miércoles, 24 de junio de 2015

HISTORIAS CORTAS



Un muchacho holandés de 17 años. Fue un prisionero que se había escapado de un campamento Nazi durante la Segunda Guerra Mundial. Lo habían capturado y sentenciado a muerte. Poco después le escribió a su padre: “Lee esta carta a solas y luego dile todo a mamá cuidadosamente…En unos momentos, a las cinco de la tarde, va a suceder… un solo momento, y luego estaré con Dios…¿Es acaso esta una transición tan espantosa?...Siento la cercanía de Dios…Estoy listo para morir…Ya he confesado mis pecados…y he quedado muy tranquilo”
                                                                                                          Klees



El violinista inglés Peter Cropper fue invitado a Finlandia para un concierto especial. Como favor personal, la Academia Real de Música le prestó un valiosísimo y antiguo violín Stradivarius que tenía más de 285 años. Ese violín era conocido en el mundo entero por su increíble sonido. Durante el concierto sucedió una desgracia. Al salir al escenario Peter se tropezó y cayó, rompiendo el violín en muchos pedazos.
Peter regreso a Inglaterra en un estado de shock. Un maestro artesano, Charles Baere, pasó innumerables horas tratando de reparar el violín. Luego llegó la hora de la verdad, ¿Qué sonido tendría el violín? Los presentes no podían creer lo que sus oídos escuchaban, El sonido del violín era mucho mejor que antes.

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