*Escucha: *
Así que, no os
afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a
cada día su propio mal. (Mateo 6:34)
*Piensa: *
Afanarse significa
“preocuparse desmedidamente”, “estar ansiosos e intranquilos”, “estar
obsesivamente preocupados por las cosas”.
¿Y qué nos dice el
hijo de Dios? “No se afanen, confíen y reciban mi paz”. Si nuestro tesoro está
en los cielos, si nuestra visión de las cosas es buena porque estamos en la luz
de Dios y si nuestro único Señor es Dios, entonces no tenemos razones para
estar ansiosamente preocupados. Pero cuando nuestro Señor no es Dios entonces
hasta el más mínimo problema será razón de extrema preocupación.
Muchos dicen: No
te preocupes, se feliz, sin embargo, el hijo de Dios reconstruye este
pensamiento y nos enseña: ¡No te preocupes, busca primero a Dios, y serás feliz!
Por ello, convierte
tu lista de preocupaciones en una lista de oración. Pídele al Señor que obre en
esas situaciones que te preocupan. Ora en especial por tus necesidades, y por
la de aquellos que te rodean, y depende de Él. Recuerda nada es imposible para
Dios. (Lucas 1:37)
*Ora: *
Señor, fortalece
mi fe, para, ante la angustia, cambiar la preocupación y la desesperanza, por
la confianza de saber que, junto a Ti, nada podrá hacerme caer. *Amén. *
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