ciego. Pero
mientras que el primer letrero les decía que el hombre estaba ciego, el segundo
letrero apuntaba hacia las cosas que los lectores podían agradecer en sus
propias vidas, despertando la generosidad dormida en ellos.
Día 65: La Fábula Hubo una vez una liebre muy veloz
llamada Harry D. que presumía que el fácilmente podía cambiar su vida en el
momento que lo deseara sin tener que cambiar su forma de pensar. La tortuga,
llamada Lee el Consistente, cansado de oírlo presumir, lo retó a una carrera.
Todos los animales del bosque se reunieron para ver. Harry D. comenzó a
presumir en gran detalle todos los cambios dramáticos que pensaba hacer. Los
animales le aplaudieron. Harry D. sonrió petulantemente, elevó sus piernas
delanteras en el aire – un símbolo de victoria para demostrar lo confiado que
se sentía – y luego se sentó a descansar en el conocido árbol del juicio. Miró
a Lee el Consistente y le gritó, "¿Cómo esperas ganar esta carrera si
piensas a un ritmo muy, muy lento?" Harry D. se estiró pensando junto al
árbol, "Tengo mucho tiempo para relajarme." Y entonces pensó en lo
poco que le gustaba el sabor del pasto salvaje que crecía junto a su casita, y
lo injusto que era que su casero le subiera la renta, y pensó en lo mal que le
caía su vecino, Crow (el Cuervo), que era sucio y ruidoso y lo distraía
demasiado, y pensó en que debido a lo mucho que estaban subiendo los costos de
los seguros, no sabía cómo iba a obtener una buena cobertura para Bunny y sus
hijos, y como le tenía que escribir a sus diputados para ver si podían hacer
algo para evitar que los zorros se fueran a vivir a su colonia y cómo....Bueno,
ya tienes una idea, ¿verdad? Después de más o menos una hora, Harry D. miró
hacia atrás y vio que el pobre y lento de Lee el Consistente apenas se había
movido un poquito, repitiendo esas aburridas afirmaciones de "YO SOY"
con las que comenzó. Harry D. bostezó y se acostó a disfrutar de una siesta.
Pero entonces comenzó a pensar qué tan lejos estaba de la meta. El sabía que no
había nada de que preocuparse. La tortuga aún estaba lejos, muy atrasada como
para alcanzarlo pronto. Y además, lo que hacía la tortuga no funcionaba. Todos
lo sabían. Pero entre más lo pensaba Harry D., se comenzó a preocupar. ¿Qué
pasaría si la tortuga le ganaba? Eso no sería bueno. Nada bueno. Unos minutos
pensando abajo del árbol del juicio y Harry D. decidió que quizá -- quizá – se
había fijado expectativas un poco altas. Quizá debería de bajar sus
expectativas un poco...ya sabes...a un nivel más realista. Después de todo,
esta era una carrera importante. Y esto le quitaría toda la presión porque,
como todos los sabían, el que una tortuga le ganara a una liebre, especialmente
a una tan rápida como el, sería verdaderamente humillante. Y si hubiera la más
mínima oportunidad de que la tortuga le ganara...Bueno, Harry D. solo
necesitaba asegurarse de que eso no sucediera, eso era todo. Así es que se
conformó con un sueño más pequeño y se durmió.
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Mientras tanto, muy atrás en el camino, cerca de la línea
de arranque, Lee el Consistente estaba ocupado imaginando lo que quería.
Cualquier pensamiento conflictivo que surgiera, lo desechaba y regresaba a
imaginar que ya tenía todo lo que más deseaba. Le gustaba sentir que sus deseos
ya eran realidad. Le ponía atención a los sonidos y el olor y el sabor de lo
que deseaba, usando su imaginación para incorporarla a todos sus sentidos.
Expresaba su agradecimiento una y otra vez, como si lo que deseara ya se
hubiera convertido en realidad. Actuaba en todo como si ya tuviera lo que más
deseaba. Nunca, nunca se detuvo, ni siquiera cuando le quedó claro a el y a los
que estaban a su alrededor que él estaba atrayendo lo que quería rápidamente.
Los animales que estaban observando todo esto le gritaron a Lee el Consistente
tan fuerte, que despertaron a Harry D. de su siesta. Harry D. se estiró y
bostezó y viendo lo que sucedía, comenzó a imaginarse cosas con enojo. Frunció
el seño, apretó los puños y cerró los ojos, para imaginar. Pero era demasiado
tarde. La tortuga cruzaba la meta, disfrutando todo eso que tanto deseaba. De
ese día en adelante, Harry D. siempre se acordó de, "No dudar en el valor
de un paso constante, ya que Lee el Consistente siempre gana la carrera!"
************************************************************************* No
reescribió Kate la fábula de la Liebre y la Tortuga como ejemplo de lo que
hacemos en el Experimento de 90 Días de la Prosperidad. Lo escribió porque
quería recordarnos gentilmente que los cambios que más queremos hacer en la
vida no vienen de la emoción de comenzar algo nuevo o de imaginarse cosas aquí
y allá; vienen de un lento y continuo viaje a nuestra mente y de la repetición
diaria. Como la tortuga en la fábula, la tarea en frente de nosotros no es la
de detenernos a descansar para obtener lo que deseamos, sino de seguir
adelante, persistiendo en aplicar un pensamiento de todo lo que queremos,
agregándole pensamientos y emociones positivas, pensando desde el lugar donde
queremos estar en lugar de observarlo desde lejos. Como la tortuga, debemos
desarrollar una fortaleza mental si queremos tener éxito, consistentemente
regresando a las imágenes de lo que deseamos, aun cuando el mundo nos dice que
es imposible, aun cuando los que están a nuestro alrededor nos dicen que somos
ilusos, aun cuando todo en nosotros está a punto de darse por vencido. Una
nueva vida no es algo que se nos da. Es algo que nosotros tomamos, agarrándonos
duro, negándonos a soltar a pesar de todo.
El recrear tu vida como quieres que sea no es algo
difícil de hacer, pero es demandante. Demanda que le pongas más atención a lo
que quieres que a lo que no quieres. Demanda que sueltes todas esas pequeñas
preocupaciones y juicios que te mantienen atado a una realidad que ya no te
sirve. Demanda que no te conformes, que no te des por vencido a las presiones
del mundo que te hacen creer que lo que quieres no es posible tener, cuando
menos no para ti. Demanda que alimentes tus deseos a diario con tu atención y
tu amor. Y lo que te puedo decir ahora mismo sin lugar a duda es que eres lo
suficientemente fuerte, lo suficientemente persistente, para hacer lo que sea
que demanden tus sueños. No habrías llegado hasta este punto si no lo fueras.
Así es que como Lee el Consistente, lo único que necesitas hacer es seguir
moviéndote hacia tu objetivo. Te acercas con cada paso que das.
**********************************************************************
Por otro lado, regresemos un momento a la Primera Ley Estratosférica del Éxito:
Valor. Un ejemplo perfecto de un negocio en internet que pone la Ley del Valor
en acción está disponible aquí:
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http://allrecipes.com.mx/ Para desarrollar un mejor
entendimiento de esta maravillosa ley, pongan atención a este sitio. Entonces
has una lista de cuando menos tres formas en las que se da valor a los
visitantes del sitio.
Después, para desarrollar tu entendimiento aún más,
escribe tres formas en las que tú puedes incorporar más valor a tus
intercambios con los demás, ya sean de negocio o personales, o aun
impersonales, como en el intercambio de información con un completo
desconocido. Una vez que tú lista esté terminada, te recomiendo que la
compartas con otros en el grupo. Por medio de tu interacción, te estarás
haciendo un regalo al agregar valor a tu participación en este experimento. Y
en todo lo que das, siempre es importante darte a ti mismo.
La Acción del Día: 1. Lee tu Plan de Negocio para la
Prosperidad y las once cosas de tu lista de agradecimientos. 2. Toma un momento
para pararte firmemente con un brazo alzado hacia el cielo, el puño firme como
si te estuvieras agarrando de la mano de Dios. Ahora, ya sea verbal o
mentalmente repite "Con Dios como mi Testigo... 3. Coloca tu cuota de
dinero del día de hoy en tu contenedor y lee la afirmación que está en el
contenedor tres veces. Espera recibir algo en regreso. 4.. Bendice a todos los
que están a tu alrededor, incluyendo a los otros participantes en este
experimento. Imagina como aquellos a quienes bendices prosperan y se rodean del
bien. Entonces bendícete a ti mismo e imagina lo mismo. Puedes continuar
bendiciendo a la persona o personas en tu lista de bendiciones. Lee todas las
bendiciones que llegan por correo electrónicos. Tus bendiciones están haciendo
una diferencia. El leer las respuestas te dará la oportunidad de verlo por ti
mismo.
El Pensamiento del Día: "En esencia, si queremos
dirigir nuestras vidas, debemos de controlar nuestras acciones consistentes. No
es lo que hacemos de vez en cuando lo que le da forma a nuestra vida, sino lo
que hacemos consistentemente." -Tony Robbins
La Afirmación del Día: "Las cosas a las que le pongo
atención vienen a mi fácilmente y sin esfuerzo. Por lo tanto le pongo atención
a los deseos de mi corazón."
Día 66: Compensación La segunda Ley Estratosférica del
Éxito es la Ley de la Compensación: Tu ingreso se determina por el número de
personas a las que sirves y lo bien que les sirves. La primera ley – la Ley del
Valor – determina lo valioso que eres. Se trata de nuestro potencial para tener
éxito. La segunda ley es mucho más específica. Habla de lo actual. Como está
escrito en “Dar para Recibir”, “Tu compensación es directamente proporcional a
las vidas que tocas.”
Esta ley hace mucho para explicar la disparidad que
existe entre lo que ganan las trabajadoras sociales, los maestros, los
consejeros, las enfermeras, y muchos otros trabajadores enfocados a dar servicio
en
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comparación con los atletas profesionales, los músicos,
los actores y otros similares. Nuestra compensación refleja el número de vidas
que tocamos. Por favor no intérpretes que esta ley sugiere que los que están
dedicados al servicio social valen menos. La ley simplemente menciona que se le
paga menos porque impactan de manera comparativa a menos personas. El maestro
dedicado, que directa o indirectamente toca la vida de cinco a diez mil
personas durante su carrera, aun haciendo un trabajo tan vital y crucial, va a
ganar considerablemente menos que una superestrella que, tan solo por su
visibilidad, puede impactar a millones con una sola actuación. A primera vista,
esta idea no le cae bien a la mayoría de la gente, pero si te detienes a pensar
unos minutos, creo que te darás cuenta de que, ya sea que te venga bien o no,
la segunda ley es verdadera: En realidad, nuestra compensación refleja el
número de vidas que tocamos. Y eso no es algo malo, porque básicamente lo que
significa es que tú eres el factor determinante de tu propio éxito. Como apunta
Nicole, uno de los personajes en “Dar para Recibir”: “...significa que puedes
determinar tu nivel de compensación – está bajo tú control. Si quieres más
éxito, encuentra la manera de servir a más gente. Así de sencillo. También
significa que no hay límites en lo que ganas, porque siempre puedes encontrar
más gente a quien servir. El Reverendo Martin Luther King, Jr., dijo alguna
vez, 'Todo el mundo puede ser grande porque todo el mundo puede servir.' Otra
manera de decirlo puede ser 'Todos podemos ser exitosos porque todos podemos
dar.'”
