*Escucha*
“Pero los que
esperan al Señor tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas;
correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán” (Isaías 40:31)
*Piensa: *
Las águilas, antes
de levantar vuelo, esperan en la montaña aquella corriente de aire propicia que
en dirección al cielo les permita elevarse a grandes alturas. Aquellos que
siguen a Dios, se mantienen atentos, escuchando su voz, en comunión con Él
mediante la oración, prestos a captar sus señales. Todas ellas son para
nosotros, lo que el viento para el Águila: la dirección para movernos hacia la
voluntad del Señor.
Todos
experimentamos cansancio… ya sea físico, emocional o espiritual. Isaías nos
recuerda que, aunque nos fatiguemos, el Señor, el Dios eterno y Creador de toda
la Tierra, no desfallece, ni se fatiga con cansancio (v. 28). Dios da esfuerzo
al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. (v. 29)
¿Cómo te sientes
hoy? Si la fatiga te ha llevado a olvidar la presencia y el poder de Dios,
podrías hacer una pausa y recordar su promesa: “Los que esperan al Señor
tendrán nuevas fuerzas. Aquí. Ahora. Exactamente dónde estamos.
*Ora: *
Señor, ante el
desgaste de las luchas diarias de la vida, dame la fuerza que necesito, para
enfrentar cualquier situación, para no rendirme, para perseverar constante
hacia la voluntad de bien que has trazado para mí. *Amén. *
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