miércoles, 29 de noviembre de 2017

CRISTO QUISO SALVAR A LOS QUE ESTABAN A PUNTO DE PERECER

Hermanos: Debemos mirar Jesucristo como miramos a Dios, pensando que él es el juez de vivos y muertos; y no debemos estimar en poco a Cristo, poco será también lo que esperamos recibir. Aquellos que, al escuchar sus promesas, creen que se trata de dones mediocres pecan y nosotros pecamos también si desconocemos de donde fuimos llamados, quién nos llamó y a que fin nos has destinado y menospreciamos los sufrimientos que Cristo padeció por nosotros.

¿Con qué pagaremos al Señor o qué fruto le ofreceremos que sea digno de lo que él nos dio? ¿Cuántos son los dones y beneficios que le debemos? El nos otorgó la luz, cuando estábamos en trance de perecer nos salvó. ¿Cómo, pues, podremos alabarlo dignamente o cómo le pagaremos todos sus beneficios? Nuestro espíritu estaba tan ciego que adorábamos las piedras y los leños, el oro y la plata, el bronce y todas las obras salidas de las manos de los hombres; nuestra vida entera no era otra cosa que una muerte. Envueltos, pues, y rodeados de oscuridad, nuestra vida estaba recubierta de tinieblas y Cristo quiso que nuestros ojos se abrieran de nuevo y así la nube que nos rodeaba se disipó.

Él se compadeció, en efecto, de nosotros y, con entrañas de misericordia, nos salvó, pues había visto nuestro extravío y nuestra perdición y cómo no podíamos esperar nada fuera de él que nos aportara la salvación. Nos llamó cuando nosotros no existíamos aún y quiso que pasáramos de la nada al ser.

Alégrate, la estéril, que no dabas a luz; rompe a cantar de júbilo, la que no tenías dolores: porque la abandonada tendrá más hijos que la casada. Al decir: Alégrate, la estéril se refería a nosotros, pues, estéril era nuestra Iglesia, antes de que le fueran dados sus hijos. Al decir: Rompe a cantar de júbilo, la que no tenías dolores, se significan las plegarias que debemos elevar a Dios, sin desfallecer, como desfallecen las que están de parto. Lo que finalmente se añade: Porque la abandonada tendrá más hijos que la casada, se dijo para significar que nuestro pueblo parecía al principio estar abandonado del Señor, pero ahora, por nuestra fe, somos más numerosos que aquel pueblo que se creía posesor de Dios.


Otro pasaje de la Escritura dice también: No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores. Esto quiere decir que hay que salvar a los que pierden. Porque lo grande y admirable no es el afianzar los edificios sólidos, sino los que amenazan ruina. De este modo Cristo quiso ayudar a los que parecían y fue salvación de muchos, pues vino a llamarnos cuando nosotros estábamos ya a punto de perecer.

MI ORACIÓN CONTIGO

"Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos". Sal 32,8. Caminando por donde Dios te demande ir; será entonces cuando verás abierta la puerta de tu bendición.


Mi oración contigo.

MI ORACIÓN CONTIGO

"En tiempos difíciles serán prosperados; en épocas de hambre tendrán abundancia". Sal 37,19. No renuncies a tus promesas,no importa si han pasado años y aun no ves nada, Dios no se ha olvidado de ellas, no lo hagas tú, pronto llegarán.


Mi oración contigo.

MI ORACIÓN CONTIGO

“Al Señor he puesto siempre delante de mí; porque está a mi diestra, no seré conmovido.” Sal 16,8. Necesitas recordar que tus acontecimientos no están dirigidos por la suerte ¡Dios tiene el control!


Mi oración contigo.

sábado, 25 de noviembre de 2017

UNA HERMOSA Y BELLA SIMPLE ORACIÓN


BUENOS DÍAS


MÚSICO


LA BAMBA Y EL CASCABEL


VIVE PLENAMENTE


MOZART


MOVIMIENTO DE MANOS


LA MANO DEL MAESTRO


ME PREGUNTABA........


MISA DE SANACIÓN

MISA DE SANACIÓN
Procura no romperla, si no puedes enviarla, avísame...

 LA CUSTODIA GUADALUPANA
Es excelente y sana realmente, ha hecho muchos milagros de sanación...
Rezar hace bien... sé que escogí bien a mis doce personas, ojalá que podamos recibir fuerza y Luz Divina...

