viernes, 22 de julio de 2016

EL REINO DE DIOS ES PAZ Y ALEGRIA EN EL ESPIRITU SANTO


Conviértete a Dios de todo corazón, despréndete de este mundo miserable y tu alma encontrará la paz; pues el reino de Dios es paz y alegría en el Espíritu Santo. Cristo vendrá a ti y te dará a probar consuelo, si le preparas una digna morada en tu interior.



Toda su gloria y hermosura está en lo interior, y allí se complace. Tiene él un frecuente trato con el hombre interior, platica dulcemente con él, lo consuela suavemente, le infunde una paz profunda y tiene con él una familiaridad admirable en extremo.



Ea, pues, alma fiel, prepara tu corazón a este Esposo, para que se digne venir a ti y habitar en ti. Pues él dice: Si alguno me ama guardará mi palabra, y vendremos a fijar en él nuestra morada. De modo que hazle en ti lugar a Cristo. Si posees a Cristo, serás rico y con él te bastará. Él será tu proveedor y fiel procurador en todo, de manera que no tendrás necesidad de esperar en los hombres.



Pon en Dios toda tu confianza y sea él el objeto de tu veneración y de tu amor. Él responderá por ti y todo lo hará bien, como mejor convenga.



No tienes aquí ciudad permanente. Dondequiera que estuvieres serás extranjero y peregrino; jamás tendrás reposo si no te unes íntimamente a Cristo.



Pon tu pensamiento en Altísimo y eleva a Cristo tu oración constantemente. Si no sabes meditar cosas sublimes celestes, descansa en la pasión de Cristo, deleitándote en contemplar sus preciosas llagas. Sufre por Cristo y con Cristo, si quieres reinar con Cristo.



Si una sola vez lo entrases perfectamente al interior de Jesús y gustases un poco de su ardiente amor, no te preocuparías ya de tus propias ventajas o desventajas; más bien te gozarías de las humillaciones que te hiciesen, porque el amor de Jesús hace que el hombre se menosprecie a sí mismo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario