*Escucha: *
No faltó palabra
de todas las buenas promesas que Jehová había hecho a la casa de Israel; todo
se cumplió (Josué 21:45)
*Piensa: *
Ocasionalmente,
Dios nos llama a empresas inusuales. (Trata de ser un Noé y construir un
trasatlántico en el Sahara). Cuando asumimos tales tareas, la familia se
preocupa, los enemigos se burlan, y puede que los amigos cercanos se pregunten
si hemos perdido la cabeza. Las empresas de fe desafían el pensamiento
convencional. Pero la diferencia entre el llamado de Dios y el autoengaño es Su
promesa.
Nosotros ponemos a
prueba nuestra empresa de fe. Pero Dios ya ha prometido proveer aquello que
estamos buscando. ¿Tienes necesidad de alimento y vestido? Dios promete
suplirlos (Mateo 6:25-34). Pide con expectación.
¿Requieres de guía
y sabiduría? Dios te dará lo que necesita (Proverbios 3:5-6; Santiago 1:5-7).
Examina las muchas
referencias bíblicas a la fe y encontrarás que la mayoría de ellas no son del
tipo de tener fe para obtener lo que queremos, sino que son un aliento que
tener fe en Él. La fe cristiana está cimentada en el carácter de Dios, y esto
trae gran consuelo.
Por ellos,
guardémonos hoy y siempre, en una gran verdad: las promesas hechas por el Señor
son infalibles. Como lo dicta la palabra: No faltó palabra de todas las buenas
promesas que Jehová había hecho a la casa de Israel; todo se cumplió (Josué
21:45)
*Ora: *
Señor, confío cada día en
la grandeza y lealtad de las palabras que nos has dejado. Fortalece mi fe para
continuar obrando conforme a tu voluntad, para ser digno de las promesas
infalibles que guardas para los que Te siguen. *Amén*
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