Tú estás incluido ahí. Sólo necesitas encontrar la manera
de ayudar a las masas. Y eso no es tan difícil como puedes pensar, en especial
hoy en día. Durante los siguientes cinco días, mientras discutimos la segunda
Ley Estratosférica del Éxito en más detalle, estaremos viendo ejemplos y
examinando algunas de las formas en las que puedes salir y tocar a millones.
La Acción del Día: 1. Lee tu Plan de Negocio para la
Prosperidad y las once cosas de tu lista de agradecimientos. 2. Toma un momento
para pararte firmemente con un brazo alzado hacia el cielo, el puño firme como
si te estuvieras agarrando de la mano de Dios. Ahora, ya sea verbal o
mentalmente repite "Con Dios como mi Testigo... 3. Coloca tu cuota de
dinero del día de hoy en tu contenedor y lee la afirmación que está en el
contenedor tres veces. Espera recibir algo en regreso. 4. Bendice a todos los
que están a tu alrededor, incluyendo a los otros participantes en este
experimento. Imagina como aquellos a quienes bendices prosperan y se rodean del
bien. Entonces bendícete a ti mismo e imagina lo mismo. Puedes continuar
bendiciendo a la persona o personas en tu lista de bendiciones. Lee todas las
bendiciones que llegan por correo electrónicos. Tus bendiciones están haciendo
una diferencia. El leer las respuestas te dará la oportunidad de verlo por ti
mismo.
El Pensamiento del Día: "Todo el mundo puede ser
grande porque todo el mundo puede servir. "
La Afirmación del Día: "Entre más gente bendigo, más
bendecido estoy yo." -de Martin Luther King, Jr.
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Día 67: ¿Rico o Bueno? Para introducir la segunda Ley
Estratosférica del Éxito, la Ley de la Compensación, José, el personaje
principal en Dar para Recibir, es llevado a conocer a Nicole, la joven,
inteligente Directora General de una empresa de software educacional.
Durante su conversación inicial, José le pregunta si, en
las etapas tempranas del desarrollo de su empresa, ella se preocupaba de que
alguien le fuera a robar sus ideas. Nicole le responde que esto nunca cruzó su
mente, pero que algo más la preocupó: "...Tenía miedo de que todo se
saliera de control y de que me convirtiera realmente en alguien exitoso,"
Nicole le admitió a José. "Me criaron con la creencia de que hay dos tipos
de gente en el mundo. Hay la gente que se enriquece, y hay la gente que hace el
bien. Mi sistema decía que puedes ser de un tipo o del otro. No puedes ser de
ambos. "La gente que era rica lo hacía tomando ventaja de los demás. La
gente que en realidad se preocupaba por los demás y que ofrecía servicios –
policías, enfermeras, voluntarios y, por supuesto, maestros –esos eran los
buenos en el mundo, y ellos nunca podrían ser ricos. Sería una contradicción.
Cuando menos, crecí con esa creencia." Cuando José le preguntó que qué
pasó para cambiar su forma de pensar, Nicole agregó: "Miré lo duro que
trabajaban mis compañeros, vi la cantidad de vidas de niños que estábamos
cambiando. Y entendí que mi vieja creencia solo se estaba interponiendo en mi
camino. No estaba funcionando. Así es que decidí cambiarla."
"¿Solo decidiste?" preguntó José. "Sí. Lo
decidí." "Así es que, ¿puedes hacerlo así nada más?" dijo José.
"Cualquiera puede," ella sonrió notando la mirada dudosa de José,
"¿Has inventado alguna vez un cuento?" José miró alrededor de la sala
de juegos/juntas. Recordó sus días del kínder y se rió. "Claro que sí.
Muchos." "Tu vida funciona de la misma manera," le dijo ella.
"La inventas. Ser rico o ser pobre son decisiones que tomas. Tú las inventas,
aquí adentro." Dijo ella tocándose la sien con un dedo. "Lo demás es
el resultado."
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Quería compartirles esta conversación entre José y Nicole, porque si son como
la mayoría de la gente, puede ser que estén teniendo una conversación igual con
ustedes ahora mismo. Y puede ser que comiencen a darse cuenta que es hora de
tomar una nueva decisión.
Aunque el Experimento de la Prosperidad nunca se ha
tratado del dinero, como tal, sería tonto pensar que no es un componente
necesario de nuestra prosperidad en general. Podemos hacer más para ayudarnos y
para ayudar a los que están a nuestro alrededor cuando tenemos un flujo
abundante de dinero en nuestras vidas. Así de sencillo. La pobreza del mundo
nunca se eliminará con más pobreza. Se eliminará con riqueza y con una
extraordinaria consciencia acerca de la riqueza. Es la única forma de acabar
con ella. La Ley de la Compensación dice que nuestro ingreso está determinado
por el número de personas que servimos y qué tan bien las servimos. Si
encuentras la forma de impactar a millones de vidas, y estás abierto a permitir
que el dinero fluya en tu vida, es muy, muy probable que tu ingreso se
incrementará en
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proporción directa con el número de vidas que impactas.
