Un muchacho holandés de
17 años. Fue un prisionero que se había escapado de un campamento Nazi durante
la Segunda Guerra Mundial. Lo habían capturado y sentenciado a muerte. Poco
después le escribió a su padre: “Lee esta carta a solas y luego dile todo a
mamá cuidadosamente…En unos momentos, a las cinco de la tarde, va a suceder… un
solo momento, y luego estaré con Dios…¿Es acaso esta una transición tan
espantosa?...Siento la cercanía de Dios…Estoy listo para morir…Ya he confesado
mis pecados…y he quedado muy tranquilo”
Klees
El violinista inglés
Peter Cropper fue invitado a Finlandia para un concierto especial. Como favor
personal, la Academia Real de Música le prestó un valiosísimo y antiguo violín
Stradivarius que tenía más de 285 años. Ese violín era conocido en el mundo
entero por su increíble sonido. Durante el concierto sucedió una desgracia. Al
salir al escenario Peter se tropezó y cayó, rompiendo el violín en muchos
pedazos.
Peter regreso a
Inglaterra en un estado de shock. Un maestro artesano, Charles Baere, pasó
innumerables horas tratando de reparar el violín. Luego llegó la hora de la
verdad, ¿Qué sonido tendría el violín? Los presentes no podían creer lo que sus
oídos escuchaban, El sonido del violín era mucho mejor que antes.
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