Al llegar a los ochenta años, Lorraine
Hale se había pasado dieciséis años ayudando a cerca de seiscientos bebes a
curar su adicción a las drogas.
Estas pequeñas víctimas, hijos de madres
drogadictas, adquieren la adicción cuando aún están en el vientre de su madre.
Tiemblan, vomitan y sufren diarreas incontenibles. Suele llevar unas seis
semanas curarlos de la adicción.
La “Madre” Hale empezó esta labor en su
propia casa de Harlem, utilizando su propio dinero. Había veces que ella
cuidaba a veinte bebitos al mismo tiempo. Su trabajo casi pasaba desapercibido
hasta que llegó a oídos del Presidente de los Estados Unidos. Muy pronto obtuvo
un equipo de ayudantes y un centro completamente equipado.
La novela Grandes Esperanzas trata de un
muchacho llamado Pip que proviene de una familia pobre.
Un día Pip se mostró compasivo con un extraño
a quien todos rechazaban.
Meses más tarde un abogado se presenta
en casa de Pip para decirle qué va a recibir anualmente una gran suma de dinero
de parte de un donante anónimo.
Sólo hay una condición: que Pip vaya a
Londres a educarse en los mejores colegios. La vida de Pip cambia
increíblemente; nunca había soñado con algo así.
Años más tarde un hombre tosco y sin
educación llega a las puertas de la mansión de Pip, en un barrio precioso de
Londres.
Pip lo trata muy mal y lo echa de mala
manera. Luego viene la sorpresa.
El hombre resultó ser aquel extraño con
quien Pip se mostró compasivo años atrás y quien resultó ser también aquel
donante anónimo. Este trabajó muchísimo toda su vida para darle a Pip una vida
nueva.
Pip estaba arrepentido que no pudo ni
hablar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario