sábado, 13 de junio de 2015

EL LEÑADOR Y LA ROCA



Está un leñador en su cabaña solo a media noche y se le aparece una luz que le pide que empuje la roca afuera de la cabaña. Al día siguiente, al amanecer, el leñador la empieza a empujar con todas sus fuerzas hasta el anochecer. Y así lo hace por muchos días hasta que una noche, exhausto y frustrado de no haber podido mover la roca, le pasa por la cabeza la idea de ya no levantarse a empujarla. La luz se vuelve a aparecer y le dice que no le había pedido que empujara la roca para que la moviera; que mirara sus espaldas que ahora eran más anchas, sus piernas más fuertes; que le había pedido que empujara la roca para que se fortaleciera y terminó diciendo: "es más déjame mover la roca por ti"

No hay comentarios:

Publicar un comentario