Charlie
dijo:
“Esa
es mi capilla… allí subo durante mis descansos y me pongo a meditar"
Un
día escribió esta oración: “oh Señor, yo nunca espero tener la fe de Abrahán,
ni la fuerza de Sansón, ni el coraje de David… ni la sabiduría de Salomón…Pero
lo que sí espero, oh, Señor, es que me llames algún día.
Yo
haré lo que sea tu voluntad: mi alegría será obedecer tus mandamientos…
Y
yo nunca te fallaré, Señor mío, porque tú eres a quien quiero servir”
Richard Foster escribe:
“Los discípulos sabían… que alguien
tenía que lavar los pies a los otros.
El problema era que aquellos que lavaban
los pies eran a quienes se consideraba más insignificante… Era un punto tan
delicado que ni siquiera iban a hablar del asunto.
Entonces Jesús tomó una toalla y un
recipiente y nos enseñó lo que es grandeza”. Los discípulos estaban
tremendamente conmovidos. Jesús les dijo:
“Les he dado ejemplo para que hagan lo
mismo que yo hice con ustedes”
(Juan 13:15)
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