martes, 13 de diciembre de 2016

HIMNO XXIII - VIRGEN MARIA GUADALUPE

Como a Belén llegaste a dar a luz al Hijo,
del Padre la sustancia, de tu carne vestido,
al Tepeyac desciendes por engendrar al indio
al amor de una patria y a la fe en Jesucristo.

A prueba de unas rosas nacidas del invierno,
tú pediste que se erija en la colina un templo;
de tu vientre nos naces a doble alumbramiento,
flor de patria mestiza y fruto de Evangelio.

Diego cree que en su ayate va una carga de rosas,
que a vista del obispo como argumento arroja;
sólo una Rosa impresa en tez morena asoma,
a pinceles pintada por Quien pintó la aurora.

Danos la paz y el trigo, Señora y Niña nuestra,
una patria que sume hogar, templo y escuela,
un pan que alcance a todos y una fe que se encienda

por tus manos unidas, por tus ojos de estrella. Amén.

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