Esto no significa que tu impacto te proporcionará felicidad, seguridad o paz
mental. Podrías, por ejemplo, encontrar la forma de crear una nueva arma de
guerra para aniquilar a millones de personas. Puede ser que ganes mucho dinero
con tu creación, pero es posible que pases una vida entera sin poder dormir en
paz por haberla creado. Sin embargo, si puedes encontrar la manera positiva de
impactar a millones de personas y estás abierto a dejar que el dinero entre en
tu vida, es muy probable que además de que el dinero fluya en proporción
directa al número de personas que impactes de manera positiva, tu sentido de
felicidad, seguridad y paz mental también se incrementará. ¿Notas la diferencia
entre el impacto y el impacto positivo? Pero el tener un impacto positivo por
si solo no significa que el dinero te hará feliz. El dinero no hace feliz a
nadie. Nunca lo ha hecho. Eso es porque la felicidad es un trabajo interno. Es
un trabajo interno que se desarrolla, en parte, con la forma en la que te
conectas con el mundo a tu alrededor.
Es por esto que las bendiciones son una parte tan
importante de este experimento. Cuando bendices a los demás, te sientes mejor
tú porque has dado algo de ti. Entre más bendigas a la gente, más serás
bendecido tú, porque te sientes mejor. Entre mejor te sientas, te sientes más
feliz. Y aunque el dinero no te hará feliz, fluirá más fácilmente cuando estés
feliz.
Esto es, fluirá hacia ti, a menos de que sientas rechazo
hacia el. Si como Nicole, tienes un miedo inicial al éxito debido a ideas
retorcidas acerca de la riqueza o crees que tener dinero es malo, tendrás
dificultades para atraer el dinero hasta que cambies de parecer.
Y aunque creas que estás feliz, mientras mantengas este
sentimiento juicioso acerca del dinero, mantendrás tus sentimientos de
felicidad algo alejados. Como una pequeña mancha de tinta en una hoja blanca de
papel, hasta el más pequeño juicio mantendrá a la felicidad alejada. Siempre
habrá esta sensación de que algo falta. Lo que falta es la conciencia total de
la abundancia en tu vida.
Si crees que el dinero es malo, sucio o problemático, o
si crees que toda la gente rica en el mundo son avaros que le roban a los
pobres, o algo similar, es muy probable que la riqueza se mantendrá muy alejada
de ti. Nada quiere estar donde no es bienvenida.
Sin embargo, si utilizas el dinero como una forma para
intercambiar energías, fluirá hacia ti. Como ejemplo, miremos brevemente la
vida de la Madre Teresa.
Mucha gente cree que la Madre Teresa era pobre. Pero la
riqueza y la pobreza no se miden por la cantidad de dinero en tu cuenta
bancaria, sino por el acceso o falta de acceso que tienes a lo que necesitas en
tu vida para vivirla como quieres.
En su vida, la Madre Teresa directa o indirectamente
impactó de manera positiva a millones, quizá a miles de millones de vidas. La
Madre Teresa, por estándares mundiales, no era rica y el dinero nunca fue la
motivación de su trabajo. Sin embargo, la Madre Teresa sabía que para ayudar a
los pobres, necesitaba dinero. Así es que no odiaba el dinero. Lo veía como una
útil herramienta para su trabajo diario. No era la finalidad de su trabajo,
pero era un componente necesario.
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Basado en lo que has aprendido hasta ahora en el
experimento, si te detienes a pensarlo por un minuto, te darás cuenta de que
habría sido imposible para ella obtener el dinero que necesitaba para ayudar a
los pobres si hubiera pensado en su interior que los ricos valían menos que los
pobres, o que el dinero es malo. La Madre Teresa pudo no haber sido rica, pero
era, sin duda, próspera. Y utilizaba su prosperidad para hacer una diferencia
en el mundo.
Debido a su deseo de tocar millones de vidas con su amor
y su ejemplo, el dinero fluía libremente hacia ella por parte de los que la
respetaban y apreciaban su trabajo y querían ayudarla. Si no hubiera amado y
respetado a los que le daban, nunca habría podido atraer el dinero que
necesitaba para su trabajo.
Una mente próspera no es la que solo piensa en dinero. Es
una que entiende que el dinero es un medio necesario de intercambio. Los ricos
no son ni mejores ni peores que cualquier otro. Simplemente aceptan dejar que
el flujo de dinero entre en sus vidas. Entienden que este es un universo
abundante, y aceptan la abundancia a su alrededor. Y eso hace la diferencia en
cómo viven sus vidas.
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Hoy, pregúntate qué creencias limitantes mantienes alrededor del dinero y de
los que lo poseen. Escribe esas creencias como lleguen a tu mente en un pedazo
de papel, arruga el papel, y colócalo en una superficie a prueba de fuego, y
asegúrate de que el área esté bien ventilada. Entonces incinera el papel con un
cerillo o un encendedor y mira cómo se quema. Nota a medida que el humo sube y
luego se desvanece en la atmósfera, llevándose tus creencias a la nada. Mira
como el papel se convierte en ceniza. Mientras observas la transformación de
papel a ceniza, piensa que las creencias escritas en el papel están siendo
transformadas también. Mentalmente has una bendición y suelta las creencias
limitantes que hayas escrito y mira como desaparecen.
Has dejado ir tus creencias limitantes. En el futuro, si
te sientes limitado de alguna manera o te das cuenta que alguna creencia aún
está presente, entonces usa el TLE para soltar.
La Acción del Día: 1. Lee tu Plan de Negocio para la
Prosperidad y las once cosas de tu lista de agradecimientos. 2. Toma un momento
para pararte firmemente con un brazo alzado hacia el cielo, el puño firme como
si te estuvieras agarrando de la mano de Dios. Ahora, ya sea verbal o
mentalmente repite "Con Dios como mi Testigo... 3. Coloca tu cuota de
dinero del día de hoy en tu contenedor y lee la afirmación que está en el
contenedor tres veces. Espera recibir algo en regreso. 4. Bendice a todos los
que están a tu alrededor, incluyendo a los otros participantes en este
experimento. Imagina como aquellos a quienes bendices prosperan y se rodean del
bien. Entonces bendícete a ti mismo e imagina lo mismo. Puedes continuar
bendiciendo a la persona o personas en tu lista de bendiciones. Lee todas las
bendiciones que llegan por correo electrónicos. Tus bendiciones están haciendo
una diferencia. El leer las respuestas te dará la oportunidad de verlo por ti mismo.
El Pensamiento del Día: "Si queremos que se escuche
un mensaje de amor, tiene que ser emitido. Para mantener una lámpara de aceite
encendida, hay que seguir poniéndole aceite."
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La Afirmación del Día: "Permito que la abundancia
fluya en mi vida y a través de ella"
Día 68: De Adentro hacia Afuera
Como hemos ya discutido, la prosperidad no se trata de
dinero. Sin importar los ingresos que tengamos o no, cada uno de nosotros
podemos desarrollar una experiencia de verdadera prosperidad. Esto es porque el
ser próspero no es una manifestación física, es un sentimiento; una
perspectiva; un entendimiento profundo y un parentesco con la abundancia
universal. Pero para la mayoría de nosotros, nuestra realidad financiera es
parte de esa perspectiva general, y si nuestra realidad financiera está
de-sincronizada por falta de dinero, entonces el sentirnos prósperos será algo
difícil de hacer. Durante las últimas semanas hemos hablado mucho de cambiar
nuestra forma de pensar para cambiar nuestro mundo. Cuando cambiamos la manera
en la que pensamos y mantenemos un nuevo patrón de pensamiento, entonces algo
se mueve y lo que antes parecía imposible se mueve hacia el ámbito de las
posibilidades.
Sin embargo, antes de que cualquier cambio duradero pueda
llevarse a cabo, tenemos que concientizarnos de nuestras creencias y emociones
más profundas en cuanto a la riqueza. La mejor forma de hacer esto es
entonándonos con el mundo a nuestro alrededor y preguntándonos de manera
honesta porqué ciertas circunstancias están ocurriendo de la manera que lo
están haciendo.
Nuestras vidas son un espejo extraordinario de nuestro
ser interior. Cuando observamos honesta y constructivamente a nuestro
alrededor, sin reprendernos por lo que está sucediendo, sino sencillamente
reconociendo lo que es, comprendemos que lo que sucede en nuestras vidas es por
una razón. Alguna dificultad o resistencia que estemos experimentando es sólo
un mensaje de que esta es un área en la que debemos incrementar nuestra
consciencia para permitir que lleguen la sanación y la transformación.
Para la mayoría de nosotros hay una o dos áreas de las
que recibimos las más grandes experiencias de aprendizaje. Para algunos serán
las relaciones, para otros la salud, y para muchos de los que ahora estamos
participando en el experimento de la prosperidad, son las finanzas. Esta es un
área en la que generalmente experimentamos las dificultades más dolorosas,
pasamos por las pruebas más difíciles, y donde alojamos nuestros más grandes
temores.
Lo que muchos no entendemos, sin embargo, es que sin
importar lo difícil que parezca la situación, podemos elegir. En lugar de
sentirnos desamparados y victimizados por lo que está sucediendo, podemos
elegir tomar la experiencia como el proceso de sanación que realmente es.
Cuando elegimos lo anterior, entonces el dolor que sea que estamos
experimentando se transforma de inmediato en sabiduría en la que podemos
apoyarnos de por vida.
Para cambiar de pensamientos de carencia y limitación a
pensamientos de abundancia y riqueza ilimitadas necesitamos desarrollar una
perspectiva de prosperidad. Lo que es aún más importante, sin embargo, es
aceptar que la circunstancia, sin importar lo gris, deprimente y pobre que
pueda parecer, es una invitación al cambio. Es un regalo de sabiduría, de sanación
de crecimiento. Pero antes de que puedas abrir este regalo y puedas
experimentar la transformación que ofrece, tienes que estar dispuesto a ver lo
que es.
