*Escucha: *
y si dieres tu pan
al hambriento, y saciares al alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz, y
tu oscuridad será como el mediodía (Isaías 58:10)
*Piensa: *
En agosto de 1914,
cuando Gran Bretaña entró en la Primera Guerra Mundial, Oswald Chambers Pastor
Inglés, tenía 40 años, una esposa y una hija de 12 meses. Al poco tiempo, los
hombres se unían al ejército a un promedio de 30.000 por día, a la gente se le
pedía que le vendiera sus automóviles y sus caballos de granja al gobierno, y
las listas de muertos y heridos comenzaban a aparecer día tras día en los
periódicos. La nación enfrentaba incertidumbre económica y gran peligro.
Al mes de iniciada
la guerra, Chambers habló del desafío espiritual que afrontaban los seguidores
de Cristo: En medio de las actuales calamidades, cuando la guerra, la
devastación y las angustias invaden las naciones extranjeras del mundo, debemos
cuidarnos de no encerrarnos en nuestro entorno particular e ignorar el mandato
de nuestro Señor y de nuestros compatriotas de cumplir con los servicios de la
oración intercesora, la hospitalidad y el cuidado de otros.
El desafío de Dios
a Su pueblo resuena inmutable en todas las épocas: si dieres tu pan al
hambriento, y saciares al alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz, y tu
oscuridad será como el mediodía (Isaías 58:10).
El temor hace que
retengamos con firmeza lo que tenemos; la fe en Dios abre nuestro corazón y
nuestras manos para dar a los demás. Andamos en Su luz cuando ayudamos a los
demás y no acaparamos para nosotros mismos.
*Ora: *
Señor, hazme cada
día consciente de la bondad y amor que cada día me brindas, para aprender
a perdonar, amar y ser igualmente bondadoso con aquellos que me rodean. *Amén.
*
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