Soy alguien como cualquiera de
los que me hace el favor de leer de lo que transcribo, describo o escribo sobre
la Sagrada Escritura, la Liturgia de las Horas y del Día a Día.
Me considero un vehículo de Dios
que ha podido despejar un poco de tiempo cada día para dedicarlo al Señor y
poder compartirlo con ustedes y pueden encontrar un lugar donde solo hay buenos
consejos, paz, misericordia de Dios, fe, amor, sabiduría y consuelo.
Un lugar que por unos minutos nos
aleje de la vorágine de la vida material, de auténtico miedo, muerte, malas
noticias y terror en todo nuestro mundo que ha sido prestado por Dios a que
nosotros lo cuidáramos y no lo hemos hecho nada bien.
En las últimas dos Encíclicas que
el Papa Francisco escribió para toda su Iglesia de la cual somos el cuerpo
fundamental y que no nos ocupamos de leer y que pronto iré transcribiendo.
Siendo sobre la Fe y sobre el
Medio Ambiente, debo compartir en este momento que son dos tremendos
documentos, donde si somos hombres y mujeres de fe, claramente se ve en estos
documentos la mano de Dios, que nos vuelve a invitar a acercarnos lo más que
podamos, amar a Dios, a nuestro prójimo y a nuestro mundo porque no habrá otro.
Por último, acaba de publicarse
un documento surgido del trabajo de toda la Iglesia y discutido el pasado
Octubre por el Sínodo de los Obispos, encabezados por el propio Papa Francisco;
sobre la Familia, su Iglesia, los nuevos retos y a dónde vamos.
La familia sigue siendo y será el
núcleo de una Iglesia sana, fuerte, de fe, esperanza, amor y caridad; donde
podemos encontrar lo que necesitemos para ser mejores católicos pero tenemos
que dedicar algo de tiempo al Señor y a los demás.
Sé que es muy difícil y más en
estos momentos de gran zozobra, incertidumbre, injusticia, carestía, gran
pobreza y otros, pero les puedo asegurar porque lo he pasado ya casi pos tres
años que este es el camino, no fácil, la cruz pesa (nunca como la que cargo
Jesús por todos nosotros) pero se puede lograr y llegar a buen fin.
Dios nos espera como nos dicen
los Evangelios en palabras de Jesús y ahí tenemos que apuntar con
arrepentimiento, prudencia, paciencia, caridad y mucho amor.
Espero de todo corazón poder ser
útil en que encuentren este camino y se den cuenta que no están, ni han estado
solos nunca, solamente ha sido una apreciación pero hay que darle tiempo a
Dios.
Por último, esto es como la
historia tan antigua; de que Jesús va por la playa acompañando a alguien como
cualquiera de nosotros y vamos dejando como es natural dos pares de huellas en
la arena; después de mucho caminar el acompañante se da cuenta que ya solo hay
un par de huellas de una persona y alarmado grita, Señor me has abandonado y Jesús le contesta
QUE NO TE DAS CUENTA QUE TE ESTOY CARGANDO PORQUE ESTAS CANSANDO.
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