Esta es una novena de la CUSTODIA GUADALUPANA que empezó el 10 de enero de 2005 y todavía no se ha roto...

Cuando la recibas, reza un Ave María y haz un pedido especial...

No olvides trabajar en pro de tus sueños, pues así, contigo y con Dios todo se realiza mucho más rápido...

"Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, Bendita tu eres entre todas las mujeres y Bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte, Amen"
(Aquí pide tu deseo).

Por favor, no rompas esta novena, envíala a 12 personas que tu creas que merecen Justicia, Salud, Paz, Amor y Verdad, pero no la guardes...

¡Padre Nuestro que estas en los cielos, camina dentro de mi casa y llévate todas mis preocupaciones, enfermedades, temores y por favor protege a mis padres, hermanos, a mi(s) hijo(s) mis amigos y toda mi familia, en el nombre de Jesús! Amen.

¡Deja de hacer lo que estás haciendo y envíala!, para que así todos tus contactos reciban hoy muchas Bendiciones....

Querido Dios Bendice las manos de quien abre este mensaje, también ilumina los ojos de quien lo lea y llena de Amor y Bendiciones a quien lo comparte.

Recuerda, no hay silencio que Dios no entienda ni tristeza que él no sepa, no hay amor que él ignore ni lagrimas que no valore, con Dios todo se puede. ¡Amen!

jueves, 23 de noviembre de 2017

TODO TIENE SU MOMENTO OPORTUNO


ESCUCHA

*Escucha: *
Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. (Eclesiastés 3:1)
*Piensa: *
Si quieres crecer en el reino de Dios, deberás hacerlo como la semilla que ha sido sembrada en la tierra. ¿Cómo crece una semilla? ¿De inmediato? No. Ella crece constantemente, 24 horas al día, un poco a la vez hasta que llega a cumplir el propósito para lo cual fue creada.
Muchos de nosotros no actuamos espiritualmente de esa manera. Estudiamos y oramos por unos días, pero luego desistimos. Cuando surge alguna adversidad, tratamos apresuradamente de orar y permanecer en la Palabra, pero al mismo tiempo nos damos cuenta de que, por alguna razón, no somos tan fuertes como deberíamos serlo.
No existe el éxito de la noche a la mañana en el reino de Dios. La fortaleza y el crecimiento verdadero se manifiestan al mantener constantemente la Palabra ante tus ojos, tus oídos y tu corazón. No sólo cuando quieres o tienes deseos, sino constantemente, como la semilla, un poco a la vez.
Decide hoy empezar ese proceso diario de crecimiento constante. Determina empezar a poner consistentemente la Palabra en tu corazón. Cada día, una frase aquí, una frase allá; un audio aquí, otro allá.
Comienza a vivir como si esa Palabra fuera la verdad a cada hora del día, sin considerar lo que te suceda o cómo te sientas. Continúa incrementando tu fe por medio de la Palabra, la meditación y al confesarla los siete días de la semana.
Con el tiempo, tu fe será más grande de lo que jamás soñaste que podría ser.
*Ora: *

Señor, mi vida se rige por Tus tiempos y por la voluntad y el propósito al me que has llamado. Ayúdame a estar consciente y listo para recibir, sin importar las circunstancias, las bendiciones que tienes para mí en cada etapa de mi vida. *Amén*

MI ORACIÓN CONTIGO

"Entrégale tus cargas al Señor, y El cuidará de ti; no permitirá que los justos tropiecen y caigan". Sal 55,22. ¡No temas, Jesús no es solo tú única salida, es tu mejor oportunidad, créelo!


Mi oración contigo.

ESCUCHA....

*Escucha: *
Sostiene Jehová a todos los que caen, Y levanta a todos los oprimidos. (Salmos 145:14)
*Piensa: *
Algunos afirman que la escritora Anne Herbert garabateó en un mantel de un restaurante la frase «practica actos de bondad fortuitos y de belleza sin sentido». Este sentimiento se ha popularizado mediante películas y literatura, y algunos lo han hecho parte de su vocabulario.
La pregunta es: «¿Por qué debemos ser bondadosos con los demás?». Para los seguidores de Jesús, la respuesta es clara: para mostrar la misericordia y la bondad de Dios.
En el Antiguo Testamento, la historia de Rut, una inmigrante moabita, ilustra este principio. Esta mujer vivía en una tierra cuya cultura e idioma no entendía. Además, era sumamente pobre y dependiente por completo de la caridad de un pueblo que casi la ignoraba.
Sin embargo, hubo un israelita que actuó bondadosamente y le habló al corazón (Rut 2:13). Permitió que ella cosechara en sus campos, pero, además de ser simplemente caritativo, le mostró con su compasión la misericordia y la bondad amorosa de Dios, Aquel bajo cuyas alas ella podía refugiarse. Finalmente, Rut se convirtió en la esposa de aquel hombre, Booz, en parte de la familia de Dios y en antepasada de Jesús, quien trajo la salvación al mundo (ver Mateo 1:1-16).
Nunca sabemos qué puede lograr una obra de bondad hecha en el nombre de Jesús.
Señor, ¿qué quiere que haga hoy por otra persona?
*Ora: *

Señor, tu fidelidad es mayor de lo que puedo pensar y comprender. Permíteme verme hoy como sólo Tú me ves y renueva mi espíritu en tu compasión inagotable y amor, para entregar a aquellos que me rodean la misma bondad que Tu cada día me regalas. *Amén. *

MI ORACIÓN CONTIGO

“Al Señor he puesto siempre delante de mí; porque está a mi diestra, no seré conmovido.” Sal 16,8. Necesitas recordar que tus acontecimientos no están dirigidos por la suerte ¡Dios tiene el control!


Mi oración contigo.

miércoles, 22 de noviembre de 2017

LA FE REALIZA OBRAS QUE SUPERAN LAS FUERZAS HUMANAS

La fe, aunque por su nombre es una, tiene dos realidades distintas. Hay, en efecto, una fe por la que se cree en los dogmas y que exige que el espíritu atienda y la voluntad se adhiera a determinadas verdades; esta fe es útil al alma, como lo dice el mismo Señor: El que escucha mi palabra y cree en aquel que me ja enviado tiene vida eterna y no incurre en condenación; añade: El que cree en el Hijo no está condenado, sino que ha pasado ya de la muerte a la vida.

¡Oh gran bondad de Dios para con los hombres! Los antiguos justos, ciertamente, pudieron agradar a Dios empleando para este fin los largos años de su vida; más lo que ellos consiguieron con su esforzado y generoso servicio de muchos años, eso mismo te concede a ti Jesús realizarlo en un solo momento. Si, en efecto, crees que Jesucristo es el Señor y que Dios lo resucitó de entre los muertos conseguirás la salvación y serás llevado al paraíso por aquel mismo que recibió en su reino al buen ladrón. No desconfíes ni dudes de si ello va a ser posible o no: el que salvó en el Gólgota al ladrón a causa de una hora de fe, él mismo te salvará también a ti si creyeres.

La otra clase de fe es aquella que Cristo concede a algunos como don gratuito. A unos es dado por el Espíritu del don de sabiduría; a otros el don de la ciencia en conformidad con el mismo Espíritu; a otros la gracia de curaciones en el mismo y único Espíritu.

Esta gracia de fe que da el Espíritu no consiste solamente en una fe dogmática, sino también en aquella otra fe capaz de realizar obras que superan toda posibilidad humana; quien tiene esta fe puede decir a un monte: Vete de aquí a otro sitio, y se irá. Cuando uno, guiado por esta fe, dice esto y cree sin dudar en su corazón que lo que dice se realizará, entonces este tal ha recibido el don de esta fe.

Es de esta fe de la que se afirma: Si tuvieseis fe, como un grano de mostaza. Porque, así como el grano de mostaza, aunque pequeño en tamaño, está dotado de una fuerza parecida a la del fuego y, plantado, aunque sea en un lugar exiguo, produce grandes ramas hasta tal punto que pueden cobijarse en el las aves del cielo, así también la fe, cuando arraiga en el alma, en pocos momentos realiza grandes maravillas. El alma, en efecto, iluminada por esta fe, alcanza a concebir en su mente una imagen de Dios, y llega incluso hasta contemplar al mismo Dios en la medida en que ello es posible, le es dado recorrer los límites del universo y ver, antes del fin del mundo, el juicio futuro y la realización de los bienes prometidos.


Procura, pues, llegar a aquella fe que de ti depende y que conduce al Señor a quien la posee, y así el Señor te dará también aquella otra que actúa por encima de las fuerzas humanas.

martes, 21 de noviembre de 2017

MI ORACIÓN CONTIGO

"Gran regocijo hay en mi corazón y en mi alma; todo mi ser siente una gran confianza". Sal 16,9. Ora a DIOS, aun cuando todo parezca perdido. DIOS, puede y quiere cambiar tu realidad.

Mi oración contigo.


lunes, 20 de noviembre de 2017

FRANCISCO


LA PUNTUALIDAD


LA SERPIENTE Y LA LUCIÉRNAGA

LA SERPIENTE Y LA LUCIÉRNAGA

 Cuenta una fábula que en cierta ocasión una serpiente empezó a perseguir a una luciérnaga; ésta huía muy rápido y llena de miedo de la feroz depredadora, pero la serpiente no pensaba desistir en su intento de alcanzarla.

 La luciérnaga pudo huir durante el primer día, pero la serpiente no desistía, dos días y nada, al tercer día, ya sin fuerzas, la luciérnaga detuvo su agitado vuelo y le dijo a la serpiente: ¿Puedo hacerte tres preguntas?

 No acostumbro conceder deseos a nadie, pero como te voy a devorar, puedes preguntar, respondió la serpiente.

 Entonces dime:
 ¿Pertenezco a tu cadena alimenticia?
 ¡No!, contestó la serpiente.

 ¿Yo te hice algún mal?
 ¡No!, volvió a responder su cazadora.

 Entonces, ¿Por qué quieres acabar conmigo?
 ¡Porque no soporto verte brillar!, fue la última respuesta de la serpiente.

 Muchos de nosotros nos hemos visto envueltos en situaciones donde nos preguntamos:

 ¿Por qué me pasa esto si yo no he hecho nada malo?
 Sencillo... porque hay algunos(as) que no soportan verte brillar.

 La envidia es uno de los peores sentimientos que podemos tener.
 El hecho de que envidien tus logros, tu éxito, etc., ¡que envidien verte brillar! te va a afectar en más de una ocasión, pero cuando esto pase, ¡no dejes de brillar!

 Continúa siendo tú mismo(a), sigue dando lo mejor de ti, sigue haciendo lo mejor, no permitas que te lastimen, no permitas que te hieran...

 ¡Sigue brillando y no podrán tocarte!, porque tu luz seguirá intacta, porque siempre habrá quien te apoye, porque tu huella permanecerá, porque el recuerdo de lo que fuiste e hiciste quedará, ¡pase lo que pase!


 DESCONOCIDO

MI ORACIÓN CONTIGO

"Pues Dios no nos ha dado un espíritu de temor, sino un espíritu de poder, de amor y de buen juicio". 2 Tim 1,7. ¡Puede que debas ajustarte al momento que estás viviendo, pero nunca te rindas ante las circunstancias!


Mi oración contigo.

ESCUCHA....

*Escucha: *
Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre (Juan 6:27)
*Piensa: *
En las escrituras de hoy, las palabras de Jesús nos enseñan que en la vida existen dos tipos de comida, la comida que perece y la comida que permanece para siempre. Literalmente aquella comida que perece es la que satisface nuestras necesidades físicas como el alimento que ingerimos diariamente o los bienes materiales que podemos poseer para satisfacer necesidades puntuales de la vida cotidiana.
Sin embargo, Jesús nos invita a no laborar por tal comida sino por aquella que realmente permanece: Su Palabra. Esto no significa que no vamos a esforzarnos para proveer para nuestras necesidades, sino que no lo hagamos de tal manera que por la comida que perece, descuidemos la comida que realmente permanece
La palabra de Dios es el alimento que perdura y a través de Jesús nuestro pan de vida, el que nos brinda la esperanza de vida eterna (Juan 6:40) y nos ofrece la vida abundante aún ahora. (Juan 10:11). Trabajemos diariamente por ese alimento, recordando que todo lo material es pasajero, y que, por el contrario, Dios, es eterno.
*Ora: *
Señor, permíteme cada día trabajar por el alimento perdurable que encuentro en Tu palabra, para ser digno de la vida abundante y eterna que sólo Tú puedes brindarme. *Amén. *


VA PARA TI.......

Va Para ti....
"🌿🌿🌿🌿salga" lo malo y "que entre" lo bueno!!
¡¡¡ Hoy es el día del Romero y tienes que leer este mensaje desde el principio para que se cumpla el refrán!!!
¡¡Mira qué bonito!!
Aprendí, que quien no te busca, no te extraña
y quien no te extraña, no te quiere.

