miércoles, 20 de septiembre de 2017

MARCOS 2:1

Marcos 2:1 Unos días después, Jesús volvió a Capernaún y se difundió la noticia de que estaba en la casa.
2 Se reunió tanta gente, que no había más lugar ni siquiera delante de la puerta, y él les anunciaba la Palabra.
3 Le trajeron entonces a un paralítico, llevándolo entre cuatro hombres.
4 Y como no podían acercarlo a él, a causa de la multitud, levantaron el techo sobre el lugar donde Jesús estaba, y haciendo un agujero descolgaron la camilla con el paralítico.
5 Al ver la fe de esos hombres, Jesús dijo al paralítico: “Hijo, tus pecados te son perdonados”.
6 Unos escribas que estaban sentados allí pensaban en su interior: 7 “¿Qué está diciendo este hombre? ¡Está blasfemando! ¿Quién puede perdonar los pecados, sino sólo Dios?”
8 Jesús, advirtiendo en seguida que pensaban así, les dijo: “¿Qué están pensando?
9 ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: “¿Tus pecados te son perdonados”, o “¿Levántate, toma tu camilla y camina”?
10 Para que ustedes sepan que el Hijo del hombre tiene sobre la tierra el poder de perdonar los pecados.
11 —dijo al paralítico— yo te lo mando, levántate, toma tu camilla y vete a tu casa”.
12 Él se levantó en seguida, tomó su camilla y salió a la vista de todos. La gente quedó asombrada y glorificaba a Dios, diciendo: “Nunca hemos visto nada igual”.

Siempre que he escuchado esta historia, me tele transporto a Capernaún y me imagino la escena de aquel día: Jesús dentro de una casa lleeeeeeeeena de gente escuchando Sus enseñanzas (¡casi como un domingo en el centro comercial o intentando avanzar hacia el escenario en un concierto musical!), afuera más gente con deseos de entrar tratando de abrirse paso en la multitud y más lejos, cuatro locos acarreando a un paralítico acostado en una especie de camilla inventada por ellos mismos. ¿Se lo imaginan?, el pobre paralítico ni se debe haber enterado de lo que sus locos amigos querían hacer. Más que el escenario, me gusta imaginar la conversación previa que deben haber tenido, ¿a quién se le habrá ocurrido la idea? ¿Qué habrán dicho los otros? ¿Habrán estado todos de acuerdo, o sólo uno logró convencerlos a todos? Y finalmente… ¿Cómo se les ocurrió que el techo era la mejor forma de acercarse a Jesús? el haber estado presente en la planificación de esta travesía debe haber sido muy divertido.

Esta parábola se utiliza muchas veces para hablar de la amistad y de lo que los verdaderos amigos harían por nosotros si estuviéramos en una situación crítica cómo ésta. Sin embargo, al extrapolarlo a nuestra época, resulta casi irracional pensar en replicar esto. Primero, porque Jesús no está en la Tierra como para llevar a nuestro amigo con necesidad físicamente a dónde Él esté, y segundo, porque sin duda no sería necesario abrir el techo o hacer otro tipo de maniobra casi de circo para llevar a nuestro “paralítico” a Su presencia, hoy hay sillas de ruedas, muletas, y una serie de otros avances médicos que nos permitirían hacer las cosas más fáciles.

Y es que claro, en pleno siglo XXI presentar esta parábola como un ejemplo- literal- de lo que es la amistad se ve muy lejano de la realidad de una generación joven como la nuestra.  Lo más probable es que ninguno de nosotros tenga un amigo paralítico (y si lo tuviera…lo último que pensaría sería en tirarlo del techo…) pero ¿qué pasaría si yo te dijera que hay muchas formas de ser paralítico y que esta historia no ha pasado de moda? Ser paralítico es más que no tener movilidad en las extremidades inferiores, puede ser una condición espiritual o también, una imposibilidad que no te permite avanzar. hay muchas personas paralíticas porque no pueden avanzar, porque su fe es escasa y porque tienen mucho dolor en el corazón y muchas preguntas sin contestar, todas esas personas tienen que saber que tenemos un Dios que es Poderoso y Soberano y que hoy Él puede obrar en nosotros, perdonar nuestros pecados y sanar nuestra alma.

la enseñanza que esos 4 amigos del paralítico muestran es el amor real al prójimo! Los actos de amor que pueden hacer los amigos por nosotros nunca pasan de moda. Busquen amigos que sean capaces de “cargarlos” y llevarlos a la presencia de Dios. Busquen amigos que sean capaces de amarlos y obligarlos a perseguir sus milagros, frente a cualquier obstáculo o barrera. ¡Busquen amigos como estos locos que te pueden llevar a conquistar tu milagro, tu Salvación! Nunca se van a olvidar de ellos.

“En todo tiempo ama el amigo, y es como un hermano en tiempo de angustia”

Proverbios 17:17


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