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Si casi no has visto cambio en los últimos sesenta y
tantos días, toma un momento para ver a tú alrededor y pregúntate lo siguiente:
¿Has estado bendiciendo tu situación actual? ¿O la has estado maldiciendo? ¿Has
aceptado el lugar en el que te encuentras ahora como un escalón necesario y
vital? ¿O lo estás viendo como un lugar del que quisieras escapar? ¿Has
expresado tu agradecimiento por lo que tienes a tu alrededor? ¿O te has quejado
porque todavía está aquí y no ha cambiado? ¿Te has preguntado qué puedes
aprender de esta experiencia? ¿O te has estado enfocando en preguntar por qué
no se ha ido todavía? Cuando cambies la forma de ver tu circunstancia actual,
cambiará. Pero mientras persistas en verla como algo malo, algo de lo que
necesitas escapar, no cambiará
La Acción del Día: 1. Lee tu Plan de Negocio para la
Prosperidad y las once cosas de tu lista de agradecimientos. 2. Toma un momento
para pararte firmemente con un brazo alzado hacia el cielo, el puño firme como
si te estuvieras agarrando de la mano de Dios. Ahora, ya sea verbal o
mentalmente repite "Con Dios como mi Testigo... 3. Coloca tu cuota de
dinero del día de hoy en tu contenedor y lee la afirmación que está en el
contenedor tres veces. Espera recibir algo en regreso. 4. Bendice a todos los
que están a tu alrededor, incluyendo a los otros participantes en este
experimento. Imagina como aquellos a quienes bendices prosperan y se rodean del
bien. Entonces bendícete a ti mismo e imagina lo mismo. Puedes continuar
bendiciendo a la persona o personas en tu lista de bendiciones. Lee todas las
bendiciones que llegan por correo electrónicos. Tus bendiciones están haciendo
una diferencia. El leer las respuestas te dará la oportunidad de verlo por ti
mismo.
El Pensamiento del Día: "Si estás topándote con
dificultades financieras, es un reflejo que te dice que algo dentro de ti
necesita ser revisado, que se necesita algún cambio. Puede ser que la sanación
se requiera específicamente en el área de tu relación con el dinero o el poder,
o puede ser algo totalmente diferente. Por ejemplo, podría ser un mensaje de
que te necesitas alimentar más a ti mismo. Este proceso de aprendizaje interno
puede o no requerir de tomar acciones externas pero siempre requiere que despiertes
tu conciencia interna. Enfocado así, hasta una aparente crisis puede ser el
regalo de sanación más grande de tu vida."
La Afirmación del Día: "Agradezco todo lo que hay en
mi vida ahora mismo."
Cerca del principio del libro, “Dar para Recibir”, los
lectores son presentados con Rachel, una mujer joven que trabaja con Pindar y
que tiene el talento para hacer una extraordinaria taza de café. Rachel, nos
dicen, creció en un vecindario pobre y comenzó a trabajar para ayudar a
mantener a su familia cuando era muy jovencita. Cuando llegó a una edad adulta,
había trabajado haciendo de todo, desde limpiar casas hasta trabajar de albañil
con una gran variedad de trabajos entre esos dos.
El lector descubre que mientras que, por supuesto,
hubieron trabajos que disfrutó más que otros, Rachel tuvo éxito en cada uno de
sus trabajos por un factor primordial: tomó cada trabajo que tuvo como si lo
amara. Ella logró esto recordándose que el trabajo le daba la oportunidad de
sobrevivir, ahorrar y servir. Pindar le explica a Joe, que sobrevivir, ahorrar
y servir son las tres razones universales por las que se trabaja. Sobrevivir –
trabajamos para satisfacer nuestras necesidades básicas. Ahorrar – trabajamos
para ir más allá de la supervivencia y para expandir nuestro mundo. Servir –
trabajamos para hacer una contribución al mundo alrededor de nosotros.
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"...la mayoría de la gente pasa toda su vida
concentrándose en la primer razón," le explicó Pindar. "Un grupo más
pequeño, se centra en la segunda. Pero sólo unos cuantos que realmente son
exitosos, no solo desde el punto de vista económico, sino genuinamente exitosos
en todos los aspectos de sus vidas – mantienen la mirada fija exclusivamente en
la tercera." Aquellos que sirven a su prójimo son recompensados de igual
manera. Entre más damos a los demás, más regresa a nuestras vidas. Es
prácticamente una ley de la naturaleza. Los que son verdaderamente ricos, en
toda la extensión de la palabra, no sólo dan más porque tienen más sino porque
entienden que es la forma de continuar teniendo más. Entienden cómo funciona la
vida. Entienden que los que ayudan a los que necesitan ayuda – donando dinero,
tiempo, energía o experiencias – viven vidas más largas, más felices y más
llenas de riqueza. Entre más ayudan, más reciben.
Winston Churchill dijo una vez, "Nos ganamos el pan
con el dinero que ganamos, pero nos ganamos la vida con lo que damos." No
importa cuánto creas que el dinero va a mejorar tu vida, el tener más no te va
a hacer más feliz. Tienes que vivir una vida significativa para lograrlo. Y si
no te has dado cuenta todavía, el tener dinero no es un requisito para vivir
una vida significativa. En la plática que dio en la ceremonia de graduación
para los graduados de la Universidad Villanova en 1999, la escritora Anna Quindlen
resaltó lo siguiente al recordar un encuentro que tuvo con un hombre que ella
llegó a considerar como uno de sus más grandes maestros. He aquí una parte de
lo que les dijo:
"Era diciembre, y estaba yo escribiendo una historia
acerca de cómo sobrevive la gente de la calles los meses invernales. El y yo
nos sentamos en la orilla de los soportes de madera, colgando los pies por el
lado y me habló de lo que hacía, pidiendo limosna en el boulevard cuando las
multitudes del verano habían desaparecido, durmiendo en una iglesia cuando las
temperaturas bajaban más allá de cero grados, escondiéndose de la policía en
medio de “El Pulpo” y “El Ciclón”, y de algunos otros juegos mecánicos. Pero me
dijo que la mayor parte del tiempo se la pasaba en el malecón, de frente al
agua, de la forma en la que estábamos sentados ahora, aun cuando hacía mucho
frío y tenía que --Shakti Gawain
Día 69: Sobrevive, Ahorra, Sirve ponerse los periódicos
después de leerlos. Y le pregunté porqué. ¿Por qué no iba a alguno de los refugios?
¿Por qué no se registraba en un hospital para desintoxicarse? Y solo miró hacia
el océano y me dijo, 'Mira esto, jovencita. Mira esta vista.' Y todos los días,
de alguna pequeña manera, trato de hacer lo que me dijo. Trato de ver la
hermosa vista. Y es lo último que tengo que decirles el día de hoy, palabras de
sabiduría de un hombre sin un centavo en la bolsa, sin un lugar a dónde ir, sin
nada que ser. Miren la hermosa vista. Nunca se desilusionarán. "
El crear una vida próspera es un objetivo importante y
valioso, y el dinero es parte de la fórmula, pero el tener un propósito más
grande que el de adquirir dinero es crítico para tener felicidad, alegría y
crecimiento a largo plazo.
Las cosas que el dinero puede comprar no se comparan con
lo que una vida con sentido puede proporcionar. Debes vivir tu vida con un
mayor propósito que el de simplemente adquirir dinero – y parte de ese
propósito es el de usar el dinero que adquieres para hacer una diferencia en el
mundo.
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Es fácil, a medida que avanzamos en el experimento de la
prosperidad, pensar más y más en lo que el dinero y las riquezas nos pueden
proporcionar. Pero el quedarnos atrapados en buscar formas de generar más
dinero en nuestras vidas puede ser perjudicial para una vida próspera. Estaríamos
mejor si buscáramos experimentar la vida al máximo, permitiéndonos ser
vehículos a través de los cuales todo lo bueno de la vida pueda fluir. Así, no
se desperdicia ni un momento de la vida y cuando se completa, podemos voltearla
a ver sin arrepentimientos, sabiendo que sobrevivimos, ahorramos y servimos de
la mejor manera posible.
La Acción del Día: 1. Lee tu Plan de Negocio para la
Prosperidad y las once cosas de tu lista de agradecimientos. 2. Toma un momento
para pararte firmemente con un brazo alzado hacia el cielo, el puño firme como
si te estuvieras agarrando de la mano de Dios. Ahora, ya sea verbal o
mentalmente repite "Con Dios como mi Testigo... 3. Coloca tu cuota de
dinero del día de hoy en tu contenedor y lee la afirmación que está en el contenedor
tres veces. Espera recibir algo en regreso. 4. Bendice a todos los que están a
tu alrededor, incluyendo a los otros participantes en este experimento. Imagina
como aquellos a quienes bendices prosperan y se rodean del bien. Entonces
bendícete a ti mismo e imagina lo mismo. Puedes continuar bendiciendo a la
persona o personas en tu lista de bendiciones. Lee todas las bendiciones que
llegan por correo electrónicos. Tus bendiciones están haciendo una diferencia.
El leer las respuestas te dará la oportunidad de verlo por ti mismo. 5. Lee las
peticiones de algunos de tus compañeros y elige una o dos. Dedica algo de
tiempo cada día, cuando menos durante los siguientes siete días bendiciendo a
las personas involucradas en esas peticiones. Mándales una pequeña nota cada
día, durante esos siete días, a las personas que hayas elegido avisándoles que
los estás cubriendo de bendiciones y que estás imaginando que todo lo mejor les
sucede.
El Pensamiento del Día: "Dormí y soñé que la vida
era alegría. Me desperté y encontré que la vida era servicio. Actué y contemplé
que el servicio era alegría."
La Afirmación del Día: "Tomo la riqueza de la vida a
mi alrededor." --Rabindranath Tagore
Día 70— ¿Estás Listo para la Riqueza? Hace poco, Kate
leyó la biografía de un multimillonario llamado Warren Buffett, principalmente
porque tenía curiosidad y quería saber más acerca de uno de los hombres más
ricos de los Estados Unidos, pero también porque disfruta leer acerca de los
que han tenido éxito más allá de lo esperado. (Si tu actual programa de lectura
y estudio no incluye el leer biografías y autobiografías de hombres y mujeres
exitosos en todo el mundo, Kate nos recomienda que comencemos a agregar dichos
materiales de inmediato. Encontrarán que es una fuente inagotable de inspiración.)
Mientras leía acerca del famoso “Oráculo de Omaha,” una
de las primeras cosas que Kate notó fue que aun siendo pequeño y creciendo en
una familia de clase media, el hombre realmente creía que iba a ser rico. Fue
una creencia a la que se aferró aun durante los años de carencias, y nunca dejó
de mantenerse fijo hacia su objetivo. Aunque su pasión y su entendimiento de
los mercados financieros fueron, sin lugar a
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duda, de gran ayuda para adquirir sus riquezas, lo más
importante fueron sus creencias que finalmente lo llevaron a tener la riqueza
que siempre supo que iba a tener.
Un viejo dicho “la energía fluye hacia donde la atención
va” queda bien ahora, ya que es claro que aun en el más somero estudio de la
vida de Warren Buffett, el convertirse en millonario estuvo en su mente mucho
antes de que la riqueza llegara. Por estar continuamente sosteniendo ese
pensamiento en frente de él, aceptándolo como su realidad, viendo como las
riquezas fluían hacia él a diario, eventualmente estos pensamientos y creencias
comenzaron a estructurar cada faceta de su comportamiento e influyeron en
pensamientos subsecuentes y finalmente le crearon una fortuna.
Como hemos remarcado de manera continua a lo largo de
este Experimento de la Prosperidad, el adquirir riquezas comienza con una mente
próspera. La razón principal por la que muchas personas no pueden atraer más
dinero a sus vidas es porque vienen operando desde una mente de carencias y
limitaciones en lugar de una mente de abundancia.
Así es que ¿cómo quedamos atrapados en un pensamiento de
carencia y limitación? Básicamente por la manera en la que vemos al mundo.
Vemos a nuestro alrededor, nos enfocamos en las apariencias, escuchamos lo que
los demás nos dicen y entonces decidimos que vivimos en un mundo donde
sencillamente no hay suficiente: No hay suficiente dinero, no hay suficiente
comida, no hay suficiente agua, no hay suficientes recursos, no hay suficiente
de todo lo que podemos pensar.
Tales pensamientos limitados generan competitividad,
literalmente poniéndonos en conflicto con nuestros semejantes. En un mundo de
“agarra lo que puedas antes de que desaparezca”, sentimos que no tenemos otra
posibilidad excepto la de tratar de llegar antes que los demás. Pero, al abrir
nuestras mentes y aceptar la idea de prosperidad infinita, podemos entender que
la abundancia es nuestro estado natural. Sólo entonces podemos soltar la
necesidad de rasguñar en nuestro paso hacia arriba. Aléjate de la “carrera de
ratas” y entra al tipo de pensamiento ilimitado que fácilmente atrae la riqueza
y la prosperidad hacia nosotros.
Los que tienen pensamientos prósperos entienden el hecho
que siempre hay suficiente para todos. Confían en la abundancia ilimitada y
eterna de dinero, oportunidades, y todas las demás cosas buenas que están
listas para que las tomemos. Si un recurso desaparece, otro aparecerá para
tomar su lugar.
Cuando trabajamos activamente para establecer una
conciencia de abundancia como la base del pensamiento, estamos determinando la
vibración que emitimos, dictando las acciones que tomamos, y estamos
abiertamente atrayendo hacia nosotros las cosas que esperamos y que estamos
abiertos a recibir.
Teniendo pensamientos de prosperidad, nos damos cuenta
que no es necesario competir por lo que queremos. No tenemos que batallar y
pelear y preocuparnos de que alguien nos vaya a quitar algo que queremos. No
necesitamos pensar en formas de ganarle al otro. Necesitamos relajarnos y
dejarnos ser (“Let it Be”). Y entre más nos relajemos y nos abramos a todo lo
bueno a nuestro alrededor, será más fácil que todo lo bueno llegue y se acomode
a nuestros pies.
El cambiar de un pensamiento limitado a uno próspero
afecta todas las áreas de nuestras vidas. A medida que comencemos a pensar
diferente, a actuar diferente, a medida que comencemos a responder a la vida de
manera diferente, comenzaremos a notar cambios positivos y prósperos ocurriendo
a nuestro alrededor. Después de un rato, nos daremos cuenta de que estamos
rodeados por todo lo que podríamos
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necesitar y desear. Y cuando nos detengamos a pensar
acerca de esta nueva realidad, nos daremos cuenta de que las batallas que
estaban presentes en nuestras vidas son ahora solo un recuerdo distante.
Cada vez que te empieces a sentir frustrado, o temeroso,
o que notes que estás comenzando a batallar internamente; inhala profundamente,
aléjate de tus emociones por un segundo y recuérdate que las carencias son solo
una ilusión y que tú ya has decidido eliminarlas de tu vida. Entonces regresa a
darte cuenta de que vives en un universo abundante y benéfico que está más que
listo para proporcionarte todos tus deseos.
Recuerda que tú eres el creador de tu mundo y que todo lo
que necesitas y deseas ya va camino hacia ti, viajando rápidamente y sin
esfuerzo, si tú lo permites.
La Acción del Día: 1. Lee tu Plan de Negocio para la
Prosperidad y las once cosas de tu lista de agradecimientos. 2. Toma un momento
para pararte firmemente con un brazo alzado hacia el cielo, el puño firme como
si te estuvieras agarrando de la mano de Dios. Ahora, ya sea verbal o
mentalmente repite "Con Dios como mi Testigo, hoy SOY poderoso... 3.
Coloca tu cuota de dinero del día de hoy en tu contenedor y lee la afirmación
que está en el contenedor tres veces. Espera recibir algo en regreso. 4.
Bendice a todos los que están a tu alrededor, incluyendo a los otros
participantes en este experimento. Imagina como aquellos a quienes bendices
prosperan y se rodean del bien. Entonces bendícete a ti mismo e imagina lo
mismo. Puedes continuar bendiciendo a la persona o personas en tu lista de
bendiciones. Lee todas las bendiciones que llegan por correo electrónicos. Tus
bendiciones están haciendo una diferencia. El leer las respuestas te dará la
oportunidad de verlo por ti mismo.
El Pensamiento del Día: “Siempre supe que iba a ser un
hombre rico. No creo haberlo dudado ni por un momento.” -- Warren Buffett
La Afirmación del Día: “Mantengo mi vida enfocada en lo
que quiero.”
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