viernes, 10 de noviembre de 2017

¡PARA TI!

Se me hizo muy lindo. ¡Para ti!


En la soledad de mi habitación permití que entrara Dios, mientras conversamos le entregué todas mis preocupaciones, angustias, enfermedades, dolencias, malestares y temores. Le pedí que cuidara siempre de mí y de mi familia. Él me dijo que debemos amarnos unos a otros como Él nos ha amado. Le dije que tú lo necesitabas también y se fue rumbo a tu casa para darte bendiciones, salud y amor. Cuando llegue a tu dulce hogar, entrégale todo lo que no te deja ser feliz, pídele que te bendiga a tí, a los tuyos y encamínalo a otro hogar. Por favor no dejes morir este mensaje, el propósito es llevar el mensaje del amor de Dios al mundo entero. ¡Te deseo un mundo de bendiciones y alegrías!


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