Buenos días Señor, hoy es de esos días que no se ve
claro por dónde iniciar, son tantas las cosas a realizar, por eso te pido paz,
esa que tu solo sabes dar, para que atento al Espíritu Santo pueda ir
descifrando por donde caminar. Hoy quiero pedirte dos cosas, humildad y
misericordia. Humildad primero para darte a ti el lugar que te corresponde,
para que sepa descubrir tu mano providente a lo largo del día, que jamás me
vaya a sentir ni más ni menos que los demás y sepa tratarlo como tú lo harías
Señor. Misericordia para tener presente todo lo que tú me has amado, a pesar de
mis errores y caídas, siempre me has tendido la mano, ayúdame a no juzgar a mis
hermanos, a no guardar rencores ni envidias, que sepa ponerme en sus zapatos y
amarlos como tú lo harías Señor, Amén.
++ Pbro. Tavo
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