Aclamen los árboles del bosque, delante del Señor, que
ya llega, ya llega a regir la tierra. Vino una primera vez, pero vendrá de
nuevo. En su primera venida pronunció estas palabras que leemos en el
Evangelio: Después de esto veréis al Hijo del hombre venir sobre las nubes.
¿Qué significa: Después de esto? ¿Acaso no ha de venir más tarde el Señor,
cuando prorrumpirán en llanto todos los pueblos de la tierra? Primero vino en
la persona de sus predicadores, y llenó todo el orbe de la tierra. No pongamos
resistencia a su primera venida, y no temeremos la segunda.
¿Qué debe hacer el cristiano, por tanto? Servirse de
este mundo, no servirlo a él. ¿Qué quiere decir esto? Que los que tienen han de
vivir como si no tuvieran, según las palabras del Apóstol: Os digo esto,
hermanos: el momento es apremiante. Queda como solución: que los que tienen
mujer vivan como si no la tuvieran; los que lloran, como sí no llorarán; los
que están alegres, como si no lo estuvieran; los que compran, como si no
poseyeran; los que negocian en el mundo, como si no disfrutarán de él: porque
la presentación de este mundo se termina. Quiero que os ahorréis preocupaciones.
El que se ve libre de preocupaciones espera seguro la venida de su Señor. En
efecto, ¿qué clase de amor a Cristo es el de aquel que teme su venida? ¿No nos
da vergüenza, hermanos? Lo amamos y, sin embargo, tenemos su venida. ¿De verdad
lo amamos? ¿No será más bien que amamos nuestros pecados? Odiemos el pecado, y
amemos al que ha de venir a castigar el pecado. Él vendrá, lo queramos o no; el
hecho de que no venga ahora no significa que no haya de venir más tarde.
Vendrá, y no sabemos cuándo; pero, si nos halla preparados, en nada nos
perjudica esta ignorancia.
Aclamen los árboles del bosque. Vino la primera vez y
vendrá de nuevo a juzgar a la tierra; hallará aclamándolo con gozo, porque ya
llega, a los que creyeron en su primera venida.
Regirá el orbe con justicia y los pueblos con
fidelidad. ¿Qué significan esta justicia y esta fidelidad? En el momento de
juzgar reunirá junto a sí a sus elegidos y apartará de sí a los demás, ya que
pondrá a unos a la derecha y a otros a la izquierda. ¿Qué más justo y
equitativo que no esperen misericordia antes de la venida del juez? En cambio,
los que se esforzaron en practicar la misericordia serán juzgados con
misericordia. Dirá, en efecto, a los de su derecha: Venid, benditos de mi
Padre, a tomar posesión del reino que está preparado para vosotros desde la
creación del mundo. Y les tendrá en cuenta sus obras de misericordia: Porque
tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, y lo que
sigue.
Y a los de la izquierda ¿qué es lo que les tendrá en
cuenta? Que no quisieron practicar la misericordia. ¿Y a dónde irán? Id al
fuego eterno. Esta mala noticia provocará en ellos grandes gemidos. Pero ¿qué
dice otro salmo? El recuerdo del justo será perpetuo. No temerá las malas
noticias. ¿Cuál es la mala noticia? Id al fuego eterno que esta preparado para
el demonio y sus angeles. Los que se alegrarán por la buena noticia no temerán
la mala. Ésta es la justicia y la fidelidad de que habla el salmo.
¿Acaso, porque tú eres injusto, el juez no será justo?
O, ¿Por qué tú eres mendaz, no será veraz el que es la verdad en la persona? Pero,
si quieres alcanzar misericordia, sé tú misericordioso antes de que venga:
perdona los agravios recibidos, da de lo que te sobra. Lo que das ¿de quién es
sino de él? Si dieras de lo tuyo sería generosidad, pero porque das de lo suyo
es devolución. ¿Qué tienes que no hayas recibido? Éstas son las víctimas
agradables a Dios: la misericordia, la humildad, la alabanza, la paz, la
caridad. Si se las presentamos, entonces podremos esperar seguros la venida del
juez que regirá el orbe con justicia y los pueblos con fidelidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario