jueves, 23 de noviembre de 2017

ESCUCHA

*Escucha: *
Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. (Eclesiastés 3:1)
*Piensa: *
Si quieres crecer en el reino de Dios, deberás hacerlo como la semilla que ha sido sembrada en la tierra. ¿Cómo crece una semilla? ¿De inmediato? No. Ella crece constantemente, 24 horas al día, un poco a la vez hasta que llega a cumplir el propósito para lo cual fue creada.
Muchos de nosotros no actuamos espiritualmente de esa manera. Estudiamos y oramos por unos días, pero luego desistimos. Cuando surge alguna adversidad, tratamos apresuradamente de orar y permanecer en la Palabra, pero al mismo tiempo nos damos cuenta de que, por alguna razón, no somos tan fuertes como deberíamos serlo.
No existe el éxito de la noche a la mañana en el reino de Dios. La fortaleza y el crecimiento verdadero se manifiestan al mantener constantemente la Palabra ante tus ojos, tus oídos y tu corazón. No sólo cuando quieres o tienes deseos, sino constantemente, como la semilla, un poco a la vez.
Decide hoy empezar ese proceso diario de crecimiento constante. Determina empezar a poner consistentemente la Palabra en tu corazón. Cada día, una frase aquí, una frase allá; un audio aquí, otro allá.
Comienza a vivir como si esa Palabra fuera la verdad a cada hora del día, sin considerar lo que te suceda o cómo te sientas. Continúa incrementando tu fe por medio de la Palabra, la meditación y al confesarla los siete días de la semana.
Con el tiempo, tu fe será más grande de lo que jamás soñaste que podría ser.
*Ora: *

Señor, mi vida se rige por Tus tiempos y por la voluntad y el propósito al me que has llamado. Ayúdame a estar consciente y listo para recibir, sin importar las circunstancias, las bendiciones que tienes para mí en cada etapa de mi vida. *Amén*

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