Que la vida decide quien entra en tu vida,
pero tú decides quien se queda.

Que la verdad duele una sola vez y la mentira duele siempre.

Por eso, valora a quien te valora
y no trates como prioridad a quien te trata como una opción...

Quien te lastima, te hace FUERTE;
quien te critica, te hace IMPORTANTE;
quien te envidia, te hace VALIOSO;
y a veces es divertido saber que….
aquellos que te desean lo peor...
tienen que soportar que…¡¡¡
te ocurra lo MEJOR!!!

Debes darlo a los nueve que más quieres, inclúyeme si me quieres.

Y siempre voy a...
· ¡Quererte!
· ¡Molestarte!
· ¡Ayudarte!
· ¡Cuidarte!
· ¡Sonreírte!
· ¡Escucharte!
· ¡Aconsejarte!
· ¡Apoyarte
Envía esta Ramita 🌿a las Diez Personas que no te arrepientes de haber conocido.
Si te devuelven 5 tienes un gran Corazón.

¡Espero el mío!!

domingo, 19 de noviembre de 2017

HIMNO XXXV

Estate, Señor. conmigo
siempre, sin jamás partirte,
y cuando decidas irte,
llévame, Señor contigo;
porque el pensar que te irás
me causa un terrible miedo
de si yo sin ti me quedo,
de si tú sin mí te vas.

Llévame en tu compañía
donde tú vayas, Jesús,
porque bien sé que eres tú
la vida del alma mía;
si tú vida no me das
yo sé que vivir no puedo,
ni si yo sin time quedo,
ni si tú sin mí te vas.

Por eso, más que a la muerte
temo, Señor, tu partida,
y quiero perder la vida
mil veces más que perderte;
pues la inmortal que tú das,
sé que alcanzarla no puedo,
cuando yo sin ti me quedo,

cuando tú sin mí te vas. Amén.

HIMNO XXXIV

Yo he sentido, Señor, tu voz amante,
en el misterio de las noches bellas,
y en el suave temblor de las estrellas
la armonía gocé de tu semblante.

No me llegó tu acento amenazante
entre el fragor de trueno y de centellas;
al ánima llamaron tus querellas
como el tenue vagido de un infante.

¿Por qué no obedecí cuando te oía?
¿Quién me hizo abandonar tu franca vía
y hundirme en las tinieblas del vacío?

Haz, mi dulce Señor, que en la serena
noche vuelva a escuchar tu cantinela;

¡ya no seré cobarde, Padre mío! Amén.

HIMNO XXXIII

Gracias, Señor, por el día,
por tu mensaje de amor
que nos das en cada flor;
por esta luz de alegría,
te doy las gracias, Señor.

Gracias, Señor, por la espina
que encontraré en el sendero,
donde marcho pregonero
de tu esperanza divina;
gracias, por ser compañero.

Gracias, Señor, porque dejas
que abrase tu amor mi ser,
porque haces aparecer
tus flores a mis abejas,
tan sedientas de beber.

Gracias por este camino,
donde caigo y me levanto,
donde te entrego mi canto
mientras marcho peregrino,
Señor, a tu monte santo.

Gracias, Señor, por la luz
que ilumina mi existir;
por este dulce dormir
que me devuelve a tu cruz.


¡Gracias, Señor, por vivir! Amén.

HIMNO XXXII

Oh Cristo, tú no tienes
lo lóbrega de la muerte;
tus ojos no se cierran:
son agua limpia donde puedo verme.

Oh Cristo, tú no puedes
cicatrizar la llaga del costado:
un corazón tras ella
noches y días me estará esperando.

Oh Cristo, tú conoces
la intimidad oculta de mi vida;
tú sabes mis secretos:
te los voy confesando día a día.

Oh Cristo, tú aleteas
con los brazos unidos al madero;
¡oh valor que convida
a levantarse puro sobre el suelo!

Oh Cristo, tú sonríes
cuando te hieren sordas las espinas;
si mi cabeza hierve,
haz, Señor, que te mire y te sonría.

Oh Cristo, tú que esperas
mi último beso darte ante la tumba,
también mi joven beso
descansa en ti de la incesante lucha. Amén.

SIGAMOS LA SENDA DE LA VERDAD

Revistámonos de concordia, manteniéndonos en la humildad y en la continencia, apartándonos de toda murmuración y de toda crítica y manifestando nuestra justicia más por medio de nuestras obras que con nuestras palabras. Porque está escrito: ¿Va a quedar sin respuesta tal palabrería?, ¿va a tener razón el charlatán?

Es necesario, por tanto, que estemos siempre dispuestos a obrar el bien, pues todo cuanto poseemos lo ha dado Dios. Él, en efecto, ya nos ha prevenido diciendo: Mirad, el Señor Dios llega con poder, y con él viene su salario y su recompensa lo procede y paga a cada hombre según sus acciones. De esta forma, pues, nos exhorta a nosotros, que creemos en él con todo nuestro corazón a que, sin pereza ni desidia, nos entreguemos al ejercicio de las buenas obras. Nuestra gloria y nuestra confianza estén siempre en él; vivamos siempre sumisos a su voluntad y pensemos en la multitud de ángeles que están en su presencia, siempre en él; vivamos siempre sumisos a su voluntad y pensemos en la multitud de ángeles que están en su presencia, siempre dispuestos a cumplir sus órdenes. Dice, en efecto, la Escritura: Miles de millares le servían, miríadas de miríadas estaban en pie delante de él y gritaban, diciendo: ¡Santo, santo, santo es el Señor de los ejércitos, llena está la tierra de su gloria!

Nosotros, pues, también con un solo corazón y con una sola voz, elevemos el canto de nuestra común fidelidad, aclamando sin cesar al Señor, a fin de tener también nuestra parte en sus grandes y maravillosas promesas.

Porque él ha dicho: Ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni vino a la mente del hombre lo que Dios ha preparado para los que lo aman.

¡Qué grandes y maravillosas son, amados hermanos, los dones de Dios! La vida en la inmortalidad, el esplendor en la justicia, la verdad en la libertad, la fe en la confianza, la templanza en la santidad; y todos estos dones son los que están ya desde ahora al alcance de nuestro conocimiento. ¿Y cuáles serán, pues, los bienes que están preparados para los que lo aman? Solamente los conoce el Artífice supremo, el Padre de los siglos; sólo él sabe su número y su belleza.


Nosotros, pues, si deseamos alcanzar estos dones procuremos, con todo ahínco, ser contados entre aquellos que esperan su llegada. ¿Y cómo podremos lograrlo, amados hermanos? Uniendo a Dios nuestra alma con toda nuestra fe, buscando siempre con diligencia lo que es grato y acepto a sus ojos, realizando lo que está de acuerdo con su santa voluntad, siguiendo la senda de la verdad y rechazando de nuestra vida toda injusticia.

CRISTO NOS HA DEJADO UN MODELO EN SU PROPIA PERSONA

Que los presbíteros tengan entrañas de misericordia y se muestren compasivos para con todos, tratando de traer al buen camino a los que se han extraviado; que visiten a los enfermos, que, que nos descuiden a las viudas, a los huérfanos y a los pobres, antes bien, que procuren el bien no sólo ante Dios, sino también ante los hombres; en que se abstengan de toda ira, de toda acepción de personas, de todo juicio injusto; que vivan alejados del amor al dinero, que no se precipiten creyendo fácilmente que los otros han obrado mal, que no sean severos en sus juicios, teniendo presente que todos estamos inclinados al pecado.

Si, pues, pedimos al Señor que perdone nuestras ofensas, también nosotros debemos perdonar a los que nos ofenden, ya que todos estamos bajo la mirada de nuestro Dios y Señor y todos hemos de comparecer ante el tribunal de Dios para que cada cual dé cuenta a Dios de sí mismo. Sirvámosle, por tanto, con temor y con gran respeto, según nos mandaron tanto el mismo Señor como los apóstoles, que nos predicaron el Evangelio, y los profetas, quienes de antemano nos anunciaron la venida de nuestro Señor; busquemos con celo el bien, evitemos de aquellos que llevan hipócritamente el nombre del Señor y arrastran a los insensatos al error.

Todo el que no reconoce a Jesús, que ha venido en la carne, no es de Dios, es del anticristo, y el que no confiesa el testimonio de la cruz procede del diablo, y el que interpreta falsamente las sentencias del Señor según sus propias concupiscencias y afirma que no hay resurrección ni juicio, ese tal es el primogénito de Satanás. Por consiguiente, abandonemos los vanos discursos y falsas doctrinas que muchos sustentan y volvamos a las enseñanzas que nos fueron transmitidas desde el principio; seamos sobrios para entregarnos a la oración, perseveremos constantes en los ayunos y supliquemos con ruegos al Dios que todo lo ve a fin de que no nos deje caer en la tentación, porque como dijo el Señor; la voluntad está pronta, pero el cuerpo es débil.


