*Escucha: *
Sostiene Jehová a
todos los que caen, Y levanta a todos los oprimidos. (Salmos 145:14)
*Piensa: *
Algunos afirman
que la escritora Anne Herbert garabateó en un mantel de un restaurante la frase
«practica actos de bondad fortuitos y de belleza sin sentido». Este sentimiento
se ha popularizado mediante películas y literatura, y algunos lo han hecho
parte de su vocabulario.
La pregunta es:
«¿Por qué debemos ser bondadosos con los demás?». Para los seguidores de Jesús,
la respuesta es clara: para mostrar la misericordia y la bondad de Dios.
En el Antiguo
Testamento, la historia de Rut, una inmigrante moabita, ilustra este principio.
Esta mujer vivía en una tierra cuya cultura e idioma no entendía. Además, era
sumamente pobre y dependiente por completo de la caridad de un pueblo que casi
la ignoraba.
Sin embargo, hubo
un israelita que actuó bondadosamente y le habló al corazón (Rut 2:13). Permitió
que ella cosechara en sus campos, pero, además de ser simplemente caritativo,
le mostró con su compasión la misericordia y la bondad amorosa de Dios, Aquel
bajo cuyas alas ella podía refugiarse. Finalmente, Rut se convirtió en la
esposa de aquel hombre, Booz, en parte de la familia de Dios y en antepasada de
Jesús, quien trajo la salvación al mundo (ver Mateo 1:1-16).
Nunca sabemos qué
puede lograr una obra de bondad hecha en el nombre de Jesús.
Señor, ¿qué quiere
que haga hoy por otra persona?
*Ora: *
Señor, tu
fidelidad es mayor de lo que puedo pensar y comprender. Permíteme verme hoy
como sólo Tú me ves y renueva mi espíritu en tu compasión inagotable y amor,
para entregar a aquellos que me rodean la misma bondad que Tu cada día me
regalas. *Amén. *
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