Mantengámonos, pues, firmemente adheridos a nuestra esperanza y a Jesucristo, prenda de nuestra justicia; él cargado con nuestros pecados subió al leño, y no cometió pecado ni encontraron engaño en su boca, y por nosotros, para que vivamos en él, lo soportó todo. Seamos imitadores de su paciencia y, si por causa de su nombre tenemos que sufrir, glorifiquémoslo; ya que éste fue el ejemplo que nos dejó en su propia persona y esto es lo que nosotros hemos creído.

EL CORRER DE LAS ACEQUIAS ALEGRA LA CIUDAD DE DIOS

La acequia de Dios va llena de agua, preparas los trigales: riegas los surcos, tu llovizna los deja mullidos. No cabe duda alguna de cuál sea la acequia a la que se refiere nuestro texto, pues el profeta dice de ella: El correr de las acequias alegra la ciudad de Dios. Y el mismo Señor afirma en el Evangelio: En aquel que beba del agua que yo le dé, se convertirá ésta en manantial, cuyas aguas brotan para comunicar vida eterna. Y también: Quien crea en mí, como ha dicho la Escritura, brotarán de su seno torrentes de agua viva. Esto lo dijo del Espíritu Santo, que habían de recibir los que a él se unieran por fe. Esta acequia de Dios va, pues, llena de agua. En efecto, el Espíritu Santo nos inunda con sus dones y así, por obra suya, la acequia de Dios, brotando del manantial divino, derrama agua abundante sobre todos nosotros.

Y además, tenemos también un manjar: ¿De qué manjar se trata? De aquel, sin duda, que ya en este mundo nos dispone para gozar de la comunión del cuerpo de Cristo, comunión que nos prepara para tener nuestra parte en aquel lugar donde reina ya este santísimo cuerpo. Esto es precisamente lo que significan las palabras del salmo que siguen a continuación: Preparas los trigales, y los valles se visten de mieses; porque en realidad, aunque ya estemos salvados desde ahora por este alimento, con todo, él nos prepara también para la vida futura.


Para quienes hemos renacido por medio del santo bautismo este alimento constituye nuestro mayor gozo pues él nos aporta ya los primeros dones del Espíritu Santo, haciéndonos penetrar en la inteligencia de los misterios divinos y en el conocimiento de las profecías; este alimento nos hace hablar con sabiduría, nos da la firmeza de la esperanza y nos confiere el don de curaciones. Estos dones nos van penetrando, y son como las gotas de una lluvia que va cayendo poco a poco para que luego demos fruto abundante.

DEL LIBRO DE LA SABIDURÍA

La sabiduría es un espíritu inteligente, santo, único y múltiple, sutil, ágil y penetrante, inmaculado, lúcido e invulnerable, amante del bien, agudo y libre, bienhechor, amigo del hombre y amable, firme, seguro y sereno, que todo lo puede y todo lo ve, que penetra en todos los espíritus: los inteligentes, los puros y los más sutiles.

La sabiduría es más ágil que cualquier movimiento y, por ser inmaterial, lo atraviesa y lo penetra todo. La sabiduría es un resplandor del poder de Dios, una emanación purísima de la gloria del Omnipotente, por eso nada sucio la puede contaminar. Es un reflejo de la luz eterna, un espejo inmaculado de la actividad de Dios y una imagen de su bondad. Ella sola lo puede todo; sin cambiar nada, todo lo renueva; entra en las almas de los buenos de cada generación, hace de ellos amigos de Dios y profetas, porque Dios ama sólo a quienes conviven con la sabiduría.


La sabiduría es más brillante que el sol y que todas las constelaciones; si se la compara con la luz del día, la sabiduría sale ganando, porque al día lo vence la noche, pero contra la sabiduría, la maldad no puede nada. Ella se extiende poderosa de un extremo al otro del mundo y con suavidad gobierna todo el universo.

martes, 14 de noviembre de 2017

ESCUCHA

*Escucha: *
Dijo luego a sus discípulos: Por tanto, os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué comeréis; ni por el cuerpo, qué vestiréis. La vida es más que la comida, y el cuerpo que el vestido. (Lucas 12:22)
*Piensa: *
Muchas veces te habrás encontrado en tu vida, con la posibilidad de hacerte la pregunta ¿Y sí? Es sin duda una de las combinaciones de palabras que más nos conducen a la ansiedad. Cuando las susurramos, empezamos a imaginarnos una mala posibilidad, después otra, y más tarde, las dos negativas juntas. Podemos olvidar que Dios nunca agotó sus provisiones para nosotros ante una necesidad y pensar en el temor de que nuestro pozo podría secarse mañana.
Aunque es indudablemente sabio planificar para el futuro, la sed imaginaria del mañana es una necesidad que no se sacia, aunque nuestro pozo esté lleno hoy. Jesús enseñó que es inútil preocuparse por el futuro. No deberíamos traumatizarnos con lo que podría suceder ni con lo que tal vez tengamos.
Pero que hacer. La necesidad imaginaria de mañana es un vacío que Dios no satisface, es un vacío que cada uno de nosotros llena, partiendo de la fe y confianza en la suficiencia del Señor, en su grandiosa misericordia, en su sentido de cuidado por cada hijo. Si el Señor nos ha dado alimento y bebida suficientes para hoy, ¿por qué no dejar que Él se preocupe por nuestros mañanas?
Cuando el afán y la angustia ganen espacio en tu vida, Ten calma y confía en Jesús. Piensa que Dios te ha dotado de todo lo necesario para triunfar; esfuérzate se valiente y triunfarás, pero sobre todo tendrás paz en tu corazón.
*Ora: *

Señor, Gracias por ser mi proveedor y por tomar en cuenta mis necesidades básicas. Hoy descanso en tu presencia, confiado en que nada me faltará, en que tus planes son más altos que los míos, en que no hay necesidad que agote la inagotable y suficiente provisión que guardas a cada uno de Tus hijos. *Amén*

ESCUCHA

*Escucha: *
Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto (Colosense 3:14)
*Piensa: *
Mientras le quitaba la etiqueta a una prenda de vestir de invierno que había comprado, sonreí al leer estas palabras en la parte de atrás: «CUIDADO: Este producto innovador hará que quieras salir al aire libre y permanecer allí». Cuando una persona está vestida de manera adecuada al clima, puede sobrevivir e incluso permanecer bajo condiciones climáticas severas y cambiantes.
El mismo principio se aplica a nuestra vida espiritual. Como seguidores de Jesús, nuestro guardarropa espiritual para todo tipo de estación fue prescripto por el Señor en su Palabra, la Biblia: «Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; […] perdonándoos […]. De la manera que Cristo os perdonó» (Colosenses 3:12-13, énfasis agregado).
Estas vestimentas que Dios provee nos permiten enfrentar la hostilidad y las críticas con paciencia, perdón y amor. Nos dan fuerza y estabilidad en las tormentas de la vida.
Cuando enfrentamos condiciones adversas en el hogar, la escuela o el trabajo, la ropa que Dios nos dice que llevemos nos protege y nos capacita para marcar una diferencia positiva. «Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto» (v. 14).
*Ora: *

Señor, ayúdame a vestirme hoy de tu amor. Guía mis caminos por los destinos de Tu bondad y misericordia para que pueda responder con perdón y paciencia a las acciones negativas que otros puedan ejercer contra mí. Se que bajo tu compañía mi victoria sobre todo lo malo, está asegurada. *Amén. *

ORACIÓN DE LA NOCHE

ORACION DE LA NOCHE
Señor mío y Dios mío, he terminado nuevamente otra jornada cargada de muchas situaciones que me hacen terminar el día con muchas preguntas. Sabes que a veces no entiendo las cosas que me suceden, que a veces me pregunto por qué tienen que sucederme a mí precisamente. Quiero pedirte tu fuerza para seguir afrontando cada situación adversa que quiera robarme la paz, que quiera alejarme de tu presencia. Te pido que en esta noche en la que me dispongo a descansar, me regales la fuerza de tu amor y que ella permee mi corazón, para despertar mañana más tranquilo y confiado en tu palabra. Gracias por estar conmigo hasta el fin, por no apartarte en mis momentos de crisis y dificultades. Te alabo y te bendigo, amado Señor, porque en cada momento del día y de la noche me permites sentir que me amas y que me llenas de fuerza para seguir saliendo adelante. Te amo, Señor.
Amén.


++ Pbro. Alberto